Cuando piensas en ponerte en forma y tonificar las zonas rebeldes seguramente te centras en los brazos, las piernas, el abdomen... pero ¿y la espalda? ¿Realmente le das la importancia que se merece?
Para Aya, una reconocida especialista en yoga sobre todo en su Japón natal, uno de los principales errores que cometemos es la poca atención que le prestamos a esta zona.
- "En la espalda se localizan los músculos que soportan nuestro cuerpo. Si estos dejan de utilizarse, no solo la postura empeora y se pierde la forma física, sino que los hombros se vuelven rígidos y pueden producirse dolores cervicales, torácicos o lumbares", explica la experta en "Cuida tu espalda con ayayoga" (Kitsune Books).
- Otra de las consecuencias de no movilizar la musculatura que rodea la columna es la aparición de los antiestéticos rollitos o michelines en la espalda.
Pero no todo está perdido:"precisamente porque es una parte que no solemos entrenar, los resultados de hacerlo se empiezan a notar al poco tiempo", remarca aya.
al girar las palmas trabajas la espalda
El secreto de esta especialista para lograrlo es combinar los estiramientos típicos del yoga con giros de las palmas de las manos.
- “Salvo en contadas ocasiones, no solemos dar la vuelta a las palmas de las manos", opina la entrenadora japonesa.
- "Si no hacemos este movimiento con cierta frecuencia, los músculos de la parte interior del brazo se deterioran", añade.
No hay que olvidar que "los músculos del cuerpo están conectados entre sí, por lo que es posible moverlos conjuntamente", recuerda aya.
Los ejercicios que propone en su manual, como los siguientes, son un buen ejemplo de ello.
En cuanto al número de repeticiones, para la autora no es algo de lo que haya que preocuparse.
- "Con el ayayoga no importa cuantas repeticiones hagas: lo esencial es que practiques de forma constante, aunque solo sea durante unos pocos minutos al día", aconseja.