El verano es, sin duda, la época del año en la que el cabello puede sufrir más. La acción de los rayos UV, del cloro de las piscinas y de la sal del mar castigan la fibra capilar y la deterioran. Pero si pones en práctica los siguientes consejos, tu cabello estará protegido y no tendrás que recurrir a un drástico corte para sanearlo tras las vacaciones.
1. elige un tinte más oscuro para que no se aclare en exceso
El cabello teñido es el que "peor lo pasa" en verano: se aclara 1 o 2 tonos por la acción de los rayos UV, el cloro de las piscinas le da reflejos verdosos...
Evita los tintes con matices rojizos porque son los que antes desaparecen con el sol
- Para compensarlo, pide a tu peluquero que te oscurezca el color un tono o medio. Y, entre tinte y tinte, usa un champú repigmentante para reavivar el tono.
2. Repasa las puntas y sanea el cabello
El clásico consejo para lucir una melena sana es todavía más efectivo antes de empezar las vacaciones.
- Si llevas el pelo largo corta las puntas que estén deterioradas. De lo contrario, se dañarán aún más a causa del sol, y todo el pelo se verá más estropeado.
3. Protege tu pelo de los rayos UVA y UVB
El cabello, al igual que la piel, también sufre cuando se expone al sol porque carece de mecanismos de defensa. Por eso se reseca, se vuelve quebradizo y el color se aclara. El fotoprotector capilar se convierte, por tanto, en tu aliado para bloquear gran parte de las radiaciones.
Los fotoprotectores capilares en aceite impermeabilizan el cabello
- Elige bien. El aceite es la mejor opción si tienes el pelo grueso y estás en la playa (de hecho, puedes usar el mismo producto que usas para el cuerpo). En la ciudad, es preferible una crema o un fluido sin aclarado. En cambio, si tu pelo es fino te gustarán los sprays extraligeros tipo velo y bruma, que no apelmazan ni dejan residuo.
4. Coge tu sombrero si vas a estar horas fuera
El fotoprotector capilar puede ser insuficiente si pasas varias horas bajo el sol (en la playa, la montaña...). La mejor solución en estos casos es ponerte una gorra o un sombrero, que hace de escudo frente a los UVA y UVB.
Si tienes el cuero cabelludo sensible y/o el pelo muy fino, lleva gorro también en la ciudad si vas a pasar mucho tiempo al aire libre.
5. Limpieza extrasuave ahora más que nunca
En verano el pelo se lava con más frecuencia. De ahí que necesites un champú bastante más suave.
- Fórmula a medida. Las líneas solares para el pelo incluyen champús ideales para esta época con una base lavante que no reseca la fibra capilar, filtros solares y sustancias antioxidantes e hidratantes.
6. Toma medidas para que no se reseque
El sol puede llegar a deshidratar mucho el pelo, pero puedes evitarlo con las medidas oportunas.
- Dúo mascarilla + aceite. Te conviene si tu cabello está extremadamente áspero. En la palma de la mano, mezcla unas gotas de aceite capilar con tu mascarilla y aplícala por toda la melena. Deja actuar 15 minutos y retira con agua.
- Resalta el brillo. En la última agua de aclarado añade unas gotas de vinagre o de zumo de limón. El pH ácido cierra las cutículas, lo que ayuda a retener los pigmentos del color y además aumenta el reflejo de la luz, es decir, el brillo del cabello.
7. Controla (de verdad) el encrespamiento
Si la humedad es alta el pelo gana mucho volumen, y si el clima es seco se electriza.
- Antes de salir a la calle pulveriza el spray capilar solar. Mantiene las cutículas aplanadas evitando que el pelo pierda agua o la absorba del ambiente.
8. Dale vacaciones y apuesta por un peinado más natural
El verano está para descansar, así que relájate también en los asuntos capilares.
- La laca contiene un alto porcentaje de alcohol y, por lo tanto, reseca. No la utilices a menudo en verano.
- El secador y las planchas calientan la queratina capilar hasta 230º. Este daño se suma al que ya produce el sol. Es mucho mejor que dejes secar el pelo al aire libre.