Mantener una buena salud bucodental previene brotes de artritis.
La salud bucodental afecta a muchos aspectos de la salud. Es sabido que las bacterias bucales pueden penetrar a través de las encías y viajar por el torrente sanguíneo y afectar a órganos como el corazón o el cerebro. Una nueva investigación publicada en Science Translational Medicine revela que los patógenos que provocan la periodontitis también pueden desencadenar brotes en personas que sufren artritis reumatoide.
Qué es la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el propio organismo fabrica anticuerpos que atacan la membrana sinovial de la articulación, haciendo que produzca un exceso de líquido que genera inflamación, dolor y destrucción del cartílago.
Suele empezar en articulaciones pequeñas como las falanges de las manos para luego afectar a otras más grandes como las rodillas y cursa con brotes. La artritis provoca dificultad para mover la articulación, dolor, rigidez, calor, enrojecimiento e hinchazón, en especial al levantarte por la mañana. Luego se pasa, pero se intensifica con el reposo. También pueden aparecer síntomas como cansancio, fiebre sin motivo aparente, hormigueo en manos y pies, ronquera o sequedad de boca. La artritis reumatoide puede dañar otros órganos como el pulmón, el corazón, los riñones o los ojos.
Las bacterias bucales aumentan los brotes de artritis
Los gérmenes relacionados con la periodontitis favorecen la aparición de los brotes de artritis. Vicky Yao, investigadora de la Universidad de Rice, analizó muestras de pacientes con artritis reumatoide y comprobó que los gérmenes relacionados con la enfermedad de las encías (periodontitis) aumentaban justo antes de los brotes de artritis.
Los patógenos bucales entrarían al torrente sanguíneo y aumentarían las sustancias inflamatorias favoreciendo los brotes de dolor articular.
El vínculo entre gérmenes bucales y brotes de artritis quedó tan claro que el equipo de investigación se plantea estudiar si utilizar enjuagues bucales puede contribuir a prevenirlos.
Cómo se trata la artritis reumatoide
La artritis es una enfermedad crónica que resta calidad de vida, pero con el tratamiento adecuado es más fácil convivir con ella.
Los FAME (fármacos antirreumáticos modificadores de enfermedad) son el pilar básico para tratar la artritis reumatoide. Reducen la producción de sustancias inflamatorias y ralentizan la destrucción y deformidad de las articulaciones, ya que interfieren en la producción de sustancias inflamatorias.
Para mitigar el dolor durante los brotes se administran AINE (antiinflamatorios no esteroideos que reducen el dolor, la rigidez y la inflamación de articulaciones), analgésicos como el paracetamol (útiles en fases agudas de la enfermedad) y corticoides (en dosis bajas y durante periodos cortos en fases iniciales de la enfermedad o en brotes agudos).
También existen terapias alternativas que permiten un mejor control de la enfermedad como la estimulación eléctrica, las férulas de descanso, las infiltraciones de corticoides o de ácido hialurónico y la cirugía en casos graves.
Una dieta rica en alimentos antiinflamatorios y el ejercicio adecuado ayudan a reducir el dolor articular. Llevar una correcta higiene bucal y visitar con regularidad el dentista para evitar afecciones como la periodontitis es también una buena medida preventiva contra los brotes.