Tener metas y objetivos rejuvenece el cerebro y evita demencia

La salud del cerebro influye en todo el organismo y para cuidarlo no basta la dieta o el ejercicio. Se ha demostrado que las personas que tienen metas en la vida y actuan en consecuencia tienen mejor salud cerebral.

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TENER METAS SALUD CEREBRO
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Las relaciones sociales y el optimismo influyen de forma positiva en la salud del cerebro.

Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

Mantener la salud del cerebro es importante no solo para el bienestar mental, sino también para preservar el buen estado del resto de nuestros órganos.

"Si quieres tener un cerebro que funcione bien no solo debes cuidar tu cuerpo, la dirección opuesta también es importante: el cerebro que está sano y está funcionando bien promueve y ayuda a la salud general", explica Álvaro Pascual-Leone, uno de los autores de El cerebro que cura” (Plataforma Editorial), catedrático de Neurología de la Universidad de Harvard.

Una de las razones que explica esto es que a través de diversos mecanismos el cerebro está monitorizando el estado de nuestro cuerpo. Es lo que llamamos interocepción, la percepción de nuestro mundo interno.

Pero además el cerebro tiene conexiones hacia el resto de órganos para actuar sobre ellos, para hacer que trabajen mejor o modificar su función. Lo hace a través de varios mecanismos que, a veces, pueden dar lugar a enfermedades.

"Por ejemplo, cuando uno tiene ansiedad o depresión hay un aumento de problemas abdominales, de molestias intestinales, de riesgo de úlcera de estómago, etcétera. Pero esta interconexión también puede convertirse en algo positivo. Es lo que llamamos salutogénesis (promover la salud)", apunta.

Cómo mejorar la salud del cerebro

Hay ciertos pilares que sabemos que son esenciales para promover la salud cerebral.

Los más conocidos son cuidarse físicamente (ir al médico, seguir el tratamiento si se está enfermo…), seguir una dieta adecuada, dormir el tiempo necesario y que sea de calidad, hacer ejercicio físico regular y de ciertas características (no solo aeróbico, sino también anaeróbico y con intervalos) y ponerse retos cognitivos.

Pero hay otros dos, que tal vez la gente no tiene tan presentes, que quizá son los más importantes:

  • No sentirse solo. Es importante darse cuenta de que no se trata de la realidad de estar solo o no. Uno puede sentirse solo en una multitud pero uno puede estar viviendo solo y no sentirse solo: es el sentimiento de soledad, no la soledad misma, lo que es importante para el cerebro. Y de nuevo hay estrategias que uno puede hacer para fomentar las relaciones sociales y dejar atrás este sentimiento.
  • Tener un plan vital, ser consciente de él y actuar en consecuencia es el otro. Estudios han demostrado que las personas que tienen un propósito vital bien definido tienen mejor salud cerebral.

¿Por qué tener metas es tan importante?

"Porque el sentirse solo no únicamente tiene un impacto negativo sobre la salud cerebral, sino que, junto con el plan vital, actúan como mediadores respecto al efecto de los otros factores mencionados", apunta el especialista.

"Por ejemplo, uno tiene que comer adecuadamente y hacer ejercicio, sí. Pero si debido a su plan vital, muy claro y definido, tiene que dormir menos o renunciar a hacer algo de ejercicio no es tan peligroso para el cerebro que si uno no lo hace porque, simplemente, le da pereza o le apetece ver la tele", añade.

Entrenar el optimismo es bueno para el cerebro

Mucha gente piensa que el ser generoso, el perdonar, el tener optimismo o el estar motivado son características que se tienen o no se tienen, pero se pueden entrenar. Estos consejos ayudan a ser más optimista:

  • Darnos mensajes a nosotros mismos que sean positivos. Cambiar el “Ay, no voy a poder hacer esto” por el “Mira, va a ser difícil pero esto es algo que puedo lograr”. Siendo realista pero aferrándose al desenlace positivo.
  • También hay estrategias como meditación, mindfulness, yoga, las relaciones sociales mismas, que promueven esa vivencia de estar arropado, de ser capaz de enfrentarse a las cosas.

Es cierto que es importante ser constante y esto requiere esfuerzo. Para lograrlo a veces se necesita ayuda, que puede venir desde un profesional hasta el apoyo social del que hablábamos antes. Pero también es valioso darse cuenta de que nunca es tarde para empezar a cuidar el cerebro. La edad no debe ser un excusa para no hacerlo.