No es una cuestión insignificante: de la postura al dormir puede depender la vitalidad al despertar y que se desarrollen o no ciertos trastornos, especialmente los relacionados con la espalda. Dormir de lado es la postura más saludable para el descanso. Descubre sus beneficios y cómo debes colocarte para que sea saludable.
Cómo colocarte para dormir de lado
1. Flexiona un poco las rodillas
Ponte como si quisieras acercarlas al pecho. Es lo que se conoce como postura fetal, y es protectora de nuestra columna. Así se logra un suave estiramiento de la musculatura que la rodea, hasta el punto de que es especialmente beneficioso para las personas que padecen lumbalgia.
2. Apoya el brazo sobre la pierna
Deja que el brazo que queda más arriba repose en el muslo y flexiona el que queda en contacto con la cama hacia el pecho o, para ganar comodidad, coloca un pequeño cojín bajo él.
En todo caso, es importante que ni los brazos ni las manos sobresalgan de la cama porque el nervio radial (que va de la axila a la muñeca) quedaría aprisionado y eso puede ocasionar falta de movilidad, debilidad y hormigueo en esa extremidad. Incluso podría dar lugar a la llamada parálisis del sábado por la noche, denominada así porque, años atrás, se empezó a identificar en personas que, habiendo bebido mucho, dormían con los brazos colgando.
3. Pon un cojín entre las piernas
De este modo equilibrarás la pelvis. La separación que provoque entre las rodillas debe ser óptima: si es poca, seguiremos arrastrando la pelvis hacia dentro y, si es excesiva, la llevaremos hacia atrás. El secreto es que estén a la misma distancia que cuando permanecemos de pie.
Qué beneficios para la salud tiene dormir de lado
1. Es bueno para músculos y vértebras
Está comprobado que dormir de lado beneficia a la musculatura de la espalda y a las vértebras: no se origina tensión en las lumbares; disminuye el riesgo de padecer dolores cervicales, tendinitis y problemas en los ligamentos.
2. Mejora el sistema digestivo
Colocarnos en la cama sobre el lado izquierdo tiene, por otra parte, efectos beneficiosos en la digestión. Y no se trata de que se ejerza menor presión en el hígado, como se suele creer.
Se debe más a una pura cuestión de gravedad: en esa postura se facilita el vaciado gástrico porque los residuos pasan mejor del estómago a los intestinos.
Cuando padecemos reflujo gastroesofágico debemos evitar dormir sobre el lado derecho. Y para hacerlo un poco incorporado es mejor colocar unos tacos de unos 20 centímetros bajo las patas de la parte del cabecero. Si tenemos dolencias hepáticas, mejor recostarnos también sobre el lado izquierdo.
3. Ayuda a la respiración
Dormir boca arriba, cuando se padecen apneas nocturnas, es la peor postura que podemos adoptar. ¿La razón? La lengua se va hacia atrás y disminuye la apertura de la faringe. Eso ocasiona que haya más dificultad para que el aire pase por las vías respiratorias y logre llegar a los pulmones.
Hay personas que solo sufren apneas al dormir boca arriba. Un tratamiento postural que las ayude a mantener la posición fetal durante la noche puede bastar para que desaparezcan ronquidos y apneas.
Cuando tenemos problemas respiratorios porque los pulmones están afectados por una enfermedad, dormir de lado mejora la entrada del aire. Sin embargo, lo importante es que mantengamos la cabecera de la cama elevada unos 30°.
Durante la pandemia de Covid vimos cómo a los pacientes en cuidados intensivos se les ponía boca abajo. Esta postura ayuda a oxigenar mejor, pero solo es recomendable en casos graves. En problemas leves o moderados, dormir boca abajo puede acabar agravando el problema.
la postura ideal en el embarazo
Durante el embarazo no hay posturas “obligatorias”, pero hacerlo sobre el lado izquierdo puede favorecer el bienestar del bebé y el de la madre.
El peso de la barriga sobre la derecha hace que se comprima la vena cava inferior, que drena la sangre venosa desde piernas y abdomen hacia el corazón. El embarazo en sí mismo ya ejerce presión sobre ella y es mejor evitarle una compresión añadida.
Consejos si no puedes dormir de lado
En el caso de que estés acostumbrado a dormir boca arriba y te cueste cambiar de posición, coloca una almohada o un cojín en las rodillas. Así se suaviza la curva lumbar y no se tensa.
Y si sueles descansar boca abajo, intenta modificar esa posición. Por lo general conviene evitarla porque la columna sufre, impide respirar bien y hace que nos levantemos ya cansados y con dolores.