6 formas de reducir gastos ahora para planificar unas buenas vacaciones

Los pequeños gastos diarios pueden desestabilizar tu economía, y más ahora que está todo por las nubes. Pero gastar menos es más fácil de lo que crees. Empieza ya tu plan de ahorro y tendrás más presupuesto para tus vacaciones de verano.

Actualizado a
Cómo reducir los pequeños gastos cotidianos

Llevarte el café en un termo en vez de tomarlo en el bar te ayudará a reducir los pequeños gastos cotidianos.

GettyImages
Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

¿Sabías que los pequeños gastos del día a día, conocidos también como gastos hormiga, pueden acabar sumando hasta un 15% del presupuesto del mes? Tal vez la cifra te sorprenda, pero si piensas en esos cafés de media mañana o de después de comer, o en la salida frecuente del trabajo para comprar algo de comida porque no has tenido tiempo de prepararte nada, verás que, poco a poco, vas sumando gastos. 

Al ser compras cotidianas (y no puntuales), aunque no supongan mucho dinero, si son frecuentes pueden acabar desestabilizando tu economía. Se calcula que prescindir de estos pequeños gastos puede hacerte ahorrar más de 100 euros al mes. 

Cómo reducir gastos cotidianos y ahorrar

La buena noticia es que detectar y poner freno a ese tipo de gastos puede ayudarte a ahorrar más de lo que crees, logrando, incluso, que tu hucha para las vacaciones esté cada vez más llena.

Puedes lograrlo con sencillas medidas como las siguientes.

1. Cómprate un termo para el café

Prepárate el café en casa a tu gusto (solo, con leche, con una bebida vegetal...) y llévatelo a la oficina en vez de tomártelo fuera a diario. Con un termo el café puede aguantarte caliente durante horas. 

2. Celebra el día de la comida compartida

Propón a tus compañeros de trabajo que cambiéis el menú de fuera de la oficina por una comida compartida, en la que cada uno cocine algo. Variarás tus menús y disfrutaréis, entre todos, de una propuesta especial y casera sin necesidad de ir al restaurante.

Y, si no tienes mucho tiempo para cocinar, practica el batch cooking (cocinar un día para toda la semana). Ahorrarás tiempo y dinero.

3. Deja de coger el coche para todo

Hacer algunos trayectos a pie, en bicicleta o en transporte público te permitirá gastar menos en gasolina y en aparcamiento, sobre todo si vives en una gran ciudad.

4. Antes de comprar algo, piénsalo bien

En muchas ocasiones, cuando vamos  a comprar algo concreto salimos de la tienda con muchas más cosas en la bolsa –quizá pequeñas y supuestamente baratas– y acabamos gastando mucho más de lo que pensábamos. Por eso, antes de pasar por caja pregúntate si realmente necesitas y vas a usar o no lo que quieres comprar.

Tampoco te dejes llevas por ciertas promociones en el súper, sobre todo las de alimentos muy perecederos o que caducan pronto, si no tienes claro que vas a usarlos en breve.

Planificar bien tus compras, con metas claras y definidas, te ayudará a que la suma del ticket sea más grande de lo que esperabas. 

5. Revisa tus gastos "fantasma"

Los gastos "fantasma" son aquellos pequeños gastos que se cargan de forma automática, mensual o anualmente, en tu cuenta bancaria. Se llaman así porque, al no realizarlos de forma activa, “no se ven” y puedes no acordarte de ellos a no ser que revises con detenimiento el extracto de tu cuenta. 

Son gastos muy comunes, como la cuota de ese gimnasio al que no vas nunca, o la de esa plataforma de streaming a la que hace meses que no entras. Pero también pagar una cuota premium por un servicio que no se usa demasiado o duplicar seguros (a veces pagamos por una misma cobertura en dos seguros distintos).

Con organización, se arregla, y te permite ahorrar también en este tipo de gastos. Evalúa si realmente los utilizas o necesitas, y crea estrategias para optimizarlos al máximo. Por ejemplo, en vez de pagar todas las plataformas de streaming a la vez, ve dándote de alta y de baja de la que te interese en función de lo que quieras ver. 

6. Anótalo todo para afinar el presupuesto

Para ser consciente de hasta qué punto estos gastos están minando tu economía, apúntalos en tu presupuesto mensual (llevar uno es la herramienta clave para controlar los gastos y ahorrar). Revisa el listado (y el gasto) a final de mes: te ayudará a reconocer la fuga de dinero. 

Resérvales una cantidad de dinero fija. Marca lo que quieres gastar en esas pequeñas cosas y cíñete a ello cada mes. Puedes sacar el dinero en efectivo y llevarlo en un monedero aparte, o activar una tarjeta prepago (funciona como la de débito, con la diferencia de que tienes que recargarla antes). En este último caso, asegúrate de que el banco no te cobra comisión. 

El resto, ahórralo. Aunque no sea demasiado dinero, la cifra total irá aumentando mes a mes, y podrás echar mano de esos ahorros cuando los necesites, por ejemplo para disfrutar de tus próximas vacaciones