Virus, bacterias, hongos... pueden llegar al pulmón e infectarlo, provocando una neumonía. ¿Sabes cómo evitar que esto ocurra?
Mimar tu boca protege LOS pulmONES
Multitud de estudios han demostrado que las personas que menos cuidan su boca tienen más riesgo de sufrir neumonía. El motivo es que las bacterias que causan la gingivitis o la periodontitis pueden ser inhaladas, llegar al pulmón e infectarlo. La Asociación Dental Americana asegura que cepillarse los dientes varias veces al día y completar la higiene con seda dental o cepillos interproximales aleja el riesgo de que esto ocurra.
la relación peso y neumonía
Si te sobran algunos kilos... debes cuidarte todavía más.
- Hay más riesgo. Un estudio del Hospital Universitario Aarhus (Dinamarca) demostró que los hombres obesos tienen más riesgo de neumonía.
- En concreto, ese incremento se debe a la aparición de enfermedades crónicas asociadas al exceso de peso, que pueden afectar al pulmón.
- El exceso de grasa abdominal (más habitual en los hombres) podría reducir la ventilación pulmonar, y eso aumentaría el riesgo de inhalar patógenos.
Sonarse mal la nariz propicia la infección
En Sabe Vivir hemos hablado con Jose Santos, Secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), quien nos recuerda que si la mucosidad se acumula en las vías respiratorias, un resfriado puede acabar en una neumonía.
Para evitarlo, sigue las siguientes recomendaciones:
- Mantenerlas despejadas es básico para prevenir: sonarse mal puede provocar sinusitis, por acumulación de las secreciones en las vías altas debido a un mal drenaje. Pero si esta mucosidad llegara a las vías respiratorias bajas, podría causar bronquiolitis o neumonía.
- La fisioterapia respiratoria también puede ayudar: un fisioterapeuta especializado puede contribuir a eliminar las secreciones acumuladas, evitando así su obstrucción, permitiendo el correcto paso del aire y previniendo la aparición de complicaciones graves.
La forma correcta de hacerlo
Si eliminas la mucosidad y mantienes la zona limpia, el riesgo de infección será mucho menor.
- Así se expulsa mejor. Muchas personas se suenan tapando los dos orificios nasales y ejerciendo una gran presión. Es un error, ya que la mucosidad no puede salir. Hay que hacerlo bloqueando primero un orificio (para expulsar los fluidos por el que está libre) y luego el otro.
Hay que sonarse la nariz primero por un orificio y luego, el otro
- Termina con un lavado nasal. Usa suero fisiológico o disuelve una cucharada de sal en un vaso de agua. Rellena una jeringuilla con esta solución, ladea la cabeza a la izquierda y viértela en el orificio nasal derecho (sin ejercer demasiada presión). Cambia de lado y repite.
Respira mejor y limpia tus pulmones
Aprovechar todo el oxígeno del aire te permite evitar “ahogos”, mejorar la función de tus órganos, estar más relajada y recuperarte tras el ejercicio.
Una buena respiración te ayuda a desarrollar tus actividades básicas diarias pero no solo eso, también...
- Ganas salud. Aumentas la oxigenación de tus órganos principales, del cerebro y del sistema nervioso y eso repercute en tu bienestar.
- Te relajas. Seguir el fluir del aire al entrar y salir del cuerpo sirve como técnica de relajación básica y es muy efectiva para ayudarte a descansar y a eliminar cualquier preocupación del día a día. Además, un buen control cardiopulmonar es tu mejor baza ante situaciones de estrés y ansiedad.
- Te ayuda a adelgazar. Si respiras bien, “te ahogas menos” al hacer deporte y por ello te cuesta menos ser constante. Además, recibir más oxígeno te ayuda a quemar grasas y mejora tus digestiones.
Procura respirar aire "limpio"
Fumar (o respirar) el humo del tabaco altera la estructura del pulmón y la función de sus células. Y lo mismo ocurre si se está expuesto a contaminación o si se calienta el hogar con leña, por ejemplo.
Además, según una reciente investigación del Hospital La Fe de Valencia, las personas que toman alcohol son también de las más propensas a sufrir una neumonía grave.
Ante un resfriado vigila tu dieta
Hidrátate bien, beber un mínimo de 8 vasos al día ayuda a eliminar mucosidad y eso reduce el peligro de infección.
Incluye en tus menús alimentos que preserven la buena salud de los pulmones para que estén más fuertes. Como los siguientes:
- El pescado azul es una opción ideal, su omega 3 evita la inflamación de las mucosas.
- El ajo y cebolla ayudan a fluidificar la mucosidad.
- Yema de huevo, es rica en vitamina A, que regenera las mucosas.
- Frutos secos, su vitamina E es clave para la salud pulmonar.
actividades aeróbicas que MEJORAN TU respiración
Un poco de ejercicio aeróbico te ayudará a potenciar tu capacidad respiratoria:
- Caminata “alegre”. Se ha demostrado que salir a caminar durante 30 minutos mejora el funcionamiento de todos tus músculos, incluido el corazón. También la musculatura que interviene en la respiración se vuelven más eficientes si eres constante en esta actividad.
- Un poco de natación. Es una de las mejores opciones para mejorar los pulmones, sobre todo si se sufre algún tipo de enfermedad respiratoria, ya que con este ejercicio se practica una respiración controlada que ayuda a tomar conciencia de ella en todo momento.
- Una carrera suave. Al correr pones en movimiento los brazos y movilizar los músculos de la zona superior del tronco beneficia a tus pulmones. Se ha demostrado que parte de la musculatura de esta zona está implicada en el proceso de la respiración.