La vemos varias veces al año en TVE al frente de MasterChef, pero su vida profesional va mucho más allá de la pequeña pantalla.
Conociendo su agenda, parece que su día tenga mucho más de 24 horas, un tiempo que reparte entre sus empresas y su gran familia. Con todo, consigue organizarse. Nos cuenta cuáles son sus claves.
Una chef camaleónica que disfruta de todo
En Saber Vivir estamos de celebración porque este 2020 cumplimos 20 años, y tú también estás de aniversario…
Así es. Mi catering cumple 25 años. Fíjate, y empecé con una caja llena de sartenes. Muchas personas me conocen por salir en la tele, sobre todo por MasterChef, pero yo tengo un mundo paralelo que es el del catering.
¿Cuando estabas en Nueva York y repartías paellas a domicilio sobre patines te imaginabas llegar a tener una empresa así?
Es que no me lo planteaba porque yo creo que mi carrera profesional ha evolucionado sin querer. Todo ha pasado por casualidad.
Por casualidad entré en una cocina, por casualidad me gustó, por casualidad me compré una sartén y por casualidad ese mismo mes cociné en casa de una señora.
"Muchas personas me conocen por salir en MasterChef pero tengo un mundo paralelo que es el del catering"
Por casualidad creé un catering sin saber muy bien lo que era eso… Lo hacía todo improvisado; lo mismo con la tele: voy un día a hacer un programa y resulta que se convierte en un espacio de éxito absoluto. Y ahí sigo, siete años ya con MasterChef.
Todo un éxito profesional y también personal...
Lo que sí te digo, porque lo tengo clarísimo, es que donde estoy me quedo, ya no quiero más. He crecido, he evolucionado mucho durante estos 25 años y creo que es el momento de decir que ya no monto ninguna empresa más.
Tengo la firma de catering con mis dos fincas de bodas, tengo mi empresa de comunicación e imagen y este año abro un negocio de hostelería en mi pueblo, en Pedraza. Se llama La taberna del pueblo. Estoy muy ilusionada, pero con esto ya paro. De verdad.
Una de tus luchas personales sigue siendo la integración laboral de personas con discapacidad…
Así es. Y es que yo, más que nadie, tengo que dar ejemplo. Siempre hay alguna persona con discapacidad, sobre todo con síndrome de Down, en mi plantilla.
"Siempre hay alguna persona con discapacidad, sobre todo con síndrome de Down, en mi plantilla"
Queda mucho por hacer y también mucha concienciación por guerrear, pero lo positivo es que hoy en día ya no vemos la discapacidad como algo negativo.
Tu empresa ha evolucionado contigo…
Así es. Y hemos logrado poder ajustarnos a todo lo que nos piden. Soy camaleónica y puedo organizar cualquier evento que me pidan, desde el más tradicional al más novedoso.
Cuando organizo una boda le suelo decir al que paga: “Cásate conmigo, verás como todo sale de lujo” (ríe).
Su secreto para poder con todo: organización
Con tantas empresas, ¿te da el día para todo?
Más o menos, pero te tengo que decir que yo no cuento las horas que trabajo. Mi teléfono está ocupado todo el día, desde que me levanto hasta que me voy a dormir, haciendo gestiones y dirigiendo a mis equipos.
Y es que no solo tengo esas empresas, tengo la más grande que es mi casa y es mi familia. ¡Esa sí que es una auténtica firma de calado internacional!
¿Cómo te gestionas para organizarte en casa?
Uy! Son cuatro niños, dos de ellos ya adolescentes, unos deberes diarios, unas celiaquías, un síndrome de Down…
Lo llevo todo porque soy hiperactiva y porque me dejo llevar por un motor que arranca nada más salir de la cama y no para hasta que llegan las once y media de la noche. Pero también te digo que me divierte muchísimo lo que hago.
