Añadir más sal a tu comida puede perjudicar tu salud

Añadir sal a la comida en la mesa supone hasta un 20% del consumo diario de sodio y es propio de personas que comen con bastante sal. Por primera vez un estudio ha demostrado que este hábito se relaciona con mayor riesgo de muerte prematura por todas las causas.

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Comer añadiendo más sal a la comida es un riesgo para la salud
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Las personas que añaden más sal a la comida en la mesa tienen más riesgo de morir de forma prematura por cualquier causa.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Está demostrado que el exceso de sal aumenta el riesgo de hipertensión, el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, que a su vez son la primera causa de muerte en el mundo.

Pero pasarse con la sal no solo puede disparar los niveles de presión arterial. Un gran estudio publicado en el European Heart Journal ha demostrado que las personas que añaden más sal a la comida en la mesa tienen más riesgo de morir de forma prematura por cualquier causa.

El riesgo de AÑADIR MÁS SAL AL PLATO

Añadir más sal al plato en la mesa es un gesto que realizan muchas personas y que se asocia a un consumo excesivo de sodio.

  • Se agrega sal a un plato que muy probablemente ya ha sido sazonado al cocinarlo; o a un alimento, como el pan, que ya está elaborado con sal.
  • Además, utilizar el salero en la mesa es propio de personas a las que les gusta comer con mucha sal, aunque se defiendan asegurando que les gusta "comer sabroso".

"Añadir sal a los alimentos en la mesa es un comportamiento alimentario común que está directamente relacionado con la preferencia a largo plazo de un individuo por los alimentos de sabor salado y la ingesta habitual de sal", afirma el profesor Lu Qi, de la Facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en Estados Unidos, y uno de los autores del estudio.

En la dieta occidental, añadir sal en la mesa representa entre el 6 y el 20% de la ingesta total de sal. Por eso los investigadores pensaron que analizar este factor podía proporcionar una forma única de evaluar la asociación entre la ingesta habitual de sodio y el riesgo de mortalidad.

"Hasta donde yo sé, nuestro estudio es el primero que evalúa la relación entre la adición de sal a los alimentos y la muerte prematura. Y proporciona pruebas para apoyar las recomendaciones de modificar los comportamientos alimentarios. Incluso una modesta reducción de la ingesta de sodio, añadiendo menos sal a los alimentos o no añadiéndola en la mesa, puede mejorar la salud de la población", advierte.

Menor esperanza de vida

El equipo de investigadores siguió a más de 500.000 participantes que completaron un cuestionario sobre la frecuencia de adición de sal a los alimentos al inicio del estudio, sin incluir la sal utilizada para cocinar.

Mediante pruebas de orina que se realizaron a lo largo del estudio, observaron que había una relación directa entre agregar sal a los alimentos en la mesa y concentraciones más altas de sodio en orina.

Los participantes fueron seguidos durante 9 años y en ese tiempo se produjeron 18.474 muertes prematuras. Los investigadores concluyeron que, en comparación con los que nunca o rara vez añadían sal a los alimentos en la mesa, los que sí lo hacían tenían un 28% más riesgo de morir de forma prematura (antes de los 75 años) por cualquier causa.

El estudio observó también que, entre los que añadían sal al plato, la esperanza de vida a los 50 años se reducía 1,5 años en mujeres y 2,20 años en hombres.

El efecto protector de las frutas y las verduras

El riesgo de muerte prematura fue mayor entre los que utilizaban el salero en la mesa y además consumían poca fruta y verdura. Por tanto el consumo de vegetales, que son fuente de potasio, puede contrarrestar el efecto dañino del sodio.

Según la Organización Mundial de la Salud, el elevado consumo de sodio (más de 2 gramos/día, el equivalente a 5 gramos de sal por día) y la absorción insuficiente de potasio (menos de 3,5 gramos por día) contribuyen a la hipertensión arterial y aumentan el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.

La sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación, aunque también puede aportarlo el glutamato de sodio. Se estima que cada año se podría evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado, subraya la OMS.

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