Los anabolizantes se suelen tomar para aumentar la masa muscular de forma rápida pero pueden generar dependencia.
El consumo de anabolizantes cada vez está más extendido entre los hombres jóvenes. Los toman con el objetivo de aumentar la masa muscular de forma rápida pero pueden provocar efectos secundarios graves y generar dependencia.
Un estudio epidemiológico a gran escala publicado en Performance Enhancement & Health ha analizado datos de adolescentes y adultos jóvenes canadienses y ha concluido que el uso de anabolizantes está más extendido de lo que las autoridades sanitarias creen entre jóvenes que no son ni culturistas ni deportistas de élite y que tienen conductas de riesgo en el uso de estos productos.
Otra investigación del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) realizada por el grupo del Dr. José Vicente Castell en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia y publicado en Archives of Toxicology ha demostrado que, más allá de los problemas de erección o agresividad que pueden provocar los esteroides anabólicos, estos productos pueden dañar seriamente el hígado.
Qué son los anabolizantes
Los esteroides anabólicos son versiones sintéticas (artificiales) de la testosterona, la principal hormona sexual en los hombres. Esta sustancia es necesaria para desarrollar y mantener determinadas características sexuales masculinas, como el crecimiento muscular, el vello facial y la voz profunda.
Los médicos pueden recetar esteroides anabólicos para tratar algunos problemas hormonales en los hombres, como el retraso de la pubertad y la pérdida muscular producida por determinadas enfermedades como el cáncer o el sida, pero algunas personas hacen un mal uso de este producto.
Los anabolizantes generan dependencia
El estudio publicado en Performance Enhancement & Health estudió los casos de más de 2.700 adolescentes y adultos jóvenes canadienses y concluyó que un 1, 6% toman anabolizantes sin ser deportistas y el 82% son hombres. Un 25% de los que reconocieron haber tomado anabolizantes experimentaron un fuerte deseo de tomarlos de nuevo o los usaron durante un tiempo más largo de lo previsto inicialmente. Además, 1 de cada 6 siguieron tomándolos a pesar de los problemas físicos o psicológicos recurrentes que sufrieron.
"En general, casi 1 de cada 4 usuarios de esteroides en nuestro estudio tenían una dependencia de esteroides moderada o grave", afirma el profesor Kyle T. Ganson, autor del estudio. "Los usuarios de esteroides también experimentaron efectos secundarios adversos, incluidos cambios de humor, insomnio, aumento de la presión arterial, acné y niveles anormales de colesterol, lo que subraya aún más la naturaleza potencialmente dañina de estas sustancias", añade.
El estudio también encontró que los usuarios de esteroides eran más propensos a consumir marihuana y otras sustancias ilícitas, como cocaína, estimulantes, MDMA y psilocibina
Hombre joven que va al gimnasio: principal consumidor de anabolizantes
El estudio del Dr. José Vicente Castell realizado en España confirma aún más lo perjudiciales que pueden ser los anabolizantes si se toman sin control. "La alarma acerca de los esteroides anabólicos saltó tras observar varios casos de gente joven que llegaron a nuestro hospital con un cuadro hepático muy grave por haber tomado epistane, un tipo de esteroide retirado hace tiempo por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Algún caso fue tan grave que estuvo a punto de necesitar un trasplante hepático",explica el Dr. Castell, especialista en enfermedades hepáticas y digestivas.
A raíz de lo sucedido, al equipo del Dr. Castell emprendió la investigación de estas sustancias con el fin de descubrir cómo actúan y sus consecuencias para el hígado. El estudio se ha realizado utilizando células hepáticas en cultivo, cosa que ha permitido simular lo que le puede ocurrir a un hígado humano si se toman esteroides anabólicos.
Cómo pueden afectar los esteroides anabólicos al hígado
La toma de anabolizantes no solo puede aumentar la agresividad en el hombre o provocar problemas de erección (los testículos no segregan testosterona al detectar que el organismo ya tiene suficiente), también puede dañar seriamente el hígado. Petar Petrov, primer firmante del estudio, nos explica como actúan estas sustancias a nivel hepático:
- Aumentan la síntesis endógena de ácidos biliares, es decir, de bilis. Los ácidos biliares son moléculas que nuestro hígado secreta y se liberan en el intestino con el fin de facilitar la absorción de las grasas. De hecho, vienen a ser como un "detergente" natural que, en concentraciones normales, son completamente inocuos y su función es bien conocida.
