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Semillas de sésamo
Su secreto es la L-arginina. Este aminoácido tiene la virtud, entre muchas otras, de aumentar la producción de óxido nítrico. Se trata de un gas que relaja los vasos sanguíneos, lo que ya de por sí permite que la sangre fluya mejor.
Añade un puñadito de semillas de sésamo a tus platos en cada comida
Pero es que, además, el óxido nítrico también tiene la capacidad de impedir que se liberen compuestos inflamatorios dentro de las venas. Para que te hagas una idea, estos compuestos "explotan" en el torrente sanguíneo, como si fueran granadas de mano, provocando inflamación, pero el óxido nítrico puede bloquear este proceso.
Además de las semillas de sésamo, también te aportan L-arginina las espinacas, el marisco, las lentejas, el cacao, los huevos y verduras como las espinacas, el pimiento y el ajo.