Aunque el concepto suelo pélvico ya no es nada extraño, sí es cierto que aún hay quienes no saben lo que es, así que empezaremos este texto diciendo que el suelo pélvico es el conjunto de músculos y tejidos que recubren la parte inferior de la pelvis y que tienen la importantísima función de sostener los órganos de esta zona, es decir, la vejiga, el útero, la vagina y el recto.
Además, también se encarga de controlar los esfínteres, mejorar las relaciones sexuales y tiene un papel clave en la fase expulsiva del parto, porque ayudará al bebé a rotar y desencadenará el reflejo de eyección, facilitando que este abandone el cuerpo de su mamá.
CONSIGUE UN SUELO PÉLVICO FUERTE
Durante el embarazo y debido al incremento del peso que debe soportar, el suelo pélvico puede debilitarse. También influye el estreñimiento que habitualmente experimentan las gestantes, así como el aumento de la segregación de relaxina, una hormona que aporta mayor elasticidad a la musculatura para favorecer el trabajo de parto.
De ahí que sea tan importante prestarle especial atención al suelo pélvico durante el embarazo y también durante el posparto, porque solo cuando consigues tener un suelo pélvico fuerte y saludable puede evitar la incontinencia, tanto urinaria como fecal, y los prolapsos. Asimismo, el buen estado de esta zona de tu cuerpo también te ayuda a recuperar una vida sexual placentera.
PRACTICA EJERCICIOS DE KEGEL
Los ejercicios de Kegel se han convertido en la manera más habitual de trabajar el suelo pélvico y consiste en contraer hacia arriba esta musculatura. Para entenderlo más rápidamente se suele poner el siguiente ejemplo. Imagina que estás orinando y detienes el proceso voluntariamente. Esta fuerza, llamada contracción, la estás realizado sobre la musculatura del suelo pélvico.
Ana Meca, monitora de fitness, comparte contigo una serie de ejercicios que te ayudarán a conseguir un suelo pélvico fuerte para que afrontes el parto y el posparto de la mejor manera.