Prima hermana de otro tipo de zanahoria, la silvestre
La zanahoria que todos conocemos a día de hoy, es en realidad una subespecie de la zanahoria silvestre. La zanahoria silvestre es mucho más fibrosa, más pequeña y más insípida.
Estamos acostumbrados a comerlas todo el año, pero en los meses de mayo y junio es cuando se encuentran en plena temporada.
Aunque son muy diferentes, las zanahorias pertenecen a la misma familia que la chirivía, el hinojo, el perejil, el eneldo o el comino. Esta familia es la de las umbelíferas o las apiaceas.
Existen zanahorias de muchos colores
En oriente encontramos principalmente zanahorias púrpuras o amarillas.
Mientras que en occidente desde el siglo XV, son más populares las zanahorias anaranjadas. En otras partes del mundo, también existen las zanahorias blancas y rojas.
Su beneficio más popular
La propiedad más destacable de la zanahoria es la de ser un buen alimento para la vista. Esto es gracias a su gran contenido en vitamina A y carotenoides. Que además fomenta la producción de melanina, pigmento que nos protege de las radiaciones solares perjudiciales.
Sabor dulzón y frescura
Esta raíz tiene un gusto dulce y fresco. Si la cocinamos, pierde frescura pero potencia su dulzura y esto la convierte en un ingrediente perfecto para resaltar las cualidades de un plato salado, a la vez que también es idónea para postres y repostería.
Puede comerse de muchas maneras: cruda, hervida, al vapor, en guisos, al horno, en cremas, en forma de chips, en galletas o en pasteles tan populares como el “carrot cake” o pastel de zanahoria. Con ella también se pueden hacer salsas, estofados, patés o añadírsela a un hummus casero para darle un toque dulce.
Propiedades de la zanahoria
- Mejora la visión y protege la salud ocular
- Protege la piel de los rayos UVA y UBV
- Ayuda al control de peso
Sus beneficios
- Su vitamina A y sus carotenoides son clave para mejorar la visión nocturna. La formación de rodopsina (proteína que participa activando las fibras nerviosas que dan al cerebro la información visual) depende de la vitamina A. La deficiencia de esta vitamina, dificulta el ver bien por la noche.
- La melanina, el pigmento que se produce gracias a la vitamina A, protege nuestra piel de las radiaciones solares, específicamente la que proviene de los rayos UVA y los UBV.
- La zanahoria nos sirve para enriquecer nuestros platos con vegetales. Al ser baja en calorías, muchas personas las utilizan como tentempié para quitarse el hambre y esto les ayuda a no picar alimentos insanos.
Valor nutricional de la zanahoria
Por cada 100g la zanahoria cruda contiene:
- 34 kilocalorías. A pesar de que se piensa que la zanahoria tiene más calorías que el resto de las verduras y hortalizas, tiene un contenido calórico igual al de la cebolla.
- 7 gramos de hidratos de carbono. De los cuales 6,8 gramos son azúcares naturalmente presentes en esta raíz.
- 2,8 gramos de fibra. Sobre todo de fibra insoluble que es la que nos ayuda a ir al baño.
- 0,8 gramos de proteínas de origen vegetal. Que no merece la pena contabilizar en el total de proteínas diarias que ingerimos.
- 0,3 gramos de grasa. La mayoría (0,12) en forma de ácidos grasos poliinsaturados también llamadas grasas buenas de origen vegetal. Al ser una raíz no contiene nada de colesterol.
- En crudo contiene 87,8 gramos de agua y si la hervimos aumenta hasta los 90,5 gramos. Como ves, su contenido en agua apenas varía al hervirse.
- 1346 microgramos de vitamina A y 8.076 microgramos de carotenoides (una forma inactiva de vitamina A). Es de los alimentos más ricos en estos dos compuestos que tantas bondades tienen para la salud.
- La zanahoria también contiene: 286mg de potasio, 0,16mg de vitamina B6 y 30mg de ácido fólico.
Como cocinarla
Puede añadirse a ensaladas
La zanahoria cruda puede formar parte de entrantes como una ensalada o puede consumirse como guarnición de un segundo plato.
Con la zanahoria cruda también se pueden preparar zumos o puedes añadirla rallada dentro de bocadillos.
O puedes cortarla en bastones grandes (también llamados crudités) para untar con ellos patés, hummus, purés o queso crema.
Si te cuesta masticarla
Hay diferentes formas de comerla. Rallada, cortada a dados muy pequeños o en pequeños bastoncitos que decoran ensaladas.
Para los que prefieren cocinarla
Hay infinitas recetas en las que la zanahoria toma gran protagonismo.
- Al vapor. Puede comerse con un poco de aceite y sal o puedes añadirla a otros platos. La zanahoria al vapor también forma parte de otros clásicos de nuestra gastronomía como la ensaladilla rusa o la menestra de verduras.
- En cremas. Ya sean frías durante el verano o calientes, la zanahoria es un ingrediente que conviene incluir en tu cremas. Da un sutil sabor dulce que contrasta con otras verduras más suaves como el calabacín.
- En guisos, potajes o estofados. Junto a otros vegetales estrella como la cebolla, el ajo y el tomate. La zanahoria también puede ser uno de los componentes básicos para elaborar un buen plato de cuchara.
- En sofritos y salteada. Forma parte de la receta original de la salsa boloñesa, pero también puedes añadirla a cualquier sofrito de tu elección: masa de croquetas, rellenos de lasaña o de unas berenjenas rellenas. Salteada al wok con brócoli, puerro o champiñones está deliciosa, aunque si la salteas con verduras diferentes seguro que no te equivocas.
- Asada. Al horno, la zanahoria saca todo su potencial. Queda más dulce y con un toque tostado que combina genial con hierbas provenzales, miel o mostaza.
En recetas dulces
Es común verla en el "Carrot cake" o pastel de zanahoria, donde la zanahoria rallada se integra con el bizcocho a la perfección.
Queda bien en otras masas para magdalenas, donuts saludables o galletas si lo combinamos con almendras, harinas integrales, dátiles, canela, yogur, huevo o queso mascarpone.
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