Las 11 preguntas para elegir el mejor hospital

El lugar puede ser determinante a la hora de tener el parto deseado, por eso es tan importante informarse bien y con tiempo.

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11 Mejores Preguntas
Ascensión Gómez
Ascensión Gómez

Matrona y fisioterapeuta

Piensa un segundo en tus vacaciones... Por fin vas a poder realizar ese viaje que tanto esperabas, y como deseas que todo sea según vuestros deseos, planificas con sumo cuidado cada detalle, sin dejarlo todo al azar. ¿Verdad?

Sin embargo, vas a dar a luz –que es una experiencia única e irrepetible– y es probable que no te hayas planteadocómo es el hospital en el que vas a traer al mundo a la persona más importante de tu vida. Es algo muy común... Muchas futuras madres no sabemos ni que eso está en nuestra mano.

Es recomendable que las mujeres embarazadas conozcan las prácticas y los protocolos del hospital que han elegido.

Conoce bien el centro

Lo ideal sería que cualquier hospital, tanto público como privado, dispusiera de los mismos recursos –o al menos muy parecidos– y que los profesionales trabajaran de idéntica manera, siguiendo las recomendaciones de la Estrategia de Atención al Parto Normal, publicada por el Ministerio de Sanidad. Pero esto no es lo que verdaderamente ocurre.

La realidad es que, si quieres que tu parto sea realmente tuyo, y que ese día puedas ir al hospital relajada y confiada, necesitarás conocer el centro de antemano. Informarte sobre cómo trabajan, saber qué ofrecen y si se respetarán o no tus deseos te permitirá tomar decisiones en consecuencia.

Plantea tus dudas

Lo primero que se puede hacer es elaborar un plan de parto, una herramienta muy útil para la mujer y su familia en la que se detallan todos los deseos relacionados con el momento de dar a luz: si no se quiere epidural, si se desea tener libertad de movimiento...

Elabora un plan de parto en el que se detallen todos los deseos relacionados con el momento de dar a luz

Esto requiere documentarse previamente. Informarse no solo es leer el documento de consentimiento que da el hospital, se trata de conocer el proceso del parto y del nacimiento, con sus posibles opciones y los pros y los contras de cada una de ellas. Solo así se puede elegir.

Antes de presentar el plan de parto y hablar con la supervisora del paritorio, conviene que prepares un listado con lo que más te preocupa. Te proponemos algunas preguntas:

1. ¿Es posible visitar las instalaciones del hospital?

Está demostrado que un entorno conocido es menos estresante, así que poder ver las salas de dilatación y las habitaciones de parto reduce la ansiedad de la mujer.

  • Durante el parto, el ambiente tiene que ser cálido e íntimo (con la puerta cerrada), y el espacio debe tener un aspecto más hogareño que hospitalario, con el material sanitario no visible, un mobiliario que permita la deambulación y las diferentes posiciones para la dilatación y el expulsivo, así como una luz tenue o regulable.

Lamentablemente, aún son pocos los hospitales que cuentan con espacios apropiados y suelen ser salas muy “quirúrgicas”, pensadas más para la comodidad del personal sanitario que para la mujer que pare.

2. ¿Disponen de un documento que recoja el protocolo que debe seguirse?

Todos los hospitales deben tenerlo, y si lo pides, están obligados a darte una copia. Además, este documento debería recoger las recomendaciones de la Guía de práctica clínica sobre la atención al parto normal, publicada por el Ministerio de Sanidad.

Es importante fijarse en las intervenciones que realizan por rutina, ya que las guías actuales desaconsejan:

  • Cualquier restricción de postura.
  • El rasurado.
  • La rotura de la bolsa.
  • La estimulación con oxitocina sintética.
  • Los tactos cada menos de cuatro horas.
  • La monitorización continua si todo va bien.
  • La episiotomía.
  • El corte prematuro del cordón umbilical.
  • La separación madre-bebé tras el parto si no es necesario.

3. ¿Tienen algún escrito en el que se especifique su protocolo sobre la lactancia materna?

Es importante que el personal esté formado para que puedan apoyarte en tu decisión de amamantar y de ayudarte en caso de que aparezcan problemas con la lactancia.

  • Si no cuentan con información al respecto por escrito, existe una mayor probabilidad de que las personas que trabajan en el hospital tengan poca formación y, por lo tanto, su asesoramiento sea contradictorio e incluso contraproducente, pudiendo llegar a ser un impedimento al dar el pecho.

4. ¿Están publicadas sus tasas de episiotomías, cesáreas, partos instrumentales e inducciones?

La transparencia obstétrica quizá es lo más complicado en este camino porque pocos centros las publican, aunque siempre es posible preguntar.

  • Conocerlas es esencial porque te dará pistas de cómo es su modo de actuar, teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda que la tasa de episiotomías no debería superar el 15-20%; la de cesáreas, el 15%; las inducciones, el 10-15%; y que los partos instrumentales deben ser menos del 5%.

5. ¿Estaré acompañada en todo momento durante mi ingreso?

