Buscando el bienestar de las mujeres con cáncer de mama, vamos a plantear una serie de medidas que permitan disminuir las complicaciones derivadas de los tratamientos oncológicos en la piel.
¿Por qué es importante cuidar la piel durante el tratamiento oncológico?
La piel es una barrera de defensa y, si se altera, podría generar problemas a nivel local y en otras zonas ya que el sistema inmune cutáneo está conectado con el resto del cuerpo.
Además, regula la temperatura, la hidratación e interviene en el metabolismo. Sin olvidar que su buen aspecto beneficia la autoestima, lo que mejorará el bienestar personal. Por ello, fomentar el cuidado de la piel facial y corporal es clave como parte del proceso.
Alteraciones de la piel más frecuentes en oncología
Las alteraciones de las mucosas de la boca son muy frecuentes y dan lugar a enrojecimiento, quemazón y úlceras. Para prevenirlas, extrema la higiene para evitar infecciones pero siempre con cepillos suaves para no causar heridas.
- Para aliviar esta mucositis te vendrá bien aplicar gel o spray con ácido hialurónico. Estos productos forman una película de efecto barrera que protege la mucosa oral y acelera su reparación.
- Utiliza enjuagues tantas veces como necesites para aliviar molestias. Puedes usar solución salina o colutorios específicos.
- Los caramelos y chicles sin azúcar te vendrán bien para estimular la producción de saliva. Puedes seguir con tu dieta habitual pero evita el picante, los salados o cítricos que puedan escocer. También debes beber mucho líquido con pajita si te molesta.
Continuamos con la piel seca, que puede originarse tanto por la enfermedad como por la quimio. La piel seca se deshidrata, perdiendo brillo y elasticidad, por lo que es más susceptible a sufrir heridas por cualquier roce.
- Para la prevención de la piel seca comenzamos con las duchas. La higiene es importante pero las duchas deben ser cortas y con agua tibia. No frotes con la esponja ni con la toalla al secar. En su lugar, da suaves golpecitos.
- No uses geles con detergentes o pH básico. Mejor, usa limpiadores oleosos o con glicerina de pH cinco punto cinco.
- Después, hidrata la piel. Para zonas extensas puedes aplicar emulsiones o lociones más fluidas; para tratar la sequedad localizada puedes usar crema e, incluso, ungüentos. Evita los que lleven perfumes.
- Las prendas de algodón y holgadas ayudarán a mejorar la transpiración y a prevenir rozaduras y picor.
- El picor de la piel también es común y, normalmente, es consecuencia de la sequedad. Pero en otros casos se debe al tratamiento o a la afección de órganos internos. Las recomendaciones anteriores ayudarán a prevenirlo, pero si se debe a otras causas podría necesitar tratamiento farmacológico específico.
También pueden aparecer úlceras, sobre todo, úlceras por decúbito, que es una herida por la presión mantenida en una zona por haber estado inmovilizado mucho tiempo.
Para evitarlas, hay que realizar cambios de posturas y usar cojines o colchones antiescara que minimicen el roce. En las zonas más propensas, puedes aplicar cremas específicas. Si aparece con dolor y olor hay que consultar al médico.
El pelo durante el tratamiento oncológico
El pelo es una de las grandes preocupaciones de los pacientes con cáncer. Aunque la mayoría, no todas las quimioterapias inducen a alopecia. No obstante, pregunta a tu oncólogo si en tu caso está previsto. Si ocurre, es normal que te impacte, pero no olvides que será transitorio y el pelo volverá a crecer.
A día de hoy no podemos prevenirlo pero si llevara unos cuidados cuando el pelo caiga. Si te decides a usar pañuelo, escoge de algodón que el tejido se tolera mejor y se desliza menos que otros.
Si te decantas por pelucas, escoge las que se amoldan con gomas o siliconas, que no se adhieran con adhesivos que pueden provocar irritaciones.
Pero recuerda que debes airear el cuero cabelludo al menos seis horas al día para favorecer la transpiración en la zona.
Si no te cubres, aplica protección solar 50 con filtros físicos.
Cuando el pelo empieza a crecer, lávalo con champú suave de pH cinco punto cinco y después hidrata bien el pelo y el cuero cabelludo. Este es el momento de empezar a usar productos revitalizadores.
Evita el calor excesivo del secador y tratamientos o tintes irritantes. Si te apetece teñirte puedes hacerlo pero escoge tintes suaves hipoalergénicos con pH neutro para cabellos y pieles sensibles.
Las cejas y pestañas también pueden caer pero tenemos como aliado al maquillaje hipoalergénico y para piel sensible. Te recomiendo que empieces a practicar el maquillaje de cejas antes de que estas caigan para acostumbrarte a simular su forma original.
Evita las prótesis de cejas y pestañas porque el pegamento puede irritar tu piel. El maquillaje hipoalergénico es mejor opción. Ya verás que cogerás el truco rápido y queda genial.
¿Qué pasa con la depilación? Puedes hacerlo pero mejor con maquinilla y después de la ducha con la piel hidratada.
Cuidado de las uñas durante el tratamiento de cáncer
Vamos acabando con las uñas, que también se alteran mucho por la quimio. Córtalas con cuidado y mantenlas hidratadas con aceites o esmaltes endurecedores.
Puedes pintarlas pero con esmaltes hipoalergénicos, que no contengan toluol, formaldehídos o parabenos.
Para quitar el esmalte debes usar quitaesmaltes suaves, hipoalergénico y sin acetona. Y no uses quitacutículas ni utensilios metálicos que puedan provocar heridas.
Cómo cuidar la piel del rostro durante el tratamiento
Acabamos con la piel del rostro, que se volverá más sensible. Por ello, hay que escoger muy bien los productos.
Para limpiar usa un limpiador sin jabón y suave. En este periodo evita exfoliantes y activos agresivos.
Continúa hidratando con cremas específicas para piel sensible.
Después puedes maquillarte, pero con productos hipoalergénicos. Tienes opciones variadas en la farmacia que son seguras y con las que te verás genial.
Incluso hay cursos y talleres específicos de maquillaje correctivo que te ayudan a aplicarlos con soltura y de forma personalizada. Pero insisto, el maquillaje debe ser específico para piel sensible, de alta tolerancia a hipoalergénico.
Es importante atender el cuidado de la piel desde el inicio del tratamiento, durante y después para contrarrestar y evitar posibles efectos adversos en la piel. Pero ¡importante! siempre entendido como un rato agradable dedicado al mimo y al cuidado personal.