- Provocan un taponamiento. Además de aumentar la producción de bilis, hacen que esta se acumule en el hígado y en la sangre en lugar de dirigirse al intestino, provocando un cuadro que se denomina colestasis. Petar Petrov utiliza un símil muy gráfico para entenderlo: "Los ácidos biliares, fuera de lugar, son perjudiciales para la salud. Es como tener lavavajillas en la sangre".
Un problema añadido de la colestasis (la bilis se acumula en el hígado y el torrente sanguíneo) que provocan los esteroides anabólicos es que el daño perdura incluso meses aunque se deje de tomar la sustancia. Según el Dr. Castell, esto puede ocurrir por dos motivos:
Probablemente la sustancia se acumula en el hígado y no se elimina fácilmente. Otra posibilidad es que el esteroide provoque cambios epigenéticos, es decir, cambios en la expresión o forma de comportarse de los genes. Es como si la sustancia dejara una especie de marca o huella en los genes provocando que, a partir de ese momento, la producción de bilis no funcione bien y tarde un cierto tiempo en recuperarse
Qué consecuencias tiene para la salud el abuso de anabolizantes
Además del daño hepático, hay otras consecuencias negativas ya conocidas:
- Disfunción eréctil a corto plazo.
- Cambios de conducta.
- Insomnio.
- Aumento de la presión arterial.
- Colesterol.
- Acné.
- Agresividad.
- Episodios de depresión. Estas sustancias aumentan la masa muscular de forma muy rápida, pero al tener que realizar descansos (no pueden tomarse de forma continuada) el músculo sufre oscilaciones y hay periodos en los que disminuye. "Estos cambios del aspecto afectan al ánimo", asegura Petrov.
- Daños en el hígado.
La afectación del hígado es lo más grave (aumenta el riesgo de cáncer de hígado) pero "el problema es que estas consecuencias son a largo plazo, y un hombre joven que toma esteroides lo que busca es aumentar músculo de forma inmediata, no piensa en cómo puede afectar a su salud", explica Petar Petrov.
"Sin embargo, aunque no produzca daños visibles a corto plazo, al cabo de 10 o 20 años pueden aparecer problemas", alerta el investigador del estudio.
¿Es legal la venta de anabolizantes?
Aunque la Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios no permite la comercialización del epistane, puede comprarse sin problemas en internet.
"Es tan fácil como introducir el término en google para encontrar varios proveedores que pueden suministrarlo; dar con recomendaciones, pautas, chats, clubs... y todo basado en la experiencia personal de la gente y sin ninguna base científica", explica el Dr. Castell.
"Una sustancia, para que pueda comercializarse de forma legal, requiere una regulación muy estricta que indica en qué casos debe utilizarse y en qué cantidades. Y obviamente los esteroides anabólicos para uso recreativo no cumplen estos requisitos", prosigue el Dr. Castell.
Otra cosa bien distinta es el uso de los esteroides con fines terapéuticos, que sí está estrictamente regulado, tanto sus fines como las dosis:
Se utilizan en hombres de edad avanzada edad con déficit agudo de testosterona o en pacientes de cáncer o de VIH con disminución de masa muscular.
"En el caso de un hombre sano de 20 o 30 años que no sufre ninguna de estas enfermedades y con unos niveles normales de testosterona, no tiene ninguna justificación que recurra a esteroides anabólicos", asegura Petar Petrov.
¿Por qué se siguen consumiendo tanto los anabolizantes?
Se siguen usando porque su eficacia para aumentar la masa muscular está más que demostrada a través de la activación de una proteína concreta. Además, se toman en dosis muy altas, de forma que el aumento se produce de forma muy rápida.
Sin embargo, de la misma manera que es bien conocida su acción sobre el músculo, poco se sabía de los efectos metabólicos que puede provocar la activación de dicha proteína.
El estudio de CIBEREHD marca un antes y un después en este sentido al demostrar el gran daño hepático que pueden provocar estas sustancias.
Y no solo se señala al epistane. Según esta investigación, hay como mínimo 4 esteroides anabólicos más que provocan el mismo efecto y que también se pueden adquirir fácilmente en internet.