Nuestros pies son una de las partes del cuerpo a las que le prestamos menos atención y solo nos damos cuenta de su importancia cuando empiezan a causarnos problemas que pueden afectar nuestro día a día. Lamentablemente eso ocurre más a menudo de lo que creemos.
Los pies son la base de nuestra sustentación y si nos duelen o tenemos algún trastorno pueden acabar afectando a la movilidad. Por eso, no está de más que observemos unas pequeñas normas de higiene sencillas que pueden ahorrarnos problemas.
Por qué hay que prestar atención a los calcetines
Por ejemplo, una idea común equivocada es que los problemas de infecciones de pies se producen solo en verano, cuando vamos mucho tiempo con los pies descalzos y tenemos más contacto con el suelo.
Ahora que ha llegado el otoño y vamos recuperando los calcetines podemos pensar que ya están protegidos y podemos desentendernos de los problemas de hongos o similares. Es un error.
El Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana ha hecho una llamada de alerta en este sentido. Ha explicado que es esencial prestar atención a los calcetines que utilizamos porque tienen más importancia de lo que parece en la salud de nuestros pies.
“Hemos de tener en cuenta que el calcetín es la primera prenda que está en contacto con nuestros pies, por tanto, la relación de nuestro pie con él influirá también a la que éste tendrá con el calzado y con la pisada”, ha explicado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del colegio.
Qué problemas pueden dar los calcetines
Entre las alteraciones más comunes en los pies relacionadas con los calcetines, los podólogos destacan tres:
- El exceso de sudoración, la hiperhidrosis en lenguaje médico, y una de sus principales consecuencias: los hongos, que se producen por ese exceso de humedad en el pie.
- Laceraciones, úlceras en personas diabéticas que utilicen calcetines con costuras.
- Empeoramiento de problemas circulatorios si los calcetines oprimen en los tobillos.
Por tanto, han de tener especial precaución las personas que tengan hiperhidrosis, diabetes o problemas circulatorios. Aunque, en general, es conveniente fijarse bien en el tipo de calcetín siempre.
Qué tener en cuenta al elegir calcetines
Para elegir el tipo de calcetín más adecuado, esta elección depende de la persona y de la actividad que vaya a realizar. Los podólogos piden que tengas presente estos factores.
- La temperatura ambiental. No se trata solo de coger unos calcetines más gordos si el clima es más frío. La humedad tiene mucha importancia. Por ejemplo, el algodón tan extendido como fibra no es una buena solución.
El algodón absorbe mucho esa humedad. Eso implica tejidos empapados en sudor que, al enfriarse, nos dan una mayor sensación de frío y malestar.
Es un problema habitual al hacer deporte. Y no solo en ese caso. “Es muy común en determinadas profesiones, especialmente las que requieren el uso de calzado técnico”, explica el podólogo Escoto.
Su recomendación es optar por calcetines que combinen tipos de fibras: las fibras huecas que ayudan a expulsar el sudor y retener el calor, y las fibras naturales, como seda y lana de merino.
- Si son para hacer deporte. Además del aspecto de la humedad ambiental que hemos mencionado, se ha de saber qué tipo de deporte se practica. Según la especialidad, es recomendable que tengan sistema de amortiguación. Estos calcetines tienen un acolchado adicional en la puntera, el talón o toda la planta, según el tipo de deporte para el que se destinen.
- El terreno en el que nos movemos. Según la orografía vamos a escoger un calzado u otro, con una caña más o menos alta. En función del calzado también hemos de escoger un calcetín más alto o más bajo.
- La duración de la actividad. La resistencia del calcetín cobra aquí especial importancia. No es lo mismo una larga caminata o correr una maratón que un corto paseo. En función de uno u otro se exige unas calidades más duraderas o menos. Tanto el podólogo como en las tiendas te orientarán al respecto.
El calcetín más adecuado si ya tienes problemas
Como hemos mencionado, las personas con una enfermedad de base, como puede ser diabetes o problemas de circulación, han de ser especialmente cuidadosas para que el calcetín no complique su dolencia.
En estos casos el consejo son los calcetines fabricados con fibras naturales de origen marino (provienen del secado de algas), sin productos químicos. Son antimicrobianas, confortables y con gran absorción del sudor.
El consejo del podólogo Jorge Escoto es que en estos casos “resultan muy adecuados calcetines con fibras de origen marino y fibras de plata que favorecen la regeneración cutánea así como la eliminación del sudor, lo que evita la proliferación de bacterias”. La fibra de plata es un material especial que combina una capa de plata pura en la superficie de la fibra.
Son perfectos porque tampoco tienen costuras. Se intensifica la sensación de confort. Y evitan presionar las venas y la aparición de rozaduras.