Parte de una dieta saludable consiste en utilizar técnicas de cocción que permitan mantener al máximo las vitaminas y minerales de los alimentos, sin añadirle grasas saturadas.
Además, al freír un alimento se produce una sustancia química llamada acrilamida. En 2015, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria confirmó que se trata de una sustancia cancerígena.
Las freidoras sin aceite utilizan aire caliente para cocinar los alimentos, lo cual permite reducir sustancialmente la cantidad de aceite utilizada. Así se puede disfrutar de platos que quizás bajo otro tipo de cocción aportarían hasta el doble de grasas saturadas.
Consumir en exceso alimentos con grandes cantidades de grasas saturadas puede aumentar tus valores de colesterol y triglicéridos en sangre, lo que supone un mayor riesgo cardiovascular.
Tanto el colesterol como los triglicéridos pueden acumularse en la arterias y provocar infartos o ictus. Las freidoras de aire pueden ser una gran alternativa para disfrutar de disfrutar de ciertos alimentos sin poner en riesgo la salud de tu corazón.
Si decides elegir alguna, nuestra recomendación es que sea libre de BPA, sin aceite y con diversos modos de cocción que te permitirán controlar mejor la temperatura.