Conjuntivitis: ¿qué es y cuáles son sus causas?
Si acostumbras a ir a la piscina y tienes los ojos sensibles, tienes más probabilidades de contraer esta afección de origen irritativo que se manifiesta con enrojecimiento ocular, picores, molestias que no se van en un par de días, secreciones e incluso fotofobia.
Muchas conjuntivitis veraniegas las causa el contacto con el cloro de las piscinas y también la sal del mar, aunque en menor medida. También puede ser bacteriana, provocada por contacto con microorganismos, que abundan en los ambientes húmedos.
Cuándo acudir al oftalmólogo
Si hay muchas secreciones, costras, fuerte picor, sensación de arenilla, párpados pegados y consiguiente dificultad para abrir el ojo, fotofobia e hinchazón. Evita aplicar gotas por tu cuenta.
Cuidados en casa que alivian una conjuntivitis
Estas medidas, combinadas con el tratamiento que decida el médico según el origen de la infección, te ayudarán a aliviar los síntomas y evitarán que se complique:
- Higiene profunda: Limpia cuidadosamente el ojo varias veces al día para eliminar las secreciones y despegar los párpados. Usa toallas limpias o gasas estériles humedecidas en agua previamente hervida.
- Calma molestias: Sobre cada ojo, alterna la aplicación de compresas de agua fría (alivian la inflamación) y tibia (calman la irritación) durante 5 minutos cada una. Repite 3 o 4 veces al día.
- Baño de eufrasia: Para bajar la inflamación hierve 50 g en un litro de agua durante 10 minutos. Empapa una gasa y haz toques sobre el ojo cerrado.
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