"Los seres humanos somos seres eróticos", afirma categórica, Valérie Tasso, sexóloga y Brand Ambassador de LELO en España. Según la experta, "devenimos humanos al estar en relación con los demás. Las interacciones sexuales (y la autoestimulación) son absolutamente fundamentales para sentirse parte de este colectivo que es la sociedad".
Sin embargo, en no pocas ocasiones, las relaciones sexuales se ven alteradas por trastornos en el deseo, la excitación o el orgasmo. En definitiva, por la aparición de las disfunciones sexuales, cuya prevalencia entre las mujeres españolas ronda el 60%.
Porcentaje que hay que tomar con cierta cautela, ya que, "todavía existe un cierto miedo a afrontar este tipo de dificultades y consultar profesionales para encontrar la solución", asegura Tasso.
Los juguetes sexuales pueden ser un buen tratamiento para la anorgasmia
Esta reticencia a acudir al experto es parte del círculo vicioso que pone en marcha la persona afectada, ya que, "se siente 'un bicho raro', en muchos casos incluso, evita el contacto con los demás (se aísla) y su disfunción tiende a obsesionarle tanto que puede ir a peor. Por eso es muy importante que recurra a un terapeuta especializado en disfunciones sexuales. Y que entienda que todo se puede arreglar".
cómo solucionarlo "jugando"
Hay que tener en cuenta que cada tipo de disfunción requiere un tratamiento específico ya que "no es lo mismo, tratar la eyaculación precoz que la anorgasmia, por ejemplo. Pero es verdad que también hay factores externos que ayudan, por lo que todo suma en mayor o menor medida", asegura Tasso quien considera fundamental la comunicación y comprensión entre los miembros de la pareja para eliminar de la ecuación la presión y culpabilidad y así, poder avanzar en el tratamiento.
- Y es en este punto donde Valérie contempla el uso de los juguetes eróticos como parte de la solución. "Los juguetes sexuales son aliados perfectos para algunos tratamientos, como por ejemplo la anorgasmia", afirma.
El estrés, la tensión, el trabajo y las responsabilidades pueden reducir el deseo sexual
Tanto es así, que la experta reconoce que, muchas veces recomienda a sus pacientes adquirir un estimulador de clítoris o cualquier otro producto para que puedan conocerse a sí mismos, su propio cuerpo, sus preferencias y sus fobias en el sexo, etc.
- En definitiva, muchas veces los juguetes sexuales pasan a ser una excelente manera de avanzar en el autoconocimiento del propio cuerpo, paso imprescindible para la plena satisfacción sexual.
Las bolas chinas
No están consideradas "juguete" ya que para los especialistas son un método de fisioterapia para la zona íntima femenina. Pero hay cierto tipo de juguetes eróticos que podrían ayudar a reproducir este efecto usados cómo terapia.
La aplicación terapéutica de las bolas chinas se basa en sus beneficios para el fortalecimiento del suelo pélvico. Los embarazos o el paso de los años pueden distender los músculos de esta zona y además de incontinencia urinaria, pueden causar que el canal vaginal quede poco elástico.
- Los ginecólogos ya recomiendan el uso de diferentes dispositivos (como las bolas chinas y otros) para a reforzar la musculatura vaginal.
- Estimulan las paredes vaginales en mujeres con falta de deseo y contribuyen a la buena lubricación cosa que facilita y mejora el coito.
- Mejoran la elasticidad y pueden ayudar a desensibilizar las áreas que provocan dolor y eliminar así el miedo a la penetración por esta causa.
DISFUNCIONES FEMENINAS
¿Y qué tipo de alteraciones de la vida sexual pueden mejorar gracias al uso y disfrute de los juguetes eróticos?. La respuesta viene de la mano de Tasso quien, en primer lugar, aclara que la gran variedad de dificultades sexuales pueden agruparse en tres grandes bloques:
- Trastornos del deseo sexual.
- De la excitación sexual.
- Trastornos orgásmicos.
En el caso de las mujeres, "la falta de deseo sexual y experimentar dolor durante la penetración suelen ser las dificultades sexuales más comunes. El estrés, la tensión, el trabajo y las responsabilidades tanto laborales como domésticas son factores que pueden reducir el deseo sexual", sostiene la sexóloga.
Hablamos de disfunción sexual cuando el problema no es puntual, sino que se produce de forma recurrente
- La dispareunia hace referencia al dolor que experimentan algunas mujeres durante la penetración debido a una contracción involuntaria de los músculos vaginales. "Esta disfunción -explica Tasso- tiene su origen en una mezcla de razones físicas y psicológicasque hay que averiguar para resolverlo".
- También está la anorgasmia, una dificultad que, según la sexóloga, "afecta a más del 20% de las mujeres en España y que hace referencia a la total incapacidad que tienen algunas mujeres para experimentar un orgasmo (anorgasmia primaria). Cuando es puntual aunque reiterativa, hablamos de anorgasmia secundaria".
mejora tu vida sexual
Los sexólogos, coinciden por tanto, en la idea de que los juguetes eróticos pueden tener beneficios terapéuticos. Pero además insisten en romper tabús alrededor de estos accesorios. Valérie Tasso es contundente en este aspecto:
Conocer el propio cuerpo es fundamental para disfrutar de las relaciones sexuales
- Llevar una vida sexual sana es mucho más fácil con la presencia de estos artilugios en el dormitorio.
"Son perfectos para conocerse a uno mismo, saber qué da placer y qué no, conocer nuestro cuerpo y nuestras zonas erógenas", asegura Tasso. Esto es algo que sin duda puede beneficiar a la relación pareja ya que abre las puertas a una comunicación más fluida en el aspecto más íntimo.
¿Un mal día o una disfunción sexual?
¿Qué señales nos alertan de que estamos ante una disfunción sexual? Según la sexóloga Valérie Tasso, "los síntomas varían dependiendo del tipo de disfunción y, sobre todo, del origen de las mismas", el cual puede ser:
- Un cuadro depresivo.
- Incapacidad física debido a un problema de salud.
- Un problema con origen en una alimentación inadecuada.
- La toma de fármacos.
Los síntomas pueden ser muy variados, pero existe un elemento común para determinar qué es una disfunción sexual y qué no: la recurrencia.
El hecho de experimentar algún síntoma relativo a una disfunción sexual de forma puntual no implica que se padezca, sino que es necesario que se produzca de forma recurrente y reiterada.