La respuesta debería ser sí, y por la persona que tú elijas.

  • Está demostrado que la soledad dispara la ansiedad y el dolor, así que estar acompañada beneficia el parto. Aun así, en muchos hospitales se deja sola a la parturienta en diferentes momentos y por distintos motivos, y esto no debería pasar nunca, ni siquiera cuando se entra en el quirófano si es imprescindible hacer una cesárea.

6. ¿Podré moverme con libertad y elegir la postura que necesite?

El movimiento es fundamental para el buen desarrollo del parto. Además, es posible monitorizar de forma intermitente con seguridad, o continuamente si es preciso, y seguir teniendo libertad para moverse.

Por otro lado, el personal sanitario debe estar capacitado para atender partos en cualquier posición.

7. ¿Se puede comer y beber durante la fase de dilatación?

Se recomienda tomar al menos bebidas ligeras durante la dilatación, porque el ayuno está totalmente contraindicado en el parto.

8. ¿Me consultarán cada una de las intervenciones que consideren que son necesarias?

Aquí sí que no hay excusa. La Ley de Autonomía del Paciente obliga al personal sanitario a pedir consentimiento expreso, verbal o escrito para cualquier intervención que se pretenda realizar: un tacto vaginal, poner una vía, hacer una episiotomía o una cesárea...

  • Tienen la obligación de preguntarte y tú el derecho a decidir. Cada intervención en el trabajo de parto debe estar justificada. Y siempre debes saber qué está pasando y de qué otras opciones dispones.

9. Además de la epidural, ¿existen otros modos de aliviar el dolor?

Hay muchas formas de aliviar el dolor, y cuantos más recursos tengas disponibles, más probabilidades tendrás de estar cómoda.

  • El acompañamiento.
  • El agua caliente.
  • El movimiento.
  • El masaje.
  • La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea.
  • El calor.

Algunos hospitales disponen de bañeras para la dilatación y de ambientes muy agradables para los partos, de modo que si no te ofrecen ninguna alternativa a la epidural, es posible que te encuentres ante un centro cuya asistencia al parto sea muy medicalizada.

10. ¿La dilatación y el parto ocurren en la misma estancia?

En condiciones normales, todo el proceso debería producirse en un único ambiente.

En cambio, en muchos hospitales aún se traslada a las mujeres al paritorio cuando el nacimiento es inminente, lo que causa mucho estrés y es perjudicial para el progreso del parto.

11. ¿Se separa a la madre del bebé en algún momento?

Bajo ningún concepto está justificada la separación madre-bebé, ni en el paritorio ni una vez en planta, salvo en cuestiones de vida o muerte.

Desde el nacimiento, el bebé debe estar en todo momento con su madre, o en su defecto con su padre. Incluso en caso de cesárea.

Pesarlo, medirlo... debe hacerse con la madre o el padre, y según las guías actuales, no hay urgencia en que sea justo después del parto. Por supuesto, no se administrará ningún fármaco o alimento sin vuestro consentimiento.

Es importante preguntar si podrás acompañar a tu criatura en cada instante, sea cual sea el tiempo que dure el ingreso.

Busca también otras opiniones

Después de mantener una conversación con el personal correspondiente, donde hayas podido exponer tus preocupaciones, lo ideal sería que todas tus dudas estuviesen resueltas, aunque lo que te explique no fuera acorde con tus deseos.

  • También es aconsejable hablar con otras mujeres que hayan parido en ese centro, especialmente con aquellas que tuvieron un parto como el que tú deseas vivir o que, al menos, quisieron tenerlo.

No olvides que la experiencia de cada mujer es particular, pero que todas te aportarán información valiosa para tomar tus propias decisiones.

Recuerda entregar tus deseos por escrito

El plan de parto tiene tanta validez legal como un consentimiento informado, pero los deseos allí recogidos sobre cómo se quiere que sea la atención en el parto pueden revocarse o cambiarse verbalmente en cualquier momento del proceso.

Este documento se presenta en el Departamento de Atención al Paciente del centro sanitario, preferiblemente durante el segundo trimestre del embarazo.

Los deseos recogidos en el plan de parto pueden cambiarse verbalmente en cualquier momento del proceso

También se puede solicitar una entrevista con la supervisora de paritorio o con el personal médico a cargo, que suele ser el jefe de servicio de Obstetricia, para comentar los detalles del plan de parto, ver su reacción y conocer su respuesta.

En algunos hospitales, son los mismos centros los que se ponen en contacto contigo para citarte.

  • En la sanidad pública se puede ir de urgencias a cualquier hospital, y el parto lo es porque no se puede predecir. Por lo tanto, si estás de parto, deben atenderte en cualquier centro, pero si no lo estás, tienen la obligación de enviarte de nuevo a casa o remitirte a tu hospital de referencia.
  • En los hospitales privados no tienes este condicionamiento, porque como abonas la asistencia puedes ir donde quieras. Pero ojo, en la mayoría de ellos no tienen previsto que tomes tus propias decisiones.