¿Qué es la mononucleosis infecciosa?
Es una infección muy habitual del sistema linfático provocada generalmente por un virus llamado Epstein-Barr (EBV).
El contagio se produce a través de la saliva, de ahí que popularmente se la conozca como “la enfermedad del beso”. Pese a este nombre, no siempre tiene que haber un contacto boca a boca para que se produzca, basta con beber del mismo vaso para su contagio. Se puede ser portador del virus sin tener la enfermedad pero contagiar a otros.
¿Cuáles son los síntomas?
Lo más común es que aparezcan estos 3 síntomas:
- Fiebre superior a 38º.
- Dolor de garganta (faringitis).
- Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, de detrás de las orejas (retroauriculares) y de la parte baja de la cabeza (occipitales). Por eso también se la llama “fiebre ganglionar”.
Los síntomas no son inmediatos al contagio, sino que suelen aparecer lenta y progresivamente entre una y ocho semanas después del contacto (cuanta más edad del paciente, mayor tiempo). El proceso suele seguir estos pasos:
- Al principio la persona se siente cansada, a veces agotada, sin un motivo que lo justifique. Es habitual que piense que está incubando algo.
- Días después se manifiestan la fiebre y la inflamación de los ganglios, que son los principales síntomas que harán sospechar al médico de una mononucleosis.
- Algunas personas presentan también náuseas, vómitos, dolor abdominal, malestar general o dolor de cabeza.
- En el 50% de los pacientes el bazo puede estar inflamado (esplenomegalia). Y en un 20%, el hígado también puede haber aumentado.