La anemia no siempre se debe a un déficit de hierro. Hay otras causas como una falta de vitamina B12 o ácido fólico.
La anemia suele asociarse a la falta de hierro, pero esta (aunque es la más común) no es siempre la causa. Existen diferentes tipos de anemia, cada uno de ello con sus causas específicas.
La anemia puede ser un trastorno temporal o prolongarse en el tiempo y puede estar relacionada con una carencia nutricional o ser resultado de un problema más grave. Repasamos los diferentes tipos de anemia y sus síntomas.
¿Qué es la anemia?
Para entender qué es la anemia, lo primero que hay que saber es cómo nos llegan los nutrientes a todo el cuerpo. Sabemos que "la gasolina" esencial que alimenta nuestras células es el oxígeno. Y después, la encargada de distribuir el oxígeno por el resto del cuerpo para que todo "funcione" es la sangre.
- La sangre transporta el oxígeno a través de unos contenedores que son los glóbulos rojos o hematíes.
La falta de glóbulos rojos hace que no nos llegue suficiente oxígeno al cuerpo
En los glóbulos rojos hay una proteína, llamada hemoglobina, que es donde se almacena ese oxígeno para su transporte.
- La anemia se produce cuando tenemos, por la causa que sea, un nivel bajo de hemoglobina.
Por tanto, vamos a tener anemia si hay pocos glóbulos rojos en la sangre. Pero podemos tener suficientes glóbulos rojos y aún así tener anemia porque no tienen hemoglobina dentro y por tanto no trasportan oxígeno.
“De todas formas, los casos en los que el problema son glóbulos rojos pequeños con poca hemoglobina son minoritarios, muchas veces de origen genético”, explica el doctor Ricardo Gómez, expresidente de la Sociedad Española de Medicina Interna. La falta de glóbulos rojos es la principal razón de la anemia.
¿Cuáles son las causas de la anemia?
El cuerpo va creando glóbulos rojos en el interior de los huesos, en la médula ósea. Para producir los glóbulos rojos o hematíes necesitamos unos ingredientes básicos: hierro, vitamina B12 y ácido fólico, principalmente.
- Nuestro cuerpo no mantiene siempre los mismos glóbulos rojos. Cada cuatro meses, aproximadamente, los da por gastados y los elimina a través del bazo.
Cada cuatro meses se destruyen los glóbulos rojos y se han de crear nuevos
Si hay una pérdida excesiva de glóbulos rojos (por hemorragia es una causa habitual) puedes tener una anemia puntual.
Otra causa es que el cuerpo no crea glóbulos rojos a suficiente velocidad de la que los destruye porque faltan ingredientes o por un mal funcionamiento del mecanismo en la médula ósea.
Anemia por falta de vitamina B12 o ácido fólico
No tan comunes pero tampoco infrecuentes son las anemias por falta de ácido fólico y vitamina B12.
En general, conseguimos diariamente suficiente aporte de ácido fólico (la piña es muy rica) y es quizá durante el embarazo, que se vigila más. Sobre todo, porque unos niveles bajos pueden dañar el desarrollo del feto.
Durante el embarazado es cuando se vigila más la falta de ácido fólico
La pérdida de vitamina B12 se observa sobre todo en personas mayores con malos hábitos dietéticos.
- Reducen el consumo de de carne y pescado, que es el principal fuente de esta vitamina.
El otro grupo de riesgo son las personas veganas o vegetarianas estrictos que no toman suplementos vitamínicos para compensar la falta de proteínas de origen animal.
Anemia perniciosa
Más raro es el caso de una mala absorción de la vitamina B12. “Se da principalmente por una enfermedad, la anemia perniciosa”, nos aclara el médico. “Es una enfermedad inmunológica. Se da cuando el organismo destruye una proteína que es necesaria para la correcta asimilación de esta vitamina”.
- Es estos casos más extremos, no es efectivo un tratamiento con suplementos vitamínicos por vía oral. Es necesario que se inyecte directamente por vía intramuscular suplementos de esta vitamina.
Anemia ferropénica, la más común
El problema más común con diferencia es una anemia por falta de hierro. Si tienes una dieta variada, la alimentación no suele ser el problema. El hierro está muy distribuido tanto en carne como en vegetales.
Algo más habitual el caso de una mala absorción del hierro. El ejemplo más característico es el de las personas que con intolerancia al gluten.
A causa de las menstruaciones o por problemas con el gluten pueden darse más anemias
- “La anemia ferropénica más común es el de las mujeres embarazadas o durante fases de menstruación abundante”, especifica el doctor Gómez.
- También en pacientes con problemas digestivos crónicos, que toman aspirinas muy a menudo o tienen una úlcera.
En algunas enfermedades, por insuficiencia renal o cardíaca, puede que el cuerpo tenga suficiente hierro pero no crea suficientes glóbulos rojos. La solución en este caso será tratar la enfermedad crónica que provoca el problema.
¿Cuáles son los síntomas de la anemia?
La anemia se suele descubrir al hacer un análisis de sangre. Además, hay una serie de signos que nos pueden advertir de que tenemos anemia. El más común es el cansancio. Pero, ojo, porque no es el único síntoma ni tampoco el cansancio crónico es únicamente por la anemia.
Otros síntomas que pueden darte pistas para sospechar de anemia:
- Piel más pálida
- Latidos del corazón irregulares
- Problemas al respirar
- Mareo
- Manos y pies fríos
- Dolor de cabeza
Es fácil que en los primeros días la anemia pase inadvertida. Los síntomas empeoran a medida que perdemos más glóbulos rojos, se nota con el paso de las semanas, y no le hemos puesto remedio para reemplazarlos.