El dolor abdominal, al que solemos llamar dolor de barriga, es uno de los más comunes, aunque a veces genere dudas dependiendo del lado que duela. La inflamación del intestino suele ser la principal causa del malestar, que se asocia también a náuseas, vómitos, retortijones... pero no la única.
- Cuando los problemas gástricos son esporádicos y no se deben a una alteración de salud más grave que deba ser tratada, tener en cuenta los siguientes consejos puede ser suficiente para lograr la "calma digestiva" y proteger al estómago de daños en el futuro.
1. Evita la acidez cuidando lo que comes
El alcohol, el chocolate y los alimentos grasos hacen que el esfínter que separa estómago y esófago (el cardias) no cierre de forma correcta; cosa que aprovecha el ácido del estómago para pasar hacia el esófago.
- Las comidas abundantes o picantes también favorecen la acidez durante la digestión.
2. No hagas siesta y te notarás menos pesado
Tumbarse a hacer la siesta justo después de comer, sobre todo si la comida ha sido abundante, es uno de los hábitos que más favorecen los gases y las malas digestiones.
- Para evitar levantarte de la siesta con pesadez de estómago, lo mejor es esperar como mínimo media hora (y mejor si es una hora) antes de acostarte.
- Si puedes pasear unos veinte minutos antes de echarte a dormir, mejor todavía. Eso sí, ten en cuenta que el paseo debe ser a baja intensidad para no entorpecer la digestión.
3. combate el estrés para que no se te "cierre" el estómago
Se ha demostrado que las alteraciones digestivas son más frecuentes en caso de sufrir estrés crónico. De hecho, no es raro escuchar frases como "se me ha cerrado el estómago" o tengo "nervios en el estómago".
- Para estos casos, las técnicas de relajación como el yoga o el mindfulness pueden ayudar a algunas personas a mejorar sus síntomas.
4. Evita el reflujo perdiendo algo de peso
El exceso de peso favorece los episodios de reflujo porque provocan un aumento de la presión abdominal, que puede hacer que los ácidos del estómago suban hacia el esófago.
- Si te sobran algunos kilos, adelgazar puede ayudarte a mejorar el problema.
5. el tabaco y agacharte mal favorecen la acidez
Algunas posturas, como agacharte doblando el cuerpo (en lugar de doblar las piernas) facilitan el paso del contenido gástrico al esófago.
- Acostarte justo después de cenar también lo empeora. Si te suele pasar, poner la almohada un poco alta (10 centímetros) puede evitar que el reflujo provoque molestias al dormir.
- Y ten en cuenta que el tabaco también contribuye a que el esfínter esofágico pierda tono, lo que empeora notablemente los casos de reflujo gástrico.
6. Respira de forma controlada
Dedica unos minutos al día a respirar profundamente, inspirando por la nariz, llevando el aire hasta el abdomen y volviéndolo a soltar. Esto, según un estudio publicado en el American Journal of Gastroenterology, te ayudará a evitar la acidez.
- Al parecer, así refuerzas poco a poco la musculatura de la base del estómago y por esa razón se cierra mejor para evitar que suba el ácido.
7. los antiinflamatorios pueden dañar el estómago
Los antiinflamatorios pueden ser la causa tanto de los dolores de estómago leves, como de la acidez y el reflujo.
- Fíjate si al tomarlos es cuando aparecen esos síntomas y, en ese caso, evítalos siempre que te sea posible.
- Haz la misma prueba con el alcohol, puesto que provoca los mismos síntomas en algunas personas.
Y si tu problema es la hinchazón abdominal...
Sin embargo, si más que molestias estomacales lo que sufres es hinchazón abdominal, puedes seguir estas 4 reglas básicas para solucionarlo:
- Mastica bien y toma raciones pequeñas. Así el estómago trabajará menos para digerir la comida. Y recuerda que debes ensalivar bien los alimentos para facilitar el proceso de la digestión.
- Controla la sal y también el azúcar. Si tomas más de 3 g al día puedes retener líquidos y el abdomen se infla más. El exceso de azúcar afecta al riñón, lo que impide que elimine correctamente el agua.
Al comer, es básico masticar bien además de no excederse con la fibra, la sal y el azúcar
- Toma fibra, pero sin abusar. Debes introducir este nutriente en tus menús de forma moderada para facilitar el tránsito intestinal pero si te excedes con ella puede provocar gases y, con ello, hinchazón.
- Come tranquila y evita las bebidas con gas. Masticar deprisa te lleva a deglutir aire sin darte cuenta, lo que facilita la distensión de la zona. Lo mismo ocurre si abusas de las bebidas con gas.
en caso de úlcera, cuídate más
Es posible que el médico te haya recetado fármacos específicos, pero aun así sigue siendo básico que cuides tu dieta.
- Evita los dulces y también los alimentos que necesitan mucha elaboración o que están muy condimentados.
- No tomes cítricos porque son muy irritantes y pueden agravar la lesión.
- Por otro lado, la leche, el té y el café pueden asimismo empeorar el problema.
- Toma yogures con bífidus. Estos te ayudan a reponer la flora bacteriana intestinal, por lo que te convienen.