¿Seguro que es dolor de regla? Lo que esconde un dolor pélvico

El dolor pélvico en la mujer suele estar relacionado con la ovulación y la regla, aunque en ocasiones puede ocultar un problema grave que requiere atención médica. Te explicamos cuáles pueden ser las causas y qué tratamiento tienen.

Actualizado a
Nuria Blasco

Periodista

dolor regla u otra cosa

El dolor pélvico suele estar relacionado con la menstruación o la ovulación, pero también puede ocultar problemas que hay que tratar. 

El malestar o dolor en la zona pélvica es el que se produce en la parte inferior del abdomen, entre los huesos de la cadera y casi todas las mujeres lo sufren en algún momento de su vida . Puede variar en intensidad y duración y normalmente está relacionado con la ovulación y la regla, pero también puede estar causado por otros trastornos que tal vez requieren tratamiento específico.

La causa del dolor pélvico puede ser gastrointestinal (apendicitis, diverticulitis, estreñimiento...), urológica (infección de orina, cólico renal …) o musculoesquelética (una fractura en el coxis o en el sacro, contracturas, artrosis de cadera…), aunque en más de la mitad de las ocasiones se debe a algún trastorno de tipo ginecológico.

Si tu dolor pélvico se debe a un problema ginecológico

En este caso, las molestias se perciben en la zona baja del ombligo y a menudo se localizan en un solo lado.

Ante cualquier duda, hay que acudir al médico. Las mujeres, en general, conocemos bien nuestro cuerpo y reconocemos la molestia de la menstruación y la que se experimenta a veces asociada a la ovulación. Cualquier variación o aumento de intensidad obliga a consultar con el especialista.

En la consulta el ginecólogo hará su diagnóstico basándose en los síntomasy eventualmente puede realizar pruebas complementarias.

  • Es imprescindible una detallada historia clínica y una exploración física a nivel pélvico. Suele ser necesario realizar un tacto vaginal, una ecografía ginecológica y quizá una analítica completa u otras pruebas como una resonancia magnética.

Las pruebas habituales pueden no revelar la causa del dolor, pero los síntomas y la descripción de la molestia pueden ayudar a establecer su origen y planificar un tratamiento.

Si el dolor pélvico aparece de repente y con fiebre

En caso de sufrir este tipo de molestia de forma repentina y acompañada de fiebre u otros síntomas debes consultar enseguida con un especialista, ya que puedes padecer alguna patología de cierta gravedad, que precise una cirugía de urgencia u hospitalización. Las causas del dolor en el bajo vientre pueden ser múltiples:

  • Un quiste ovárico ha crecido en exceso y se ha roto. Los quistes ováricos aparecen con mucha frecuencia en la mujer, pero también es cierto que por lo general suelen desaparecer espontáneamente. Solo si crecen con rapidez o se llenan de sangre pueden romperse y es entonces cuando aparecen las molestias. Se trata de un dolor no localizado (no sabes exactamente en qué punto te duele) y es leve o moderado. Puede ser necesaria la cirugía.
  • El ovario o las trompas se han girado sobre sí mismos. Este tipo de torsiones son poco comunes y suelen ocurrir espontáneamente. En este caso, el flujo arterial, venoso y linfático queda interrumpido y eso provoca que el ovario se inflame y puede llegar a necrosarse causando una molestia intensa en la zona pélvica. Se trata de una urgencia ginecológica que se resuelve con cirugía.

Si usas DIU, la causa podría ser una infección

  • Una infección ha hecho que se inflamen las trompas de Falopio. Suelen ser debidas a infecciones de transmisión sexual. Las mujeres que usan dispositivos intrauterinos (también conocidos como DIU, debido a sus siglas) se encuentran especialmente expuestas a sufrir una infección justo después de su colocación. La infección se inicia en la vagina y se extiende hacia el útero y las trompas de Falopio. Causa un dolor repentino en la parte inferior del abdomen que cada vez se hace más intenso y que puede ir acompañado de otros síntomas como náuseas o vómitos y, sobre todo, fiebre. Se suele tratar administrando antibióticos.
  • Se ha producido un embarazo fuera del útero. La implantación del óvulo fecundado fuera del útero (embarazo ectópico) se produce normalmente en la trompa de Falopio. Debido a la implantación anómala en la trompa, esta se puede romper causando un sangrado dentro del abdomen que causa un dolor repentino y muy intenso. Es una urgencia ginecológica que requiere de un tratamiento quirúrgico precoz, ya que puede estar en juego la vida de la paciente por el sangrado abundante.

Si el dolor pélvico dura más de seis meses

Se considera que se trata de un dolor pélvico crónico cuando dura más de 6 meses y va acompañado de dolor o molestias en otras partes del cuerpo, pero nunca de fiebre. Se trata de una de las consultas ginecológicas más frecuentes y puede haber varias patologías que originen el trastorno:

  • Endometriosis: ocurre cuando el tejido que recubre el interior del útero crece en otras zonas del abdomen que no le corresponden, como el intestino, el peritoneo o incluso el pulmón. Afecta aproximadamente a un 10% de las mujeres en edad fértil. Este tejido endometrial durante la regla se inflama causando un dolor intenso. Se trata con tratamiento hormonal o cirugía.

     

La endometriosis y los fibromas no suelen ser patologías graves

  • Fibroma: un tumor no canceroso en la pared uterina. Compuestos de tejido muscular y fibroso, los fibromas pueden ser de tamaño microscópico o llegar a dimensiones enormes y, aparte de provocar hemorragias menstruales intensas, pueden causar dolor leve en la zona pélvica. La mayoría de los fibromas no necesitan tratamiento, solo hay que controlarlos cada 6 o 12 meses para comprobar si aumentan de tamaño.

¿El dolor pélvico coincide con la ovulación?

Si la molestia es intensa y se repite cada mes, coincidiendo con la ovulación o la menstruación hay que descartar que no haya una patología que lo esté provocando.

Ve al médico. No te resignes a una menstruación dolorosa pensando que no se puede hacer nada para evitarlo, porque existen herramientas contra las molestias. Acude al ginecólogo y explícale lo que te ocurre.