¿En qué punto estamos en la actualidad respecto a la fatiga crónica? El doctor Josep Blanch, coordinador de la Unidad de Experiencia Clínica de Síndromes de Sensibilización Central del Parc de Salut Mar (Barcelona), lo ha explicado a Saber Vivir.
¿Es el cansancio uno de los males de nuestro tiempo?
Casi todos los que trabajamos estamos cansados, ¿no? De hecho es uno de los motivos de consulta más importantes: creo que entre un 20 y un 30% de quienes van al médico de cabecera se quejan de cansancio.
Es un síntoma muy común, pero se tiene que diferenciar del síndrome de fatiga crónica, que es una cosa distinta.
¿En qué consiste la fatiga crónica y quién suele sufrirla?
Este síndrome se da principalmente en personas jóvenes. Suelen ser personas muy activas, y es común que tras un proceso infeccioso, normalmente en las vías respiratorias altas, se queden como “sin pilas”.
Afecta sobre todo a personas de entre 30 y 40 años
Están muy cansadas y se levantan igual o peor que al irse a dormir, y eso se mantiene durante mucho tiempo. También suelen tener problemas para acordarse de las cosas, dificultades para el cálculo numérico… y muchas de ellas sufren dolor.
¿Qué diferencia este trastorno de la fibromialgia? ¿Se relacionan entre ellos?
El dolor del que justo hablaba. Es bastante común que la persona con fatiga crónica tenga a la vez cierto componente de fibromialgia (les duelen los huesos, las articulaciones…). Y por eso los tratamos en las mismas unidades, las unidades de sensibilización central.
De hecho, se cree que el mecanismo que causa la fatiga crónica es parecido al de la fibromialgia. Habría como una especie de daño, de agresión, que acaba afectando al cerebro.
- Esta agresión puede ser algún evento vital: una separación tormentosa, una enfermedad muy grave, un trastorno depresivo, un disgusto, un acoso laboral o sexual…
- El evento deja como una huella a nivel cerebral, que provoca que este órgano establezca unas conexiones distintas de las normales. Eso hace que la persona esté cansada, tenga dolor, tenga esas alteraciones de tipo cognitivo, sufra insomnio…
Un reciente estudio apunta que tener un sistema de defensas hiperactivo podría causarla. ¿Qué opina usted al respecto?
Cada vez hay más investigadores que trabajamos en fatiga crónica. El número de publicaciones científicas al respecto crece muchísimo, año tras año.
Las personas afectadas, de ser unos enfermos "transparentes" –que nadie ve–, han pasado a ser unos enfermos que los profesionales de la salud empezamos a reconocer.
La fatiga crónica ha dejado de ser una enfermedad olvidada
Hay muchas hipótesis respecto al origen de la fatiga crónica.
- Se ha hablado de que podría provocarla un agente infeccioso, pero de momento no se ha llegado a encontrar.
- Respecto al sistema de defensas hiperactivo, esto podría estar relacionado con un hallazgo reciente: las personas con fatiga crónica podrían sufrir una alteración metabólica global, una ruptura de todos los sistemas de energía del cuerpo. Es una hipótesis no consolidada, que se basa en datos experimentales.
De hecho lo que podemos decir hoy por hoy es que no conocemos cuál es la causa de este trastorno.
El síndrome de fatiga crónica se da mucho más en mujeres que en hombres. ¿Se sospecha por qué ocurre esto?
Es cierto y no sabemos tampoco por qué, aunque se sospecha que podría estar asociado de alguna forma a los diferentes niveles de hormonas sexuales que tienen los hombres y las mujeres.
Respecto a la incidencia sí que hay algunas diferencias con la fibromialgia: la predominancia entre las mujeres no es tan alta.
- En la fibriomialgia hay 8 mujeres afectadas por cada hombre, y en la fatiga crónica yo diría que son 3 mujeres por cada hombre.
Al ser un trastorno complejo, el tratamiento debe ser complicado...
Delante de un proceso crónico por desgracia no tenemos curación, pero sí tenemos mejoría. La medicina puede mejorar mucho la calidad de vida de la gente que sufre esta enfermedad.
El abordaje terapéutico que llevamos a cabo en nuestra unidad se basa en tres ejes:
- Educar al paciente: Decirle lo que tiene, que conozca bien la enfermedad, lo que puede y lo que no puede hacer y lo que puede esperar de la medicina.
También es muy importante que su entorno (familiares, compañeros de trabajo…) sepan qué es lo que tiene. Estas personas a veces sufren mucha incomprensión: la gente los ve y como tienen un buen aspecto, les dicen que siempre se están quejando. - Hacer ejercicio: El ejercicio físico suave, moderado y adaptado a las posibilidades de cada uno es, para mí, la intervención terapéutica más efectiva.
Moverse dentro del agua, el yoga o el taichí
La tendencia que tienen a permanecer en reposo es negativa, y siempre se puede encontrar un ejercicio que estas personas puedan realizar.
son buenas opciones.
- El tratamiento médico: La ayuda de los fármacos, siempre que sea necesaria, es fundamental. Se utilizan si hay dolor, en casos de depresión o ansiedad, si hay déficits nutricionales por ejemplo de vitamina D…
Por último, la intervención de los profesionales de salud mental, también es importante. Con las personas con fatiga crónica se puede aplicar la Terapia Cognitivo Conductual (modificar las falsas creencias a través de la palabra) y se les puede ayudar también a asumir al máximo posible sus limitaciones y a saber gestionar el cansancio crónico.