El objetivo número 1 del fotoprotector es evitar el efecto dañino de la radiación solar en nuestra piel. Y a falta de un fotoprotector específico para el rostro, obviamente es mejor ponerse uno corporal que nada.
Sin embargo, a la hora de preparar tu neceser obligado de verano, vale la pena que inviertas en una crema solar protectora específica para el rostro.
Tal y como nos explica Mª José Tous, farmacéutica y fundadora de Laboratorios Kosei, los beneficios son varios y tu piel lo agradecerá.
solares faciales contra el envejecimiento prematuro
Una buen protector facial ofrece una muy alta protección del espectro de radiación solar más dañino para la piel.
Protegen tanto de la radiación UVB como UVA
Para que esto sea así, el símbolo UVA debe llevar un círculo alrededor según la normativa europea (fíjate bien porque no todas las cremas llevan este símbolo).
- Una protección UVA eficaz es muy importante en el caso del rostro porque los rayos UVA no solo provocan quemaduras como los UVB, sino que penetran en las capas profundas de la dermis y destruyen el colágeno y la elastina, provocando envejecimiento prematuro de la piel.
También protegen de la luz visible o luz azul
Un buen solar facial incluye antioxidantes como las células madre de uva o la vitamina E que protegen la piel de la llamada luz visible o luz azul.
- Este tipo de radiación favorece la aparición de manchas, arrugas, flacidez y envejecimiento del rostro.
"Se habla mucho, y más ahora tras el confinamiento, del efecto nocivo de las pantallas por la luz azul que emiten, pero no hay que olvidar que el principal emisor de este tipo de luz es el sol, por eso es importante que las cremas incluyan antioxidantes que protejan de esta radiación", aclara la fundadora de Laboratorios Kosei.
Aparte de los antioxidantes, otro activo que protege de la luz azul es el óxido de hierro, que se halla en los protectores faciales con color.
En este sentido, la fundadora de Kosei alerta que "normalmente las mujeres suelen ponerse una capa fina de este tipo de productos y esto puede servir para el día a día, pero no para ir a la playa o a la piscina. En ese caso, lo mejor es utilizar un protector sin color como base y encima el protector con color".
son cremas más ligeras y menos pringosas
La piel del rostro es más grasa que la del resto del cuerpo, por eso no necesitas un protector tan emoliente como los del cuerpo
que suelen ser más untuosos, densos... En definitiva, que van perfecto para las piernas porque las hidratan, pero
- Además, muchos protectores corporales son tan grasos que si tienes tendencia a sufrir granitos el problema puede empeorar.
Sin embargo, los protectores solares faciales suelen ser:
- De textura ligera, fácil absorción y efecto mate. "Se utilizan aceites que no dejan un efecto graso y llevan ingredientes como la sílica que absorben el sebo y el sudor para evitar brillos, y además dejan un acabado aterciopelado", explica Mª José Tous.
Filtros eficaces sin rastro blanco
Los solares para el cuerpo con protección muy alta suelen incluir filtros físicos que son muy eficaces para no quemarte al tomar el sol, pero en el rostro:
- Dejan una capa blanquecina untuosa que resulta un tanto antiestética.
- Pueden obstruir el poro y dar la sensación de que la piel no respira.
- Al presentar estas incomodidades al usarlo en la cara, "se tiende a poner poca cantidad y eso es un gran error porque el protector hay que usarlo generosamente", alerta Tous.
Según la fundadora de Kosei, "lo ideal es que los protectores solares faciales contengan una combinación equilibrada de filtros físicos y químicos para obtener una protección efectiva y que, a la vez, resulte cómoda para la piel del rostro".
la cantidad de crema que necesitas
Los expertos aconsejan aplicar 2 mg de protector solar por cada cm2 de piel.
- Aplicado al rostro, este valor equivaldría a una cucharada de café.
- Es muy importante renovar el protector solar cada dos horas o cada vez que te bañas.
La fotoprotección oral, muy adecuada para el rostro
Este tipo de productos están formulados con antioxidantes y, si bien no te evitan de usar un protector solar tópico, sí combaten el daño que los radicales libres provocan en el cutis a causa de la exposición solar.
Deben tomarse tres o cuatro semanas antes de la exposición solar, así como durante la exposición y también después.