Las malas posturas pueden hacer que nos sintamos cansados sobre todo al final del día, y también favorecen la aparición de contracturas y dolor de espalda. Pero intentar enderezar la espalda de manera forzada no es la solución.
"Al estirar la columna, movemos principalmente los músculos de la espalda. Mientras mantenemos esta postura, los músculos están en tensión, por lo que nos cansaremos y regresaremos a la postura anterior", advierte al respecto Shuichi James Nakano, preparador físico muy conocido en Japón y autor de "El método Nakano" (Kitsune Books).
activar el torso, clave para que la espalda no duela
Entonces, ¿cómo podemos mejorar la postura y evitar el dolor de espalda? Para el entrenador personal, la clave para lograrlo es tonificar los músculos de la zona del torso y también los que rodean la columna vertebral.
"Estar siempre sentado debilita el tronco y empeora la postura", afirma el experto. Algo que es muy fácil que ocurra en la actualidad, sobre todo si tu trabajo es sedentario y no sueles hacer ejercicio físico en tu tiempo libre.
En cambio, el entrenamiento del torso estabiliza la postura. Hay que tener en cuenta que, cuando los músculos del abdomen están bien tonificados, el peso puede repartirse mejor y la columna no sufre tanto. Pero esto no significa que haya que descuidar la musculatura específica de la espalda. "El equilibrio entre los músculos de la parte delantera y de la espalda determinan la postura, por que si alguna de las dos es más débil, esta se desmorona", advierte.
Para lograr este equilibrio Nakano, en su libro, recomienda una sencilla serie de ejercicios.