Sigo viendo muy complicado organizarlo todo…
A mí me gusta mucho delegar y dar cancha a la gente que trabaja conmigo. Eso me permite ir continuamente a casa a lo largo de un día; me muevo en moto y con ella me cruzo la ciudad una y otra vez.
Y luego, claro está, en casa tengo la ayuda de dos personas que están con los niños. Eso también me da un respiro. La hostelería es un trabajo muy sacrificado porque no existen horarios; y en casa hay días que son complicados, pero mi verdadera arma para que todo funcione bien es la organización.
¿Y qué haces para que ese orden en casa no se rompa?
Soy muy muy organizada y muy exigente con la higiene, con la imagen personal, el orden, los deberes… Mis hijos lo saben y yo me encargo de darles responsabilidades para que crezcan como personas.
Y luego, claro está, pasamos momentos únicos. Despertarlos por la mañana, desayunar con ellos me da la vida. Cuando estoy grabando MasterChef y no puedo hacerlo, lo llevo fatal.
“Despertar a mis hijos cada mañana y desayunar con ellos me da la vida”
También me gusta aprovechar el momento de la cena para hablar de nuestras cosas y ponernos al día con el sistema de puntos positivos que seguimos para promover el liderazgo.
Explícame eso. ¿En qué consiste ese sistema de puntos?
Premiamos los buenos hábitos y damos puntos positivos a quien mejor se porta, al que ha sido más amable, al que más ayuda en casa, al que ha hecho todos los deberes…
Una vez a la semana hacemos el Family Meeting (el encuentro familiar) y ahí exponemos los problemas y damos los puntos.
Es como si tu familia fuera una microempresa.
Claro. Si hago reuniones con mis equipos cada semana para ver lo que está bien y lo que no, por qué no lo voy a hacer con mis hijos. Y lo de los puntos positivos funciona; son los propios niños los que me lo piden.
Claro que el pequeño, de 8 años, es hiperperfeccionista y casi siempre gana, así que tengo a los otros tres que trinan. Pero oye, que se pongan las pilas y se esfuercen más.
Esfuerzo es lo que pides a los concursantes de MasterChef. ¿La sorpresa de este año ha sido Tamara Falcó, la hija de Isabel Preysler?
Yo creo que este año ha habido muchas sorpresas: Tamara, Yolanda Ramos, que me encanta…
"MasterChef lo gana quien evoluciona, no quien mejor cocina al principio”
He conocido a mucha gente maravillosa. Y ten por seguro que aquí gana el que tiene más talento, el que se deja la piel, el que evoluciona, no el que mejor lo hacía al principio.
¿A qué famoso te gustaría ver concursar?
¡A Rafa Nadal! Con MasterChef Junior hemos visitado su fundación y yo me hubiera quedado allí a vivir (ríe).
La edad le aporta tranquilidad
Hace poco que has cumplido 50 años. ¿Cómo te has sentido al cambiar de década?
Llevo muy bien haber cumplido 50. Tengo que reconocer que lo llevaba peor un año antes, con 49, pero ahora que ya he entrado en la nueva década estoy encantada y no cambiaría nada de nada.
"La madurez, es la mejor escuela. Ahora me doy cuenta que he logrado la tranquilidad que deseaba con este aprendizaje"
Cumplir años, la madurez, es la mejor escuela. Nos pasamos toda la vida aprendiendo y formándonos, pero es llegar a los 50 y darte cuenta de que has logrado la tranquilidad que deseabas con ese aprendizaje.
¿Y qué haces para cuidarte?
Yo me cuido un montón, la cara, el cuerpo… Tengo mis rituales en casa que no me salto nunca; y cuando lo necesito, recurro al médico estético. Y hago 3 o 4 escapadas al año con mis amigas, para desconectar.
¿Y en cuánto a la alimentación?
La verdad es que soy glotona y disfruto mucho en la mesa, así que tengo que estar siempre vigilante con el peso. Por eso, si me dijeran que puedo pedir un deseo, lo tengo claro: comer de todo y no engordar jamás.