Cuida tu voz: 9 consejos eficaces para evitar la ronquera

Respirar de forma adecuada, evitar el humo del tabaco o apagar el aire acondicionado son algunas de las medidas que pueden ayudarte a cuidar tu voz y evitar la afonía o las ronqueras.

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Cuidar la voz y evitar la ronquera
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Incorporar sencillos hábitos a tu día a día te ayudará a cuidar tu voz y alejar la ronquera. 

Eva Carnero
Eva Carnero

Periodista

La voz es el sonido que se produce cuando el aire que sale de los pulmones llega a la laringe y pasa por las cuerdas vocales, dos bandas musculares que vibran para emitir los sonidos y que se pueden lastimar con cierta facilidad.

Toma nota de estos consejos imprescindibles para evitar, en la medida de lo posible, dañar las cuerdas vocales.

1. Mantén un buen nivel de humedad

Para mantener tus cuerdas vocales no se resequen es fundamental que el ambiente en el que estés tenga la humedad adecuada y esté bien ventilado. Esto es especialmente importante en invierno o en climas secos.

  • Se recomienda que la humedad sea de alrededor del 30%.
  • Si el ambiente es demasiado seco, puedes usar un humidificador.

2. El agua cuida tu voz 

Las cuerdas vocales deben permanecer siempre bien hidratadas. Para ello, es fundamental que bebas al menos 2 litros de agua al día.

  • No todas las bebidas hidratan. Las que contienen cafeína producen el efecto contrario resecando las cuerdas vocales.

3. El ruido te hace subir el tono de voz

Procura no permanecer mucho tiempo en ambientes bulliciosos, como bares, restaurantes o conciertos. Te te hacen subir el tono de voz para hacerte oír.

  • Tener el volumen del televisor más alto de lo normal te obliga a forzar la voz casi sin darte cuenta, lo cual, a largo plazo puede dañar las cuerdas vocales.

4. Carraspear perjudica tu voz

Además de hidratadas, las cuerdas vocales deben estar limpias. La mayoría de las personas carraspean con la intención de aclarar la voz.

Sin embargo, carraspear es un esfuerzo demasiado fuerte para las cuerdas vocales que deberíamos limitar o incluso, eliminar.

  • La forma correcta de aclarar la voz es soltando aire por la boca al mismo tiempo que pronunciamos una H.

5. Descansa la voz

Además del mal uso de la voz, la segunda causa más común de la ronquera es el hablar de forma excesiva.

  • Es conveniente guardar silencio durante unos 15 o 20 minutos, 2 o 3 veces al día, y, en general, no es aconsejable hablar más de 4 horas de forma ininterrumpida ni cantar más de dos horas.

6. El humo del tabaco irrita la laringe

El tabaco es un factor extremadamente irritante para la laringe.

  • Cuando el humo pasa entre las cuerdas vocales favorece la aparición tanto de lesiones benignas (edemas, pólipos...) como de otras más serias como el cáncer de laringe.

7. El aire acondicionado reseca tu voz

El chorro del aire acondicionado es uno de los elementos más dañinos para la garganta.

El más perjudicial es el del coche, ya que es el que solemos tener más cerca. Le sigue el de la oficina porque es el lugar donde más horas pasamos al día.

  • Acostarse con el aire acondicionado encendido es un grave error que pone en riesgo nuestra voz, ya que mientras dormimos pasamos mucho tiempo sin hidratar las cuerdas vocales.

8. Las bebidas, ni frías ni calientes

Los cambios bruscos de temperatura también afectan a tu salud vocal.

  • Evita tomar bebidas muy frías o muy calientes, ya que las temperaturas extremas irritan las cuerdas vocales.

9. Aprende a respirar mientras hablas

Mientras hablamos, muchas veces sentimos como si nos faltara el aire. Nos ahogamos.

Esto ocurre cuando utilizas el aire pulmonar. Es entonces, cuando se te marcan las venas del cuello y hablas de forma atropellada.

  • La respiración correcta mientras hablamos es la respiración diafragmática, la que se realiza con el músculo del diafragma (ubicado justo debajo de los pulmones).

Así se hace la respiración diafragmática:

  • Puedes hacerla sentado o acostado boca arriba.
  • Coge aire poco a poco por la nariz, sin hacer ruido.
  • Retén el aire 4 o 5 segundos.
  • Suelta el aire por la boca poniendo los labios como si pronunciaras una U.
  • Repite el ejercicio 3 o 4 veces, un par de veces al día.

Al hacer este tipo de respiración, no eleves el pecho, ni los hombros, ni pongas tensión en la mandíbula o cuello.