Un dolor intenso en la zona del abdomen puede deberse a infinidad de causas, desde una peritonitis al sangrado de una úlcera.
Notar un dolor muy fuerte en el abdomen es algo que los médicos llaman “abdomen agudo”, un cuadro grave que puede tener un desenlace fatal si no se actúa con rapidez.
Lo correcto es dirigirse de inmediato a un servicio de Urgencias, pero a veces no es tan fácil y debemos conocer cómo actuar mientras tanto para intentar ayudar a quien lo padece.
Causas del dolor abdominal
Un dolor intenso en la zona del abdomen puede deberse a infinidad de causas, más o menos graves, como:
- Una infección aguda, como una peritonitis, una víscera inflamada, la obstrucción de un vaso sanguíneo, el sangrado de una úlcera, la rotura de un órgano o la irritación de un nervio, entre otras... en todas ellas el dolor tiene su origen en la zona afectada.
Esta patología puede afectar a cualquier persona, independientemente de los años que tenga, y de si es hombre o mujer.
Cuándo puede ser grave un dolor abdominal
Sea cual sea el origen del cuadro de abdomen agudo, todas las personas afectadas comparten un mismo síntoma: el dolor insoportable que no les deja ni mantenerse en pie y que se manifiesta de forma repentina, sin motivo que lo justifique.
- A veces está bien localizado, lo que ayuda al médico en su diagnóstico, otras es difuso y duele la tripa en su totalidad.
- El abdomen suele ponerse muy duro, como una superficie rígida, lo que se conoce como “abdomen en tabla”.
- Aunque no siempre aparecen, lo normal es que vaya acompañado de otros síntomas: sobre todo aumento de la frecuencia cardiaca, disminución de la tensión arterial y sudores. También puede haber fiebre, vómitos, náuseas, diarrea, estreñimiento, pérdida de apetito, sangre en las heces, piel pálida o amarillenta…
- Si el dolor es muy intenso e incapacitante (incluso llega a molestar el roce de las sábanas y de la ropa), la persona parece estar verdaderamente enferma (con signos denominados “de choque” o de shock, como la bajada de tensión, el aumento de la frecuencia cardíaca, la sudoración excesiva y la confusión mental), y el abdomen está hinchado, hay que acudir enseguida al médico.
- Si, a pesar de ser un dolor intenso e incapacitante, acaba pasando al cabo de un rato, la consulta médica urgente no es necesaria. Pero sí que hay que ir al médico al día siguiente para que valore la situación y, si es necesario, inicie un estudio para dar con la causa.
Qué hacer antes de que llegue el médico
Lo primero es llamar a un servicio de urgencias y, mientras acude en nuestra ayuda, es primordial intentar tranquilizar al afectado. Los nervios solo harán que el dolor aumente.
- Colócale en una postura cómoda: le ayudará a disminuir el dolor. Aunque no existe una posición determinada que alivie a todo el mundo, muchos coinciden en que adoptar la llamada “posición fetal” es una buena opción. Cuanto menos se mueva, mejor: el dolor no aumentará y se evitarán posibles complicaciones.
- Para aliviar las molestias, se puede aplicar frío sobre la tripa. Nunca uses cubitos de hielo directamente, porque la piel podría quemarse. Lo mejor es envolver el hielo o una bolsa de guisantes congelados en un paño. Y evita los analgésicos: podrían enmascarar el cuadro y dificultar el diagnóstico en el hospital.
- Evita darle alimentos o bebidas. Al tratarse de un cuadro abdominal, podemos empeorarlo con la ingesta. Solo si existen signos evidentes de deshidratación (confusión, somnolencia, sequedad de piel y mucosas, dolores de cabeza…), y si estás seguro de que la toma de líquidos no ha sido la adecuada, se puede ofrecer agua o suero oral en pequeñas cantidades (si es posible, dáselo con una jeringuilla sin aguja).
- Aunque sospeches que el estreñimiento está detrás del dolor de barriga, no se recomienda usar enemas ni laxantes. Si ha causado una obstrucción intestinal se agravaría la situación.