La urticaria es un problema de la piel que suele ir ligado a un picor intenso.
Se estima que hasta un 20% de la población sufrirá urticaria en algún momento de su vida. Esta afección de la piel se caracteriza por molestos granitos que causan picor y una necesidad irrefrenable de rascarse. Puede aparecer por muchas causas, pero el frío es una de ellas por lo que en invierno aumentan los casos.
Según su origen, la urticaria puede desaparecer por si sola en unas pocas horas o días, o bien, mantenerse durante semanas.
las señales de la urticaria
La urticaria se manifiesta en la piel en forma de rojez e hinchazón con pequeños abultamientos (ronchas de menos de 1,5 cm de anchura) y un picor intenso en la zona afectada.
Dónde aparece la urticaria
La ronchas que provoca la urticaria afectan principalmente a párpados, labio, lengua o la zona genital. En ocasiones también puede aparecer en el tórax, el abdomen o los brazos.
Cómo evoluciona la urticaria
Las ronchas por urticaria suelen cambiar rápidamente; se agrandan, se diseminan y en muchas ocasiones desaparecen o reaparecen en minutos u horas.
causas de urticaria
Esta alteración dermatológica puede tener muchos orígenes y en ocasiones es difícil identificarlo. Observar en qué situaciones suele aparecer te ayudará a averiguar qué la causa.
- Reacción alérgica. Lo más habitual es que la urticaria aparezca por una reacción alérgica ya que cuando el organismo detecta una sustancia invasora libera histamina, que provoca picor e inflamación en la piel. No obstante,
- El frío intenso repentino o mantenido es otra de las principales causas de urticaria en invierno. El frío reduce la producción de grasa de la piel, con lo que se deshidrata y es mucho más vulnerable.
- Exponerse a temperatura elevadas y al sol sin protección también puede desencadenar urticaria.
- El contacto con el agua (urticaria acuagénica) también puede causarla.
- Incluso el ejercicio físico pueden desencadenar una urticaria.
Alergias habituales que pueden provocar urticaria
- Algunos alimentos (como los pescados y mariscos contaminados con anisakis, los frutos secos, las fresas o los melocotones...) provocan reacción en algunas personas y al liberarse la histamina aparece la urticaria.
- Sustancias como el látex o algunos conservantes de los alimentos también pueden provocar reacciones en la piel de las personas predispuestas a ello.
- Fármacos como la penicilina o el ácido acetilsalicílico pueden causar alergia y provocar, entre otros síntomas, la aparición momentánea de urticaria en la piel.
Qué enfermedades pueden provocar urticaria
No es lo más frecuente pero existe un tipo de urticaria asociada a algunas enfermedades crónicas importantes, como el lupus eritematoso sistémico o algunos trastornos de origen autoinmune que afectan a la glándula tiroides (tiroiditis de Hashimoto, por ejemplo).
Sin embargo, en estos casos suele ser relativamente fácil conocer el motivo, dado que son enfermedades bastante sintomáticas.
Cuando ir al médico
Toda urticaria que se mantiene durante un periodo menor a seis semanas se considera aguda. Suele curarse sola pero si perdura durante más tiempo (lo que sería una urticaria crónica), las molestias son difíciles de sobrellevar o se da una dificultad respiratoria asociada, conviene acudir al especialista:
El médico suele reconocer esta lesión con una simple exploración física y sin necesitar pruebas o tests de laboratorio ya que las lesiones cutáneas que provoca la urticaria son muy fáciles de identificar.
Solo se recurre a pruebas complementarias si hay que descartar que el causante sea un trastorno de salud oculto y más serio que requirera tratamiento concreto.
Cómo se trata la urticaria
Pese a que se puede prescindir de la medicación, lo cierto es que una urticaria normalmente va ligada a un intenso picor. Por ello, lo más habitual en estos casos es recurrir a un tratamiento que alivie esa molestia. Pero recuerda que siempre debe ser el médico quien lo recete:
- Cremas: La piel es muy agradecida en ese sentido ya que la mayoría de patologías que la afectan se pueden tratar con una crema y los resultados son rápidos (en este caso una hidratante o corticoides si el picor es fuerte). Va bien si las lesiones son pequeñas y localizadas.
- Fármacos orales: Cuando la zona afectada es muy amplia o el problema recurrente se puede complementar el tratamiento tópico. Los antihistamínicos son los de primera elección porque son los más suaves y con menores efectos secundarios asociados. Los corticoides orales son la última opción.
- Remedios naturales: Los preparados en forma de infusiones de grosellero negro, llantén o agrimonia, por ejemplo, bebidos o también aplicados tópicamente (cataplasmas) pueden ayudar a aliviar los molestos síntomas.