La inflamación del primer dedo del pie es el caso más habitual, pero la gota puede afectar a cualquier articulación.
Lo importante es que sigas las recomendaciones de tu médico, ya que, con un tratamiento correcto, la gota puede curarse.
- El objetivo principal es controlar los niveles de ácido úrico en sangre.
- Eso incluye cambios en la dieta: evita las vísceras, reduce la carne roja y el marisco, el alcohol, las bebidas azucaradas y la bollería industrial...
- Y practica ejercicio regularmente.
En caso contrario, pueden aparecer complicaciones no solo articulares, sino también orgánicas, principalmente cardiovasculares y renales.