Guía de alimentos

Pollo

La carne blanca más consumida en nuestro país que nos ayuda a cuidar nuestra salud y nuestra línea.

Pollo

Es la carne blanca más consumida en nuestro país por ser la más baja en calorías, la más fácil de conseguir y también por ser una de las que tiene más versalitidad en la cocina. El pollo tiene una gran cantidad de proteínas, en concreto el 22,2% de su peso corresponde a las proteínas, tan solo tiene 4 gramos de grasa por lo que la convierte en una buena elección para cuidar la línea y nuestra salud.

Su tamaño y el color de la carne del ave depende de la especie de la que provenga y de su alimentación. Los pollos pueden estar alimentados de maíz o piensos, que frecuentemente están enriquecidos con betacarotenos (provitamina A) que le darían ese color anaranjado a algunos cortes de este animal. 

La denominación pollo campero o de corral, se refieren a que el pollo no ha estado en jaulas y suele ser una carne de mayor calidad, puesto a que ese animal ha estado en movimiento y su carne tendrá menos grasa y más masa muscular y por lo tanto, más proteínas.

Encontrarás carne de pollo en la mayoría de restaurantes y neveras y es que da tanto juego en la cocina que no hay motivo para no aprovechar la oportunidad. En sopas, estofados, cremas, en ensaladas, junto con verduras, como segundo plato, guisado, al horno, a la plancha o en bocadillos, no hay preparación que se le resista.

Propiedades del pollo

  • Es bajo en calorías
  • Es saciante
  • Favorece que preservemos la masa muscular
  • Nos ayuda a mantener a raya el colesterol

Beneficios del pollo

  • Gracias a su pequeñísimo aporte de grasa, es una carne ideal para incluir si lo que deseas es cuidar tu figura. Además, al ser una carne hipocalórica, nos permite comer más cantidad y esto la convierte en un alimento saciante.
  • Por su gran contenido en proteínas, nos a mantener la masa muscular, sobre todo en etapas de la vida más vulnerables como la infancia y la vejez. En la infancia, los músculos están en desarollo y en la vejez, vamos perdiendo tejido muscular poco a poco. Por lo que son dos épocas en las que el pollo (entre otros alimentos) puede proporcionarnos ese extra que tanto necesitamos.  
  • Su cantidad ínfima de colesterol y grasas saturadas, lo convierte en un aliado en la alimentación de aquellas personas que necesitan cuidar su salud cardiovascular.

Valor nutricional del pollo

Por cada 100 g de producto, la carne de pollo cruda y sin piel contiene:

  • 125 kilocalorías de media si nos fijamos en el pollo entero, ya que la pechuga es un poco más baja en calorías y contiene 112 kilocalorías por 100 gramos.
  • 76 miligramos de sodio, que es la media de las carnes blancas
  • 0 gramos de hidratos de carbono, similar al resto de carnes sin procesar.
  • 4 gramos de grasas (de las cuales 1,3 gramos son grasas saturadas).
  • 75 mg de colesterol, que es mucho inferior a otras carnes como el pato que contienen hasta 120 mg de colesterol.
  • 22,2 gramos de proteína de media (el muslo, por ejemplo tiene un poco menos, 17,9 gramos en total).
  • 72,9 g de agua, aunque gran parte de ella se pierde en el cocinado por el efecto del calor.
  • También contiene otros nutrientes, los más interesantes son sus 300 mg de potasio o sus 191 mg de fósforo.

trucos y recetas para cocinar el pollo

El pollo puede cocinarse a la plancha con muy poco aceite. Para no abusar de la sal, podemos añadir un chorrito de limón, hierbas, pimienta o pimentón.

También podemos prepararlo a la brasa o parrilla, pero ten cuidado de no abrasarlo demasiado, porque cuando la carne se ennegrece, sus proteínas se desnaturalizan dando lugar a sustancias nocivas como los hidrocarburos aromáticos policíclicos que son potencialmente cancerígenos.

Al horno, queda más jugoso si lo asas con su piel

Aunque después puedes retirar la piel para comer su carne. Mientras lo asas, riega cada 5 o 10 minutos con su propio jugo y zumo de limón.

También puedes rellenar una pieza entera deshuesada con frutos secos o fruta desecada como pasas o dátiles. U otra opción es combinarlo con frutas o compota natural de pera o manzana que le darán un toque distinto al que tal vez no estás acostumbrado.

Puedes guisarlo con salsa casera de verduras

Basta con sofreír y triturar distintas verduras como por ejemplo la cebolla, la zanahoria o el tomate. Después, cocina la carne de pollo troceada dentro de esa salsa. Puedes añadir también patata o boniato para convertirlo en un plato completo.

Por supuesto, también puedes prepararlo con pastas y arroces

O dentro de bocadillos, en empanadas caseras, croquetas, pastel de pollo, hamburguesas, albóndigas o como tú prefieras.

Recuerda comprar el pollo siempre crudo o al natural. No compres como costumbre preparados a base de pollo que estén muy condimentados, pues llevan sal añadida.

Tampoco es recomendable incluir en tu día a día platos preparados a base de pollo como las empanadas, lasañas congeladas, nuggets, alitas o croquetas, ya que además de que son una bomba de calorías, también contienen ingredientes no deseables como harinas o aceites de mala calidad.

Algunas recetas con pollo que puedes encontrar en nuestra página web son:

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