Por qué (y cómo) un deportista de élite tiene que trabajar su inteligencia deportiva

Se entiende como inteligencia deportiva a la capacidad de comprender lo que está sucediendo durante una competición. Potenciarla ayuda a gestionar el fracaso y el éxito, y a conocernos a nosotros mismos y a los compañeros, lo que puede ser útil en otros ámbitos de la vida.

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Rafa Nadal en la rueda de prensa tras caer eliminado del Open de Australia.

Nuria Blasco

Periodista

"Estoy cansado y frustrado por estar en procesos de recuperación de lesiones en gran parte de mi carrera. Pero siempre lo he aceptado. No puedo decir que no estoy mentalmente destrozado porque estaría mintiendo. Puedo venir aquí y decir que la vida es fantástica y que hay que mantenerse positivo, pero no lo voy a hacer ahora. Es un momento y un día duro y lo acepto porque hay que seguir". Estas han sido las palabras del tenista Rafa Nadal tras caer eliminado del Open de Australia. Esta actitud demuestra que Rafa es uno de los deportistas de élite que trabaja su inteligencia emocional deportiva.

Cuando se desarrolla una actividad deportiva, especialmente en una competición, entran en juego multitud de factores que pueden determinar el éxito o fracaso. No se trata únicamente de un aspecto físico, sino que los aspectos intelectuales y cognitivos también son esenciales en esta materia.

Esto es lo que se conoce como inteligencia deportiva: la capacidad de comprender lo que está sucediendo en el contexto deportivo y la toma de decisiones en consecuencia.

La inteligencia deportiva puede ser desarrollada por cualquier persona que practique un deporte, ya sea aficionado o profesional pero en los deportistas de élite es especialmente importante.

Javier Pérez, director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo, nos cuenta en qué se basa la inteligencia deportiva y cómo podemos potenciarla.

Qué es la inteligencia deportiva

“La inteligencia deportiva es la capacidad que muestra una persona en el entorno deportivo a la hora de comprender qué está sucediendo en lo referente a las reglas del deporte en cuestión, cómo interpreta las situaciones de juego o cómo lleva a cabo la toma de decisión en acciones concretas”, explica Javier Pérez.

  • Comprender las reglas de cada deporte, sus normas, la interpretación de situaciones y la toma de decisiones en consecuencia, así como la adaptación a las capacidades de cada deportista, forma parte del desarrollo de la inteligencia deportiva.
  • Entrenarla o potenciarla nos puede beneficiar en la mejor gestión del éxito y del fracaso, también en el autoconocimiento y el respeto por uno mismo y por los compañeros. Todo ello potenciado desde el ámbito deportivo es extrapolable a otros contextos personales.

“La inteligencia deportiva tiene gran transferencia a ámbitos como el personal o el laboral donde la capacidad de análisis y percepción de una situación compleja, la agilidad y adecuación en la toma de decisión y la fortaleza con la que asumes un reto y te sobrepones a las dificultades son factores esenciales en el desarrollo de cada persona dentro y fuera de la cancha”, asegura el director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo.

Cómo se puede entrenar la inteligencia deportiva

Se debe entender este tipo de inteligencia como un proceso que contiene varios momentos como:

  • La preparación.
  • La capacidad de dirigir tu atención y pensamientos.
  • La motivación.
  • La relajación.
  • La resiliencia.

Todo ello se puede entrenar. ¿Y de qué manera se hace?

“El desarrollo deportivo de un deportista se basa en el entrenamiento, el cual dirigido por un profesional debe componer el aprendizaje no solo de tareas motrices sino también el desarrollo de la inteligencia deportiva a través de estrategias que involucren al deportista como protagonista".

"El deportista deberá resolver situaciones guiadas por el entrenador a fin de mejorar aspectos como la interpretación acertada de una situación de juego o la toma de decisión correcta en momentos clave de la competición”, explica Javier Pérez.

En qué tipos de deporte se puede desarrollar

La inteligencia deportiva fomenta la capacidad cognitiva fundamental en personas con y sin discapacidad que practican deporte en diferentes contextos.

Según la disciplina deportiva, la importancia entre lo físico y lo intelectual varía ya que, por ejemplo, en pruebas de atletismo, como los 100 metros lisos, las condiciones físicas son lo más determinante. En cambio, en los deportes colectivos ocurre lo contrario, con gran predominancia del aspecto cognitivo.

“La variedad de deportes, de niveles de competición y de perfiles de deportistas, hace que las variables que puedan afectar sean muchas y que dependan de las características intrínsecas de la modalidad deportiva como punto de partida, siendo en todos los deportes determinante para acercarse al éxito o fracaso del deportista”, explica Javier Pérez.

Esto, en deportistas con discapacidad, tiene especial relevancia y debe ser trabajado desde la iniciación en todos los deportes.

¿Cómo se aplica?

Durante la práctica de deporte, las personas se exponen a situaciones inesperadas, a decisiones que deben tomar, a cierta presión ambiental y/o a la coordinación con compañeros con los que deben fomentar una buena comunicación.

  • En deportes de equipo como el baloncesto o el fútbol, la inteligencia deportiva se aplica en cada acción de juego colectiva de ataque y defensa.
  • Igualmente, en un deporte como el tenis donde la exigencia psicológica es muy alta, es fundamental aplicar una buena dosis de fortaleza mental puesto que el éxito o el fracaso dependen en muchas más ocasiones de aspectos cognitivos que físicos.
  • Además, en personas con discapacidad intelectual, aplicar ejercicios donde se trabaje la inteligencia deportiva desde el enfoque lúdico y participativo, genera una respuesta muy positiva en su desarrollo intelectual.

¿Quién puede ayudarnos a desarrollarla?

“Según el contexto en el que te encuentres, puede que cuentes con la posibilidad de tener cerca un coach que propicie tu mejor versión, puede también que tu entrenador sea un perfecto aliado para el desarrollo de tu inteligencia deportiva".

"Y, aunque el enfoque de tu entrenador, tu coach, tu preparador físico o tu psicólogo deportivo puede darte las claves del éxito, debes tener claro que el punto de partida está dentro de ti”, asegura Javier Pérez.

Si hablamos de personas con discapacidad intelectual sí se debe contar con una persona formada que sepa transmitir y comunicarse de la manera adecuada con cada deportista.

Empezar a potenciarla durante la infancia

Es fundamental potenciar este tipo de inteligencia desde pequeños, ya que los niños tienen una capacidad de aprendizaje muy superior a los adultos y utilizan el deporte como medio de desarrollo personal, físico y social.

“No debemos desaprovechar un medio tan potente como el deporte para fomentar la capacidad intelectual de los niños, aprendiendo a competir con la bandera del ‘fair play’ (juego limpio) y comprendiendo la importancia del liderazgo y el trabajo colectivo para la consecución de metas”, explica el director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo.

Así, una de las mejores formas de trabajar la inteligencia deportiva en la infancia es a través de los deportes de equipo por sus características, al plantear el éxito y el fracaso individual y colectivo, así como el planteamiento de metas.