En verano hay menos resfriados pero son más molestos.
En verano solemos padecer menos resfriados que en invierno porque los virus lo tienen más difícil para propagarse (a la mayoría les va mejor el frío, la baja humedad y la poca luz solar para sobrevivir).
Además, en los meses calurosos la temperatura en el interior de nuestras fosas nasales aumenta, y estas se convierten en un lugar más inhóspito para los gérmenes.
Sin embargo, quizá tengas la mala suerte de coger uno de esos molestos catarros veraniegos. Si te ocurre, toma nota de los siguientes consejos que te ayudan a superarlos antes... y también a evitarlos en caso de que aún no te hayas contagiado.
cómo evitar los virus del resfriado
Para evitar el contagio, “conviene extremar las precauciones en lugares concurridos y, sobre todo, en espacios cerrados (como los aviones). Lávate las manos con más frecuencia y usa pañuelos desechables”, recomienda el profesor Ronald Eccles, fundador del Centro del Resfriado Común de la Universidad de Cardiff (Reino Unido).
- Limpia las superficies: Puedes prepararte una solución desinfectante casera con 500 ml de agua, 150 ml de agua oxigenada, 50 ml de zumo de limón y 10 gotas de aceite esencial de árbol de té.
- Recuerda ventilar: Muchas veces, sobre todo en esos días en los que parece que la temperatura no baja ni de noche, dejamos el aire acondicionado puesto durante muchas horas e incluso nos olvidamos de abrir las ventanas. De este modo, el ambiente se carga de gérmenes, lo que facilita que los virus se propaguen.
- Seca la ropa al sol: Algunos virus pueden sobrevivir en la ropa incluso tras pasar por la lavadora. Una buena forma de eliminarlos es tendiendo al sol (o introduciendo las prendas en la secadora al menos durante media hora).
evita los cambios bruscos de temperatura
Las altas temperaturas de estos días en contraste con los espacios interiores climatizados son una de las principlaes causas de los resfriados de verano.
Así que lo principal es tratar de evitar los contrastes súbitos entre calor y frío, que hacen que tus mucosas realicen un sobreesfuerzo para adaptarse, por lo que se vuelven menos eficientes.
Puede ocurrir en el caso de que entres a un edificio con el aire acondicionado a una temperatura muy baja. Para que el cambio no sea tan brusco, lleva siempre algo para taparte en estos casos (un foulard, una chaqueta fina…).
Y, en casa, lo ideal sería mantenerlo entre 24 y 26ºsegún el grado de humedad, y evitar ponerlo de noche. Ten en cuenta que el aire acondicionado reseca las mucosas (tu primera barrera de defensa) y reduce su capacidad para impedir la entrada de gérmenes.
En caso de que ya estés resfriado, puede asaltarte la duda de si es conveniente o no que te des un chapuzón en playas y piscinas.
Si te encuentras bien y no tienes fiebre, puedes bañarte sin problemas, siempre y cuando el contraste entre la temperatura del agua y la de fuera no sea muy grande.
estar al sol alivia el resfriado
Es la mejor forma de activar la producción de vitamina D que, entre otros muchos beneficios, previene las infecciones respiratorias. Eso sí, para que se de este efecto hay que tomar el sol sin protección solar durante unos 15 minutos, y en verano es aún más importante hacerlo fuera de las horas centrales del día.
Además, se ha demostrado que la luz solar estimula el movimiento de los linfocitos T, que juegan un papel clave en la respuesta del sistema inmunitario ante el ataque de gérmenes.
También hace que produzcas más serotonina (la “hormona de la felicidad”), con lo que te encontrarás mejor.
Alimentos contra el resfriado
Ciertos alimentos pueden ayudarte, y mucho, a combatir los síntomas del resfriado.
- Contra la congestión, algo picante: La capsaicina que contienen la cayena, la guindilla o el pimentón alivia la rinitis.
- Para derrotar al virus, vitamina C: No solo la consigues de los cítricos. También te la aportan el pimiento rojo, el perejil y el kiwi.
- Combate la mucosidad con un caldo de pollo: Aunque puede no apetecerte demasiado en verano, lo cierto es que sus propiedades antiinflamatorias contribuyen a fluidificar el moco, por lo que puede venirte muy bien tomarlo si estás muy congestionado.
- Hidrátate con cremas de verduras: Te aportan vitaminas y una buena dosis de agua.
- Olvídate del alcohol: Uno de sus efectos es que provoca deshidratación, con lo que agrava los síntomas del catarro. Además, puede irritar y resecar las mucosas.
Remedios contra los síntomas del catarro
Muchas de las tisanas que en invierno nos alivian los síntomas catarrales si las bebemos calientes, en verano se pueden tomar fresquitas (si te apetecen así). De todos modos, te conviene evitar las bebidas muy frías: pueden irritar la garganta y hacer que sea más vulnerable.
- Alivia tu malestar con jengibre: Reduce el dolor muscular y despeja las vías respiratorias. Hierve una rodajita 5 minutos en agua. Cuela, deja reposar y bebe con un poco de limón y miel.
- La buena equinácea: Se ha comprobado científicamente que tomar un suplemento de Echinacea purpurea puede ayudar a aliviar los síntomas del resfriado, nos explica el profesor Eccles.
- Respira mejor con eucalipto. En ambientes muy secos, puede serte útil añadir unas gotas de su aceite esencial al agua de un humidificador.
Aprovecha para relajarte de verdad
Muchas veces, para poder “bajar la persiana” e irnos de vacaciones los días y semanas previos tenemos que rendir al máximo. Acabamos la jornada agotados y tensos, descansamos poco y mal…
Y esto baja las defensas. Fíjate cómo influye el estado que acabamos de describir: una investigación norteamericana comprobó –analizando el sueño de parejas de gemelos– que quienes dormían cuatro horas “desconectaban” procesos que nos protegen de las infecciones.
en verano, Menos resfriados pero más molestos
Si has tenido la mala suerte de coger uno de esos resfriados veraniegos, que suelen ser muy molestos, estos consejos que te hemos dado pueden resultarte muy prácticos.
“Mucha gente cree que los síntomas del resfriado de verano son peores que los de invierno y, en parte, es una percepción 'psicológica, debida al bajón que nos da el hecho de estar enfermos en periodo de vacaciones”, nos explica el profesor Ronald Eccles.
Pero también es cierto que el enterovirus (el microorganismo que suele provocarlos) genera unos síntomas muy desagradables.“Además de congestión nasal, aparece fiebre, molestias estomacales y musculares, dolor de cabeza…”, aclara el experto.