Cristina Pedroche dará a luz con hipnoparto: qué es esta técnica para no tener contracciones sino olas uterinas

La presentadora Cristina Pedroche ha explicado que dará a luz con hipnoparto, una técnica que consiste en controlar la respiración y hacer meditación para controlar el miedo y el dolor en el parto. "No voy a tener contracciones, voy a tener olas uterinas", ha dicho la presentadora.

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Cristina Pedroche

Cristina Pedroche dará a luz con hipnoparto.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Cristina Pedroche será madre por primera vez en breve y a través de sus redes sociales la presentadora ha compartido con sus seguidores cómo está viviendo su embarazo. Se ha cuidado mucho, no ha abandonado el ejercicio físico y ha revelado que dará a luz mediante la técnica de hipnoparto para controlar mejor tanto los miedos como el dolor en el momento del parto. En el programa Zapeando de Dani Mateo ha dado más detalles sobre cómo se está preparando. "El hipnoparto es controlar tu respiración y hacer mucha meditación, que es lo que yo hago desde hace tiempo", ha explicado.

"Lo primero que tienes que hacer es decirte afirmaciones, no puedes hablarte en negativo. No son contracciones lo que voy a tener, son olas uterinas. Viene la ola, la cojo y la surfeo y la naturaleza me deja unos minutos para relajarme y mientras viene otra ola", ha explicado la presentadora.

Qué es el hipnoparto

El hipnoparto es de origen anglosajón y engloba un conjunto de técnicas para reducir el miedo de la madre y llevarla a un estado de relajación para que viva el parto de forma positiva.

"Es normal sentir inquietud, temor o nervios cuando se acerca el momento, pero un exceso de miedo puede dificultar el parto y alargarlo. ¿De veras repercute el miedo al dolor y al parto en el resultado del mismo? Pues sinceramente creo que sí", explica a Saber Vivir la matrona Blanca Herrera.

"Si una mujer se encuentra ansiosa y asustada, las neurohormonas y los neurotransmisores que entran en juego preparan el cuerpo para el ataque o la huida. Sus músculos se tensan y la dilatación se dificulta, lo que hace que el dolor aumente. El neocórtex entra en funcionamiento puesto que estratégicamente necesita preparar su cuerpo para salir corriendo en cualquier momento. Esto hace que se libere menos dosis de oxitocina endógena. Es una espiral que puede llevar a que el proceso se complique", asegura Blanca Herrera.

Cómo preparar tu cuerpo y tu mente para el parto

El hipnoparto incluye diversas técnicas para que la madre supere los miedos y la ansiedad asociados al parto. La matrona Blanca Herrera sugiere estas estrategias para lograrlo.

Aprende a relajar tu cuerpo

  • Aprender a tensar y relajar los músculos de forma voluntaria te puede ayudar en el momento del parto.
  • Tensa de forma progresiva diferentes grupos musculares (los pies, las piernas, los glúteos, el abdomen, los brazos, la cara), y después relaja esa misma zona. Una forma de relajar los músculos es estirarlos porque es el efecto opuesto a la tensión, que los acorta.
  • Intenta hacerlo consciente e interiorizar la sensación de tensión y de relajación en cada una de las diferentes zonas.
  • En el momento del parto deberías ser capaz de sentir e identificar qué partes de tu cuerpo son las que están tensas y tratar de aflojarlas.

El yoga te ayuda

  • El yoga para embarazadas es una buena actividad, ya que estira y trabaja la musculatura, las articulaciones y los ligamentos del cuerpo. También ayuda a relajar la mente y equilibrar la respiración.
  • En los ejercicios de yoga es beneficioso que busques y seas consciente de cuáles son los puntos de más tensión en tu cuerpo y que proyectes sobre ellos tu respiración, profunda y lenta para relajarlos. Así se completa el trabajo que ejercen los estiramientos musculares.

Usa tu respiración

  • La respiración es una función autónoma pero que también puede regularse de forma voluntaria. De hecho, a través de ella podemos llegar a incidir en nuestro estado emocional.
  • Respiramos de forma diferente en diferentes situaciones. Cuando estamos tensas y nerviosas, nuestra respiración se acelera, se hace más torácica, más superficial. En cambio, cuando nos sentimos relajadas o nos vamos a dormir, se hace más profunda y lenta, implicando la parte más baja de los pulmones.
  • La respiración durante el parto está regulada de forma involuntaria. No hay que “aprender” ni forzarla. Pero sí podemos utilizarla para inducir un estado de relajación si lo necesitamos: nos podemos entrenar realizando respiraciones profundas y lentas con la parte abdominal o diafragmática.
  • Observa cómo respiras y la reacción que despierta en tu cuerpo cada tipo de respiración.

Usa tu mente

  • Piensa en el parto y visualiza cómo te gustaría que fuera el nacimiento de tu bebé. No caigas en la idealización, pero sí en lo bonito y maravilloso que puede ser ese momento, aunque te cueste esfuerzo y trabajo, y en el éxito que supone conseguirlo finalmente. Trata de cargarlo siempre de imágenes positivas.
  • Analiza tus pensamientos y haz que sean positivos. Te ayudará en el momento del parto para no dejarte llevar por la desesperación y la negatividad. Todo tiene siempre su lado bueno, búscalo y haz que sean estos los pensamientos que gobiernen tu vida.

Expresa tus deseos

  • El parto es imprevisible y no puede ser programado, pero sí puedes decidir qué condiciones y atención deseas en cada uno de sus aspectos (dilatación, manejo del dolor, contacto piel con piel, lactancia, etc.). Es importante que te informes de las opciones que hay en tu hospital y que plasmes tus deseos en un Plan de parto, es una herramienta de comunicación muy útil entre las mujeres y los profesionales.

Afirmaciones positivas

  • No somos muy conscientes de la fuerza que tiene nuestro cerebro. Podemos ayudarnos llenando nuestra cabeza y nuestra alma con imágenes positivas, con este tipo de actitudes: “Hago este trabajo por mi bebé”, “Puedo hacerlo porque mi cuerpo está preparado para este trabajo ” o “Cada contracción me acerca más a mi bebé”.
  • En contrapartida es igual de importante huir de esos pensamientos negativos que no nos conducen a ninguna parte como: “Me va a pasar algo malo”, “No voy a poder soportar el dolor..."

Encuentra tu seguridad

  • Es indudable que un buen acompañamiento puede ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad. No dudes en buscar el centro donde te sientas más segura, en transmitir tus temores y en pedir ayuda a los profesionales si lo necesitas.