En enero y en septiembre hay un aumento de matriculaciones en los gimnasios y centros deportivos pero al cabo de 6 meses, el 30% lo ha dejado.
Disponer de horas libres es importante para convertir el ejercicio en un hábito más, pero hay que tener en cuenta también otros factores. En enero y en septiembre los datos demuestran que hay un aumento de matriculaciones en los gimnasios y centros deportivos ya que hay épocas del año que se relacionan más con el inicio de la actividad física. Tras el verano, por aquello de retomar la rutina después de vacaciones (y compensar los excesos) y a principio de año, un poco por la misma razón: cumplir unos propósitos de año nuevo y también compensar las comidas extra de las fiestas.
La razón que nos lleva a plantearnos el inicio de cualquier actividad deportiva pueden ser varias, el problema es que abandonar tras el primer impulso también es algo muy fácil. Se empieza con ganas y fuerza de voluntad que poco a poco va perdiendo fuelle y de todos los que en enero empezaron una actividad física, al cabo de 6 meses el 30% ya no la siguen.
Te recomendamos que pongas en práctica el siguiente plan porque, con determinación y constancia lograrás, por fin, convertir el ejercicio en un hábito de tu día a día.
APUNTA loS OBJETIVOS qué quieres conseguir
Hacer deporte está de moda y es bueno para la salud. Pero estos motivos tan vagos no suelen bastar para afianzar un hábito. Plantéate por qué quieres hacer ejercicio. Deben ser objetivos concretos (perder un par de kilos, regalarte un rato para desconectar de la rutina, bajar tus niveles de colesterol, reducir el estrés, bajar la tensión, aprender una nueva actividad que no conocías…). Apúntalos en un papel y ponlos en un lugar visible porque leerlos de nuevo te ayudará a no tirar la toalla a la mínima de cambio.
VALORA TU ESTADO real DE FORMA física antes de empezar con el ejercicio
Es importante ser realista. Si justo has empezado a hacer ejercicio hace poco, o no has logrado aún la constancia necesaria para que se convierta en una rutina, de nada te servirá plantearte retos que no están a tu alcance a corto plazo (correr una maratón, ir al gimnasio cada día y hacer dos clases seguidas…). Aunque te tengas que esforzar un poco, un sobreesfuerzo mantenido no te conviene: es uno de los principales motivos que te puede llevar a abandonar.
¿Te aburre el ejercicio? Plantéate nuevos retos
Si tu problema es que acabas abandonando el ejercicio porque te aburres, busca que tu rutina de entrenamiento sea más variada. Plantearte objetivos diferentes en función del momento puede ayudarte a conseguirlo. Por ejemplo, un día puedes marcarte el reto de hacer una tabla de ejercicios para mejorar tus glúteos. Y otro, el de moverte un poco más para quemar los excesos de una comida familiar. “Excusas” para hacer deporte hay muchas: encontrarlas, en gran parte, depende de ti.
Escoge un horario que de verdad encaje en tu día a día
¿Tienes poco tiempo y muchas obligaciones? Plantéate de verdad cuándo puedes dedicar un rato a entrenarte: lo ideal sería hacerlo cómo tres días a la semana. Si te resulta imposible baja la frecuencia a 2 días pero cumple con ello. Y si 2 días no los puedes encajar de ninguna forma, empieza con una actividad de1 día a la semana para que el ejercicio forme parte de tu vida y ya después, cuando sea un hábito, ya lo irás aumentando. La clave es empezar con lo que sea.
Si tu horario no es realista con tu vida diaria seguro que el plan deja de funcionar. Más vale empezar con poco pero continuo que marcarte un objetivo que no podrás cumplir.
Busca el mejor momento para ti: puedes guardar un rato al mediodía, a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Otra opción es aprovechar tus desplazamientos para ir en bici, caminar a paso vivo… Si tienes muy poco tiempo, incluso puedes hacer una tabla de ejercicios en casa, pero incluso para eso debes marcarte un horario.
Acierta al escoger tu actividad física que vas a hacer
No te dejes guiar por lo que les gusta a tus amigas o lo que está de moda porqué lo que hagas debe gustarte a ti y debe adaptarse a tu forma física. Una de las claves para no abandonar es que lo que hagas te motive, por eso es tan importante que el ejercicio se adapte a tus gustos.
Debes valorar si prefieres un espacio cerrado como un gimnasio o practicar alguna actividad al aire libre; si quieres hacerlo tú solo o con otras personas (pádel, tenis, deportes de equipo...). Cuanto más se adapte a tus gustos y a tu carácter más te motivará a no dejarlo.
plantéate la opción de tener un entrenador personal
¿Lo has intentado mil veces pero no hay manera de conseguir que el deporte forme parte de tu día a día? Si es así, tal vez te sería muy útil la ayuda de un entrenador personal. Al quedar con él, te sentirás más comprometido a acudir a la cita. Y, además, podréis elaborar un plan totalmente adaptado a tu tiempo, gustos y preferencias. Puedes probarlo durante unos meses y, una vez hayas afianzado el hábito, te será mucho más fácil hacer deporte por tu cuenta.
Y no solo en el gimnasio puedes contar con asesoramiento de un entrenador. Si lo tuyo es el aire libre ahora hay muchos entrenadores que hacen actividades dirigidas en espacios abiertos como los parques, una opción que puede ser un extra de motivación.