Detectar el cáncer de mama a tiempo es fundamental para poder superarlo. Y para ello es imprescindible que estés atenta a los siguientes síntomas y no olvides las revisiones periódicas en el ginecólogo.
Por Blanca Rodríguez Ayala, Medicina general
¿cuáles son los síntomas del cáncer de mama?
Conocer cómo son tus pechos y examinarlos una vez al mes –palpándolos y observándolos delante del espejo– te permitirá detectar enseguida cualquiera de estas alteraciones:
- Palpas un bulto en la mama o un nódulo en la axila que antes no tenías.
- Sientes un dolor al tocarte el pecho que no es el habitual de cuando va a venirte o tienes la menstruación.
- El tamaño de la mama ha aumentado, sin que haya algún motivo como haber ganado peso.
- Aprecias menor movilidad del pecho cuando levantas los brazos.
- Notas que el contorno se ha vuelto irregular o que ha cambiado su forma.
- Ves alguna alteración en la piel, como un relieve similar a la piel de naranja, hoyuelos, manchas, eccemas, úlceras, descamación...
- El pezón ha cambiado de forma, se ha hundido o retraído.
- Aparecen secreciones en el pezón.
Aunque estos son los síntomas más habituales del cáncer de mama, ten en cuenta que detectar uno o varios de ellos no significa que tengas un tumor maligno. Lo importante es que acudas cuanto antes al ginecólogo para que pueda realizar un diagnóstico.
¿Qué revisiones y pruebas debes hacerte?
Aunque no tengas ninguno de estos síntomas, es muy importante que acudas anualmente –o antes si tienes factores de riesgo– a la revisión ginecológica. Piensa que gracias a la detección precoz el 80% de las afectadas por cáncer de mama supera la enfermedad.
El especialista decidirá la periodicidad con la que debes hacerte una mamografía en función de tu edad, antecedentes e historia clínica. En ocasiones, según el tipo de mama, también puede pedirte una ecografía.
En caso de que hayas detectado alguna anomalía, no esperes a la siguiente revisión y pide hora lo antes posible con tu ginecólogo. Si la mamografía o la ecografía muestran alguna lesión sospechosa, podrían hacerte una punción para extraer tejido y realizar una biopsia, así como analíticas.
¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de mama?
Existen diferentes tumores de mama. El tratamiento dependerá del tipo de tumor, de su localización, de si hay diseminación del mismo o metástasis, y de otros factores como la edad de la paciente, su estado de salud, su situación hormonal –por ejemplo si ha entrado en la menopausia o no–, etc.
Con toda esta información, el médico determinará si el tratamiento necesario es:
- Localizado. Se ataca al tumor directamente.
- Sistémico. Terapia más amplia debido a la diseminación de células tumorales.
- Adyuvante. Como prevención tras haber realizado un tratamiento inicial.
- O neoadyuvante. Para disminuir el tamaño del nódulo antes de realizar el tratamiento principal.
Los tratamientos más habituales para el cáncer de mama son:
Cirugía
La intervención puede variar en función de si se conserva una parte mayor o menor del tejido mamario o no:
- Tumorectomía. Solo se extirpa la tumoración.
- Cuadrantectomía. Se quita el tumor y un cuadrante entero de la mama.
- Mastectomía parcial. Se extirpa gran parte de la mama.
- Mastectomía radical. Se quita la mama completa.
- Linfadenectomía o vaciado ganglionar. Al margen de qué intervención se realice, puede ser necesario quitar también los ganglios linfáticos próximos si están afectados para evitar que el tumor llegue a otras partes del cuerpo. El ganglio centinela es el más próximo a la zona tumoral. Si está afectado por células malignas, es necesario su estudio y su extirpación.
Radioterapia
Es la aplicación de radiación ionizante para destruir las células tumorales o prevenir su aparición, intentando dañar lo menos posible las células sanas.
Se suele realizar después de la intervención quirúrgica para acabar con los posibles restos tumorales que hayan podido quedar.
Quimioterapia
Consiste en la administración de sustancias denominadas antineoplásicas, que llegan a todo el organismo actuando tanto contra las células malignas como contra las sanas. Su administración es vía intravenosa en forma de ciclos.
Se puede dar después de la cirugía para prevenir la metástasis o como primer tratamiento para reducir el tamaño tumoral antes de operarlo. También se aplica cuando la enfermedad está avanzada o ya ha hecho metástasis.
Otros tratamientos para el cáncer de mama
- Administración de hormonas vía oral. Es otra de las terapias utilizadas contra el cáncer de mama. Su objetivo es impedir que las células mamarias crezcan y se dividan.
- Terapia biológica. Es la más reciente y actúa sobre diversas proteínas relacionadas con la enfermedad.
- Terapias de apoyo psicológico. Los grupos de ayuda y la atención psicológica individualizada son fundamentales durante el tratamiento y una vez finalizado este, tanto para los pacientes como para sus familiares.
¿Cómo puedes prevenir el cáncer de mama?
- Haz ejercicio. Según un reciente estudio realizado por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, las mujeres que no hacen ningún ejercicio tienen un riesgo un 71% más alto de sufrir este tipo de tumor que las que practican regularmente algún deporte o actividad física.
- Cuida tus hábitos. Seguir una alimentación sana y equilibrada, rica en cereales integrales, legumbres, frutas y verduras y baja en grasas saturadas y azúcares; mantener un peso adecuado, y evitar el tabaco y el exceso de alcohol ayuda a prevenir el cáncer en general, y el de mama en particular.
- Haber tenido hijos antes de los 30 años te protege. Además, según un estudio de la Universidad de Granada, haber dado el pecho durante más de 6 meses también reduce el riesgo un 4,3%.
- Ojo con los tratamientos hormonales sustitutivos. Algunas investigaciones aconsejan evitar este tipo de terapia para después de la menopausia porque podría incrementar el riesgo de padecer un tumor mamario.
- Antecedentes familiares. Cuando se han dado varios casos de cáncer de mama en la misma familia, es conveniente realizar un estudio genético (Unidades de Consejo Genético) para saber si la persona es portadora de mutaciones en alguno de los genes relacionados con el cáncer de mama y el de ovario, entre otros. Esta información puede ayudar a tomar medidas para prevenir la enfermedad.
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