El síndrome de hidrocución se produce por un cambio brusco de temperatura.
Seguro que aún recuerdas esos momentos en la playa y la piscina de niño, cuando intentabas meterte en el agua después de comer y los adultos te decían que debías esperar 2 o 3 horas para evitar el temido corte de digestión. ¿Realmente es necesario hacerlo? La respuesta directa y clara es que no.
Entonces, ¿puede pasar algo si nos bañamos con el estómago lleno? Poder puede, porque existe un riesgo, aunque no habitual, que se llama el síndrome de hidrocución (del que el corte de digestión es uno de los síntomas). Pero con unas mínimas medidas de prevención puede evitarse.
esperar 2 o 3 horas para bañarse, un falso mito
Para el doctor Carlos González, autor de varios libros de pediatría, "el corte de digestión es un mito casi exclusivamente hispano. Algunos médicos, intentando conciliar lo que les dijo su madre con lo que no dicen los libros de medicina, echan mano de este síndrome de hidrocución, que es poco habitual".
La realidad es que los manuales más serios sobre cuidados, como las recomendaciones de seguridad de la Academia Americana de Pediatría no dicen nada de esperar después de comer. Tampoco los consejos médicos para submarinistas lo mencionan.
"Ni siquiera en las revistas médicas españolas se publican casos de corte de digestión ni de hidrocución", dice el pediatra Carlos González.
QUÉ ES EL SÍNDROME DE HIDROCUCIÓN o corte de digestión
Sin embargo, el doctor Juan Jesús Hernández, médico del Plan de Salud de la Cruz Roja, considera que aunque no tienen estadísticas sobre el total de casos, "sí que cada año se dan problemas en las playas que pueden deberse a una hidrocución".
El síndrome de hidrocución es un malestar o incluso un desmayo que se produce tras el contacto súbito con agua que esté muy fría. Es importante aclarar que no se produce por la digestión, sino en cualquier circunstancia en la que se da un cambio brusco de temperatura.
"Hay más riesgo, por ejemplo, después de haber estado un rato a pleno sol o estar muy acalorado por acabar de hacer deporte y lanzarse luego al agua fría", apunta el doctor Hernández.
Hay riesgo a partir del momento en que baja la temperatura de nuestro cuerpo al menos cinco grados. Es decir, que si el agua de la playa está a menos de 27 grados, hay que entrar con mucha precaución. En la piscina es más complicado que esté a menos de esa temperatura pero como nuestro cuerpo está muy caliente por el sol y el calor exterior, el contraste es mayor.
Ese cambio brusco provoca un estrechamiento de los vasos sanguíneos, y llega menos sangre al cerebro, lo que puede provocar incluso que la persona afectada pierda el conocimiento.
Piensa que, por cada grado que disminuye la temperatura corporal, se reduce el flujo sanguíneo cerebral en un 6-7%.
Por qué se relaciona con la digestión
El hecho de que el saber popular hable de tener cuidado especialmente durante una digestión copiosa se debe a que nuestro estómago necesita más sangre para hacer la digestión y, por tanto, durante este proceso se puede complicar más la llegada de sangre al cerebro.
"Del mismo modo, también hay más riesgo si la persona tiene problemas cardiovasculares", añade el doctor Hernández.
Los SÍNTOMAS de LA HIDROCUCIÓN o corte de digestión
Las señales de alerta más habituales son:
- Palidez y escalofríos
- Visión nublada y mareos.
- Náuseas y vómitos.
- Un corte brusco de la respiración y de la llegada de oxígeno al cerebro, que acaba en desmayo.
QUÉ HACER para ayudar a una persona que tiene un corte de digestión
Si te encuentras ante un caso de hidrocución lo primero, por supuesto, es sacar a la víctima del agua para evitar que se ahogue. Una vez fuera...
- Túmbala con las piernas ligeramente levantadas para que le riegue mejor la sangre en la cabeza.
- Tápala con una toalla o ropa para que recupere la temperatura del cuerpo.
- Si vomita, hay que poner a la persona de lado para que no se atragante.
- Dale agua lentamente para que se rehidrate. Y que esté unas horas sin comer nada.
Lo mejor es llamar a emergencias, sobre todo si hay pérdida de consciencia o síntomas que no cesan. En los casos más habituales en una o dos horas la persona afectada por hidrocución tiene que haberse reestablecido. De todas formas, siempre conviene consultar al médico.
especial precaución en el agua
La recuperación suele ser total. La fama de peligro que tiene el mal llamado corte de digestión viene del hecho de que al estar en el agua, lo que puede pasar es que haya peligro de que nos ahoguemos por estar en un lugar donde no se toca al suelo o por tragar agua cuando se produce alguno de los síntomas.
Por eso, siempre, independientemente de que hayamos comido o no, hay que mantener una serie de hábitos de seguridad. Los ahogamientos representan el 7% de los casos de muertes accidentales.
- No vayas solo a bañarte o al menos no a lugares aislados donde no puedan verte.
- Métete poco a poco para ir acostumbrando a tu cuerpo al cambio de temperatura.
- No te metas en agua fría después de tomar alcohol o una comida muy copiosa.
Los grupos de más riesgo (niños menores de 4 años, ancianos y jóvenes de 15 a 25 años) deben ser especialmente precavidos.