Disponer de horas libres es importante para convertir el ejercicio en un hábito más, pero hay que tener en cuenta también otros factores. Por ejemplo, en verano solemos tener más tiempo libre, pero las altas temperaturas pueden hacerte abandonar en el intento.
- Finales de invierno y principios de primavera, en cambio, puede convertirse en una estupenda oportunidad para afianzar este hábito. Seguramente no surgirán tantas “tentaciones” de hacer otros planes (como ir a la playa).
- Además, el ejercicio puede ayudarte a combatir la astenia primaveral y, una vez se haya convertido en rutina, a no subir de peso de cara al verano.
Te recomendamos que pongas en práctica el siguiente plan porque, con determinación y constancia lograrás, por fin, convertir el ejercicio en un hábito de tu día a día.