Enjuagar los platos y otros errores que cometemos cada día al poner el lavavajillas

El lavaplatos puede ser un electrodoméstico muy útil, si lo sabemos usar bien. Si no, puede disparar la factura del agua y la electricidad. Un error muy habitual es enjuagar la vajilla antes de ponerla porque creemos que así se limpiará mejor. Pero hay otros errores a evitar.

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Lavavajillas errores

Si enjuagas primero, no dejas que el lavavajillas trabaje bien.

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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Desde que se han disparado las facturas eléctricas, del agua y del gas buscamos las mil maneras de rebajar los costes y no pasarnos en el consumo. Para ello no está de más repasar cómo se ha de utilizar el lavavajillas.

Parece sencillo, puesto que dejamos que lo hagan hasta los pequeños de la casa. Sin embargo, hay algunas falsas creencias que pueden hacer que estés gastando más que antes en lugar de ahorrar. Sigue leyendo que te vamos a sorprender.

Por qué no debes enjuagar antes los platos

Uno de los principales errores es desconfiar de la capacidad del lavaplatos para hacer su trabajo. Si no les pasamos algo de agua (y mejor con un poco de jabón) antes de meterlos en la bandeja del electrodoméstico, parece que va a tardar más en limpiarlos o no los va a dejar bien.

Los detergentes de lavavajillas están pensado para ayudarse de la suciedad para ser más eficaces

Esta costumbre de enjuagar antes no es necesaria por varios motivos.

  • Gastas mucha más agua. Si ya le estás pasando agua, algo que volverá a hacer el lavavajillas, estás multiplicando por dos el gasto. Un estudio de consumo establece que se pueden desperdiciar hasta 25 litros de agua al enjuagar previamente. No parece mucho una vez. Si lo haces cada día o más, multiplica.
  • Gasto energético extra. Si además los enjuagas con agua caliente, súmale el gasto de electricidad o gas que supone. Eso también se duplica, puesto que el lavavajillas usa agua caliente.
  • Engañas a la máquina. No todas, pero muchos lavavajillas tienen detectores para analizar el grado de suciedad a partir de los residuos en el primer lavado. Podemos interferir en el programa y que el aparato piense que ya está limpio, y por tanto no haga bien su función.
  • Entorpeces la labor del detergente. Los detergentes de lavavajillas son muy específicos. Están pensados para que reaccionen ante la suciedad y se “ayuden” de ella para ser más eficaces. Si además, previamente has usado otro detergente tradicional, pueden quedar restos que reaccionen con el del lavavajillas y entorpezcan su labor.

Qué pasa si hay restos de comida

Todos estos consejos son útiles para un uso habitual y normal del lavavajillas. Si hay muchos restos de comida o se han pegado, porque has utilizado el plato para cocinar o recalentar en el microondas, la cosa cambia.

El lavavajillas está pensado para una limpieza de grasa y pequeñas suciedades, no es una trituradora de comida. Si hay restos grandes se van a quedar en los filtros o dentro de la máquina y nos encontramos con un problema higiénico.

Por eso es importante que hagamos un uso con sentido común. Ese plato que sí está muy sucio respecto al resto o algún utensilio de cocina con restos pegados es conveniente que directamente lo lavemos a mano o cepillemos primero bien para quitar los restos de comida.

No utilices los programas largos

Algunos lavaplatos más potentes tienen programas específicos para eliminar todo tipo de restos incrustados. ¿Pregúntate si vale la pena estos programas más largos y con mucho más gasto energético y de agua solo por una o dos cacerolas?

Los estudios de consumo señalan que, en general, casi toda la vajilla y utensilios que metemos en el electrodoméstico van a quedar limpios con un programa corto. Además, las sartenes y otros accesorios para cocinar con antiadherentes no se recomiendan que se pongan en el lavavajillas porque pueden durar menos y perder su antiadherencia.

Si lavas solo con ciclos cortos, estará menos tiempo y en lugar de llenar la cubeta de agua cuatro o cinco veces, lo hará solo tres.

Si dispone de opción para saltarse el secado con calor, utilízala. El secado es la parte en la que hay un mayor gastos energético. Como se ha estado limpiando con agua caliente, basta abrir en seguida la puerta y se secará rápido con el aire fresco.

Otros errores al llenar el lavavajillas

Hay otros errores que los expertos en consumo detectan habitualmente al hacer encuestas sobre la utilización de estos electrodomésticos. Los más habituales son:

  • No confiar en el programa Eco. Es un programa pensado para reducir el gasto energético. Sin embargo, cuando vemos que va a estar funcionando mucho más rato, dudamos. Dura más, pero gasta menos. Eso es porque no fuerza las resistencias para que calienten más rápido el agua, lo que supone un gran gasto en electricidad.
  • No seguir las recomendaciones de colocación. El fabricante suele incluir en las instrucciones recomendaciones para colocar bien la vajilla. Si lo estudias bien, verás que te cabrán muchas más piezas. Un poco de tiempo ahora te ahorrará mucho en el futuro.
  • Poner el plástico en la parte inferior. En la parte de abajo hay más calor y puede deformarse. Además, muchas fiambreras de plástico no deben ir al lavaplatos, puesto que pueden desprender sustancias tóxicas. El más adecuado por resistente es el de PP número 5.