La migraña representa una condición altamente debilitante, caracterizada por crisis que pueden oscilar entre 4 y 72 horas y que pueden incapacitar por completo a quien la sufre.
Este tipo de dolor de cabeza se manifiesta de manera intensa y pulsátil, agravándose con el movimiento y sensibilizándose ante estímulos como la luz o el ruido.
Las personas propensas a las migrañas a menudo las padecen a lo largo de toda su vida, un fenómeno conocido como "cerebro migrañoso".
Sin embargo, un dieta enriquecida en omega 3 ha demostrado ser una herramienta valiosa para controlar este estado de "cerebro migrañoso", disminuyendo tanto la frecuencia como la intensidad de las crisis, según revela un un estudio del National Institute on Aging y de la Universidad de Carolina del Norte publicado en la revista científica The BMJ.
El omega 3 reduce la inflamación
Los investigadores comprobaron que las personas con migraña que seguían una dieta rica en pescado graso reducían el número de crisis al mes y la intensidad del dolor en comparación con aquellas que llevaban una dieta rica en grasas saturadas y aceites vegetales de maíz, soja o similares.
Recordemos que este tipo de aceites vegetales son ricos en ácido linoleico y abundan en los productos procesados, la bollería industrial, las galletas...
En estudios anteriores este mismo equipo de investigadores ya había demostrado que el ácido linoleico inflamaba los tejidos y las vías del procesamiento del dolor relacionadas con la migraña en el nervio trigénimo, el más grande y más complejo de los 12 nervios craneales.
Ahora, los investigadores han visto que una dieta baja en ácido linoleico y alta en ácidos grasos omega 3 como los del pescado azul puede aliviar la inflamación de esta vía de dolor.
Cómo se ha hecho el estudio
Para demostrar los beneficios del omega 3, los participantes con migraña fueron divididos en 3 grupos y siguieron un plan de dietético distinto durante 16 semanas.
Todos recibieron kits de comida que incluían pescado, verduras, hummus, ensaladas y productos para el desayuno.
- Un primer grupo recibió comidas que tenían altos niveles de pescado graso o aceites de pescado graso y ácido linoleico bajo.
- Un segundo grupo recibió comidas que tenían altos niveles de pescado graso y más ácido linoleico.
- El tercer grupo recibió comidas con alto contenido de ácido linoleico y niveles más bajos de pescado graso.
Durante esas 16 semanas, los participantes contabilizaron la cantidad de días, la duración y la intensidad de la migraña.
También informaron sobre cómo sus dolores de cabeza afectaron a su trabajo o a su vida social, y con qué frecuencia necesitaban tomar analgésicos.
Los resultados
Cuando comenzó el estudio, los participantes tenían un promedio de más de 16 días de migraña al mes con más de cinco horas diarias de dolor, lo que impactaba severamente en su calidad de vida a pesar de usar múltiples medicamentos analgésicos.
Después de las 16 semanas de intervención dietética, ocurrió lo siguiente:
- Los participantes del primer grupo que siguieron una dieta rica en omega 3 y baja en ácido linoleico redujeron entre un 30 y un 40% las horas de dolor de cabeza diarias, los días de migraña al mes y la intensidad del dolor en comparación con el grupo control.
- Los análisis de sangre de este grupo también niveles más bajos de lípidos relacionados con el dolor.
Causa común de dolor crónico
La migraña es una de las causas más comunes de dolor crónico, de disminución de calidad de vida y de baja laboral.
Más de 4 millones de personas en el mundo padecen migraña crónica. Cabe aclarar que el término migraña crónica se refiere solo a la frecuencia de las crisis.
- Se considera migraña crónica cuando las crisis aparecen 15 días al mes o más.
- Se considera migraña episódica si se suceden hasta 14 días al mes.
Por tanto, una persona que sufra migraña episódica también puede pasarlo muy mal. Así pues, lo relevante es la frecuencia y la intensidad de las crisis. Y sufrir migrañas una semana al mes ya es muy incapacitante.
El 90% de los pacientes no puede trabajar o funcionar normalmente durante un ataque, que dura entre 4 horas y tres días.
Las migrañas no entienden de edad, aunque es más habitual entre las mujeres de 18 a 44 años.
La dieta, una ayuda frente a la migraña
Los expertos aseguran que el cerebro de una persona migrañosa es mucho más propenso a desencadenar crisis ante determinadas situaciones. Por eso es importante no saturarlo con estímulos.
La dieta también puede actuar como un desencadenante. Conviene observar si algún alimento te provoca migraña.
Pero la alimentación también puede actuar como un aliado. "Esta investigación ha encontrado evidencia de que los cambios en la dieta pueden mejorar un dolor crónico muy debilitante como la migraña sin las desventajas relacionadas con el abuso de fármacos", señala Luigi Ferrucci, uno de los autores del estudio.
"Nuestro estudio es una prueba de que los alimentos pueden influir en las vías del dolor", concluye. Y parece ser que los ácidos grasos omega 3 que se hallan en el pescado azul o frutos secos como las nueces ayudarían a reducirlo.