Los problemas de tiroides son muy comunes en las mujeres, pero si hay una etapa en la que esta glándula trabaja en exceso es durante el embarazo.
Hasta un 25% de las embarazadas pueden presentar alguna alteración en el funcionamiento de la tiroides.
Los nódulos también son frecuentes durante la gestación y requieren un control ya que, aunque la mayoría son benignos, podrían contener células cancerosas.
Así pues, el embarazo es una etapa en la que la tiroides requiere un control especial. Con este objetivo, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) colaboran en un documento de consenso para el tratamiento de esta glándula durante la gestación.
Una guía que permitirá tanto a ginecólogos como a endocrinos actuar de manera coordinada en beneficio de la paciente y dar respuesta a las dudas más frecuentes.
Problemas de tiroides en la mujer
La prevalencia de los trastornos tiroideos es de por sí más alta en la población femenina.
- El hipotiroidismo (la tiroides trabaja lenta y produce menos hormonas) afecta al 13,3% de la población femenina.
- La tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune que es la principal causa de hipotiroidismo, la sufren un 10,8% de las mujeres.
- El hipertirodismo (la glándula trabaja demasiado) es mucho menos frecuente y aún así lo padecen un 1% de las mujeres.
Y durante el embarazo, el riesgo de sufrir alguna alteración tiroidea es aún mayor por una causa bien obvia:
- Durante la gestación la glándula tiroides necesita aumentar su producción de hormonas tiroideas alrededor de un 50%. Esto supone una sobrecarga de trabajo para la glándula que aumenta el riesgo de alteraciones.
Trastornos tiroideos en embarazadas
Se estima que hasta un 25% de las embarazadas puede presentar alguna alteración en el funcionamiento de la tiroides.
La más común es la hipofunción del tiroides, señala el Dr. Javier Santamaría, vocal del Comité Gestor del Área de Conocimiento del Tiroides de la SEEN (TiroSEEEN):
- La glándula no puede producir la cantidad de hormonas necesarias para el correcto desarrollo del feto y la salud de la futura madre.
- Puesto que durante el embarazo se requiere una mayor producción de hormona tiroidea, se pueden poner de manifiesto trastornos sutiles de la glándula que habían pasado desapercibidos hasta el momento.
Por eso el consejo es valorar la función tiroidea en la primera analítica del embarazo.
- Es muy sencillo: basta con una determinación analítica de TSH (hormona estimulante de la glándula tiroidea) en sangre. Algo que, tal y como explica la Dra. María de la Calle, portavoz de la SEGO, es algo que ya se hace en la mayoría de los casos.
Cómo afectan los problemas tiroideos al embarazo
Las alteraciones en el funcionamiento de la tiroides puede afectar a la función reproductiva y, por tanto, dificultar el embarazo.
Si llevas tiempo buscando embarazo y no lo consigues convendría analizar estos valores mediante una analítica.
Y una vez conseguido el embarazo, las alteraciones tiroideas también provocan complicaciones.
"Siempre que se detecten problemas de esterilidad o abortos de repetición es especialmente importante descartar una posible patología tiroidea", subraya el Dr. Javier Santamaría.
En concreto, el hipotiroidismo clínico se relaciona con las siguientes complicaciones tanto en la madre como en el bebé.
- Aborto.
- Anemia maternal.
- Hipertensión y preeclampsia.
- Desprendimiento de placenta.
- Parto prematuro.
- Hemorragia postparto.
- Muerte fetal.
- Bajo peso al nacer.
- Dificultad respiratoria del bebé al nacer.
"Pero, sin duda, la consecuencia más evidente del hipotiroidismo clínico es la afectación en el neurodesarrollo, con una caída en casi 7 puntos del cociente intelectual (IQ) de los hijos de madres con hipotiroidismo clínico no tratado", explica la portavoz de la SEGO.
No hay que olvidar que la tiroides produce glándulas que intervienen en múltiples funciones del organismo, desde el desarrollo del futuro hijo hasta la frecuencia con la cual late nuestro corazón. De ahí la importancia de su correcto funcionamiento.
Nódulos durante el embarazo
Los nódulos son otra patología tiroidea frecuente (afecta hasta un 8% de la población) que también puede aparecer en embarazadas.
La mayoría son benignos, pero conviene llevar un control para descartar que no haya células cancerígenas (un 10% lo son).
Para descartar malignidad hay que realizar una ecografía de los nódulos y una punción aspirada para extraer una pequeña muestra y estudiarla. El endocrino es el especialista que las lleva a cabo.
Y si los nódulos son benignos conviene vigilar los posibles cambios en el tamaño, por lo que debes acudir al endocrino para realizar ecografías periódicas.