Un cólico de riñón provocado por la presencia de piedras en el tracto urinario se manifiesta con dolor a un lado de la espalda que se irradia hacia delante y, en ocasiones con náuseas, vómitos, escalofríos y fiebre.
Las piedras en el riñón afectan al 5% de las mujeres entre los 20 y 70 años y pueden suceder por herencia familiar, deberse a errores en la dieta –si el calcio o el ácido úrico se acumulan en los riñones– o, sobre todo, a infecciones urinarias.
Tomar yogures con bacterias intestinales beneficiosas (probióticos) o zumo de arándanos puede controlar las infecciones urinarias y evitar la formación de piedras.
Pero si ya se han formado, la medicina natural te puede ayudar con plantas y suplementos:
- Rompepiedras (lepidio): Es muy diurética y antiséptica. Se presenta en planta seca o extractos líquidos. Evítala si estás embarazada, durante la lactancia o si tienes problemas de tiroides.
- Mezcla de plantas: Combina rompepidedras (40%), cola de caballo (20%), tomillo (15%), abedul (15%) y semillas de lino (10%) y prepara una infusión con cuatro cucharadas en 1 litro de agua. Hierve 5 minutos a fuego lento, deja reposar, añade el zumo de un limón y una cucharada sopera de miel. Tomarlo durante todo el día por un periodo de dos semanas favorece la disolución de las piedras y facilita su salida. Además, ayuda a cicatrizar y desinfectar las pequeñas heridas que suelen aparecer al eliminarlas.
- Magnesio y vitamina B6: El magnesio citrato tiene un efecto preventivo frente a la producción de piedras en el riñón y se potencia al mezclarlo con vitamina B6 . Se utilizan de 200 a 400 mg de citrato de magnesio y de 25 a 50 mg de B6 . Evita tomarlos si padeces algún tipo de insuficiencia renal.