Las estatinas que se toman para el colesterol podrían tratar la depresión

Un estudio ha demostrado que las estatinas, los fármacos que se toman para el colesterol alto, reducen la inflamación y ayudarían a un corrrecto funcionamiento de los neurotransmisores del ánimo, disminuyendo el riesgo de depresión.

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Tomar estatinas podría ser útil contra la depresión
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Las estatinas son los fármacos más recetados para reducir el colesterol. Desde su aprobación a finales de la década de 1980, se han recetado a millones de personas para prevenir infartos e ictus.

Un nuevo estudio ha demostrado que, además de mantener el colesterol a raya, las estatinas podrían tener beneficios adicionales y prevenir la depresión.

el efecto de la estatinas en la salud mental

Para medir el efecto positivo de las estatinas en la salud mental, un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford analizó datos de más 200 participantes entre abril de 2020 y febrero de 2021.

Era la época más dura de la pandemia, cuando los niveles de estrés global eran elevados y la incidencia de trastornos psiquiátricos se disparó.

Se analizaron los síntomas psiquiátricos, los medicamentos que tomaban y otros factores de estilo de vida de los participantes.

También realizaron tareas cognitivas destinadas a medir la memoria, la recompensa y el procesamiento de emociones, que están relacionadas con el riesgo de depresión.

La gran mayoría de los participantes (84 %) no tomaba ningún medicamento, pero un pequeño grupo tomaba solo estatinas (4 %), un tipo de medicamento antihipertensivo (6 %) o ambos (5 %).

"sesgo emocional negativo" y depresión

Una de las pruebas requería que los participantes identificaran las expresiones emocionales de los rostros y que interpretaran si observaban miedo, felicidad, tristeza, disgusto o ira. Esta prueba sirve para medir lo que se conoce como "sesgo emocional" y se utiliza para valorar el riesgo de depresión.

Las personas que tienen un sesgo emocional negativo (interpretan la cara o las expresiones de los demás en negativo) son más propensas a sufrir trastornos del ánimo.

"Descubrimos que tomar estatinas se asociaba con niveles significativamente más bajos de sesgo emocional negativo a la hora de interpretar las expresiones faciales; cosa que no se observó con otros medicamento como los antihipertensivos. Y sabemos que reducir el sesgo emocional negativo es importante para el tratamiento de la depresión", señala la Dra. Amy Gillespie, autora del estudio.

Por qué las estatinas mejoran el ánimo

Este estudio es el primero se demuestra que las estatinas afectan a cómo procesamos las emociones y podrían tener un efecto positivo en la salud mental.

El mecanismo mediante el cual lo consiguen no está claro, aunque se sospecha que la clave podría está en la acción antiinflamatoria de las estatinas.

Las causas más comunes de la depresión no suelen ser experiencias emocionales traumáticas como pudiera pensarse, sino un estado de inflamación continuado en el organismo.

Esta inflamación de bajo grado hace que circulen sustancias inflamatorias por el torrente sanguíneo que pueden atravesar la barrera hematoencefálica, la red de vasos sanguíneos que protege el cerebro. Cuando estas sustancias entran en el cerebro pueden afectar al funcionamiento de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina o el glutamato y alterar el ánimo.

Al tener una acción antiinflamatoria, las estatinas favorecerían un correcto funcionamiento de los neurotransmisores del ánimo y aumentarían nuestra resiliencia emocional, es decir, nuestra capacidad para recuperarnos ante situaciones adversas.

Polémica sobre los efectos secundarios de las estatinas

Este estudio abre la puerta a un nuevo uso de las estatinas más allá del control del colesterol, aunque son necesarias más investigaciones para confirmarlo. Estos fármacos no están exentos de polémica porque, aunque su eficacia frente al colesterol está demostrada, se asocian a efectos adversos.

De hecho, uno de cada dos pacientes reduce la dosis o deja de tomarlas porque cree que causan dolor muscular y otros efectos.

Pero, ¿realmente tienen tantos efectos secundarios? Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal y realizado entre 4 millones de pacientes ha demostrado que realmente la prevalencia de la intolerancia a las estatinas es solo de un 6-10%.

Los autores de la investigación aseguran que los resultados de su estudio son la prueba de que la intolerancia a las estatinas se sobrestima y sobrediagnostica, con lo que los pacientes dejan de tomarlas y tienen más riesgo de infarto e ictus debido al colesterol elevado.