Los riesgos de la dieta BARF, la comida cruda para perros y gatos

Se conoce como dieta BARF, y quienes la defienden afirman que, con ella, los animales se alimentan de forma más natural. Pero ingerir alimentos en crudo aumenta el riesgo de que ciertos microorganismos colonicen a las mascotas que, así, pueden convertirse en un foco de infección para los humanos.

Actualizado a
La comida cruda para perros y gatos también pone en riesgo nuestra salud
iStock by Getty Images
Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

Al igual que ocurre con los humanos, que nuestras mascotas se alimenten de forma sana y equilibrada es fundamental para su salud y bienestar. Y, también como pasa con nuestra especie, hay ciertas dietas que se ponen de moda durante una temporada.

  • Una de la que está más en boga es la dieta BARF (siglas en inglés de Biologically Appropiate Raw Food), conocida también en España como dieta ACBA (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada).

La dieta BARF es como una especie de Dieta Paleolítica adaptada a perros y gatos

"La dieta BARF se basa en proporcionar a las mascotas alimento crudo de todo tipo: entre un 60 y un 80% de huesos, carne, vísceras, órganos, huevos, leche... y entre en 20 y un 40% de frutas, legumbres y vegetales", explica Alicia Fernández Vitali, auxiliar responsable de nutrición de AniCura Abros Hospital Veterinario.

 

 

Por qué se ha puesto de moda la dieta BARF

Quienes apuestan por este tipo de alimentación lo hacen basándose en el hecho de que es su forma natural de alimentarse, al igual que lo hacían sus ancestros cuando vivían de forma salvaje.

  • Sus defensores, además, afirman que una dieta basada en este modelo aumenta la vitalidad de los animales, mejora el estado de su pelo, su piel, sus dientes y sus huesos, y favorece unas buenas digestiones.

Las mascotas también han evolucionado en lo que a alimentación se refiere

Pero para Alicia Fernández este tipo de dieta no es la adecuada para los animales domésticos a día de hoy.

  • Las mascotas también han evolucionado, al igual que lo ha hecho la especie humana. La experta en nutrición animal apunta que tanto su digestión como su metabolismo no son los mismos que los de sus antepasados.
  • Además, a día de hoy no hay un consenso generalizado basado en evidencias científicas que respalde los supuestos beneficios de la dieta BARF para las mascotas, sostienen desde el grupo de clínicas veterinarias y hospitales AniCura.

Qué le puede ocurrir a nuestra mascota

El principal peligro de la dieta BARF es que las probabilidades de que nuestra mascota se infecte con bacterias y parásitos aumenta.

  • La carne cruda y alimentos como los huevos pueden albergar ciertos patógenos que se destruyen con el calor. Pero, lógicamente, si les damos los ingredientes en crudo a nuestras mascotas, este paso se pierde.
  • También los vegetales en crudo pueden contener peligrosas bacterias como la E. Coli.

Es cierto que los animales pueden no enfermar a pesar de entrar en contacto con estos microorganismos (como ocurre, por ejemplo, con el Toxoplasma Gondii en los gatos). Pero a veces sí que desarrollan síntomas:

  • Algunas bacterias, como la Salmonella spp. y la Listeria monocytogenes, al igual que ocurre en los humanos, pueden provocar infecciones alimentarias como la salmonelosis o la listeria, que provocan, sobre todo, síntomas intestinales (diarrea, vómitos...).

Pero, independientemente de si estos parásitos pueden hacer o no que nuestras mascotas enfermen, lo que sí parece que ocurre al seguir una dieta de este tipo es que los antibióticos, en caso de tener que dárselos para tratar una infección, pueden ser menos eficaces.

  • Según un informe elaborado por veterinarios de las universidades de Utrecht y de Uppsala (en Holanda y Suecia, respectivamente), esto ocurre porque las bacterias presenten en los alimentos en crudo son resistentes a este tipo de fármacos. Y esto favorece que la respuesta ante ellos sea menor.

Otra de las consecuencias negativas que puede tener la dieta BASF se relaciona directamente con la ingesta de huesos.

  • Desde el Colegio Americano de Nutrición Veterinaria advierten que comer huesos puede provocar perforación del paladar, diarrea, estreñimiento, obstrucción intestinal o fractura de piezas dentales en nuestras mascotas.

Este organismo, además, señala que la dietas que se basan en el modelo BASF pueden no ser equilibradas, por lo es posible que los animales tengan ciertos déficits nutricionales.

Bacterias que pueden pasar a sus dueños

No solo es posible que este tipo de propuesta alimentaria repercuta en la salud y el bienestar de las mascotas: los patógenos de los que el animal es portador pueden acabar contagiando a sus dueños.

  • "El animal se convierte en un foco de contagio al excretar las bacterias en las heces y depositarlas en el medio ambiente en el que vive", advierte Alicia Fernández.
  • Tener una mascota, lógicamente, implica ciertos cuidados imprescindibles, como limpiar el arenero en el que los gatos hacen sus necesidades o recoger los excrementos de los perros. Una manipulación que puede hacer que entremos en contacto con estas bacterias y que, sin una higiene adecuada, acaben pasando a nuestro organismo.
  • "Los más susceptibles a contaminarse son los niños, los ancianos y las personas inmunodeprimidas", matiza la especialista.

Por todo ello, lo más sensato es que antes de hacer un cambio radical en la dieta de tu mascota lo consultes con tu veterinario de referencia, que te dará las pautas necesarias para que sus menús sean equilibrados y acordes a lo que necesita tu animal en particular.

Para saber más

 

 

Loading...