Las medias realizan una compresión en la pierna, ayudando a que el flujo sanguíneo circule bien y no se estanque en las extremidades.
¿Sabías que las medias de compresión son el pilar fundamental en la prevención y el tratamiento de la insuficiencia venosa y de las varices, incluso por delante del tratamiento farmacológico? Este dato da una idea clara de la importancia de esta prenda. Y también de que no debe comprarse a la ligera.
Esther Armans, diplomada en enfermería y Presidenta de la Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas nos explica al detalle todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de adquirir y usar medias de compresión.
cómo actúan LAS MEDIAS de compresión
Cuando hay insuficiencia venosa, la sangre tiene dificultad para subir de las piernas hasta el corazón, por lo que se "acumula" en la venas y ejerce una presión que acaba provocando las varices.
- Pues bien, estas medias realizan una compresión en la pierna, ayudando así a que el flujo sanguíneo circule bien y no se estanque en las extremidades.
Pero no vale cualquier media de compresión. Armans nos explica que para ser consideradas "medias de clase médica" tienen que realizar una compresión decreciente en la pierna que tiene su punto máximo en el tobillo (100%) y se reduce conforme asciende por la pierna (70% en la pantorrilla y 50% en la rodilla).
Estas medias tienen su punto máximo de compresión en el tobillo
Lógicamente, existen medias con diferentes niveles de comprensión. Y esta comprensión (que se mide en mmHg, como la presión sanguínea que te tomas en el brazo) debe adaptarse a la gravedad de la insuficiencia venosa y al paciente.
- Compresión ligera (18-24 mmHg): mejora la circulación de las piernas cansadas y ayuda a prevenir las varices o las arañas varicosas. Se aconseja en mujeres embarazadas.
- Compresión moderada (22-29 mmHg): En insuficiencia venosa leve o cuando hay riesgo de ella, por ejemplo en caso de personas que pasan mucho rato de pie.
- Compresión fuerte (30-40 mmHg): Se recomienda en caso de varices tronculares (varices que se forman en venas más importantes del sistema venoso superficial).
- Compresión extrafuerte (37-49 mmHg). En caso de insuficiencia venosa crónica con edema o úlceras.
Es importante acertar con la talla de las medias
Este tipo de artículos, asegura Armans, debe cumplir unos rigurosos controles de calidad (certificación del nivel de presión sanguínea en mmHg), pero también es clave que la talla sea la adecuada (la etiqueta tiene que recoger la medida del tobillo y la pantorrilla).
- Una talla muy grande no hará la compresión que necesitas.
- Y una talla pequeña puede apretar demasiado la pierna y dificultar aún más la circulación.
Por ello, asegura Armans, se recomienda acudir a primera hora de la mañana a una ortopedia o una farmacia especializada donde profesionales cualificados tomen medida del tobillo y el gemelo para acertar con la talla.
las medias Deben ser lo más cómodas posible
Es importante este detalle porque si la media molesta, al final la persona no se la acaba poniendo. Y ya hemos dicho que su uso es un pilar fundamental en el tratamiento de las varices (ten en cuenta que cuanto más aligeres la presión que ejerce la sangre en las venas, más aliviarás la pesadez y la variz no se hará más grande).
Por ello, Armans aconseja optar por las medias cortas. La presión que ejercen en el tobillo y la pantorrilla suele ser más que suficiente en el caso de insuficiencia venosa. Solo en caso de patologías especiales se requiere una media larga o panty.
- De todas maneras, el consejo es que la prescripción de la media la realice un cirujano vascular tras una exploración.
Cuándo hay que usar medias de compresión
Las medias de comprensión deben formar parte de tu rutina diaria si se sufres varices.
- Y aunque en verano puedan resultan más incómodas, Esther Armans nos cuenta que son aún más necesarias para contrarrestar los efectos del calor en el sistema venoso.
También son especialmente obligadas si trabajas de pie y durante los viajes largos.
Hay que acostumbrarse a ponerlas por la mañana tras la ducha y, salvo excepciones, deben llevarse todo el día y descansar de noche.