Parto por cesárea: consejos para recuperarte rápido y bien

¿Qué necesitas después de una cesárea? Ayuda, reposo y procurarte los cuidados adecuados. Puedes posponer todo lo que no sea dedicarte a ti y a tu hijo.

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Dra. Pilar de la Cueva
Dra. Pilar de la Cueva

Ginecóloga experta del Comité Técnico de la Estrategia de Atención al Parto

Una cesárea es una intervención quirúrgica y, como tal, tiene un período posoperatorio. La exigencia que implica estar con un bebé en estas condiciones te obligará a contar con los demás.

El puerperio es un momento muy especial, con frecuencia poco conocido por las mujeres y parejas que planifican el nacimiento de su hijo. Se habla mucho del embarazo y de cómo prepararse para el parto, pero muy poco del modo de afrontar esos largos días en que la mujer puede estar cansada, y su entorno familiar más cercano, repleto de reajustes vitales.

Si el nacimiento ha sido por cesárea, aún es más importante facilitar las cosas a la madre para favorecer su recuperación y asegurar la salud y el bienestar del bebé.

Recuperación tras la cesárea: guía básica

La cesárea es la única intervención de cirugía mayor en la que la paciente empieza a trabajar a las pocas horas de salir del quirófano. Porque cuidar 24 horas al día de un bebé recién nacido es un trabajo intenso y sin descanso.

Algunas mujeres tienen ayuda, pero otras se enfrentan a las tareas domésticas y a la atención de su hijo o hija –¡y hermanos si los hay!– cuando apenas son capaces de ponerse de pie sin sentir un importante dolor, debilidad y agotamiento.

1. Olvídate de realizar tareas domésticas

Reorganizar las tareas domésticas es imprescindible. La única tarea en la que nadie puede sustituir a la mujer puérpera es dar el pecho a su bebé. Fregar, barrer, lavar, comprar, guisar, organizar, coger el teléfono o atender a otros hijos lo pueden hacer los demás miembros de la familia o la pareja.

El contacto frecuente piel con piel que todo recién nacido necesita para su adecuado bienestar y maduración lo puede obtener del contacto con el padre u otros miembros de la familia, evidentemente, pero es más lógico que sea la madre la que esté tumbada con su bebé, en lugar de dedicarse a limpiar la casa con su herida dolorosa mientras alguien sostiene a su hijo recién nacido.

La única tarea en la que nadie puede sustituir a la mujer puérpera es dar el pecho a su bebé

Sin embargo, en algunos casos o momentos concretos, si la madre necesita un rato de descanso a solas, otras personas de la familia pueden dar un paseo con su hijo o tenerlo en brazos... siempre que no llore o pida tomar pecho.

2. Descanso, mimos y comida sana

Es cuestión de replantear las prioridades de la familia y posponer todas las tareas que no sean imprescindibles, como atender visitas, tener la casa extraordinariamente limpia o estar bien peinada.

Lo básico y primordial es alimentarse y descansar lo suficiente. Si se tienen estas necesidades cubiertas, se puede atender mejor al bebé y dedicar la mínima energía restante, que es poca tras una operación, a lo que parezca más urgente.

3. Si es necesario, busca ayuda externa

Contratar ayuda del tipo que sea, si es posible y aunque solo sea por un breve período de tiempo, es una gran inversión en salud y bienestar, sobre todo para las mujeres que se encuentran más solas.

Es importante saber pedir ayuda a familiares y amigos; una mujer que ha tenido a su bebé por cesárea no debería pasar el día sola. Un buen regalo podría ser un masaje o ayuda doméstica. El bebé ya tiene todo lo que necesita: leche materna, amor y contacto físico.