La enfermedad renal crónica (ERC) va en aumento. Según la Sociedad Española de Nefrología, su prevalencia ha crecido un 30% en la última década en España, y el número de enfermos en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante) ya supera los 1.350 por millón de habitantes.
Por si fuera poco, en los últimos años se ha observado un aumento del déficit de vitamina D en pacientes renales. Y si en una persona sana esta vitamina es clave para la salud ósea, en un enfermo renal puede empeorar el pronóstico y favorecer el deterioro renal y cardiovascular de estos pacientes, acelerando la progresión de la enfermedad.
Por eso las sociedades médicas insisten en la importancia de mantener unos buenos niveles de vitamina D en los enfermos renales.
la relación entre el riñón y la vitamina D
El riñón es una pieza clave para la acción de la vitamina D. Veamos porqué:
- Esta hormona, mal llamada vitamina D, se consigue en parte a través de los alimentos que consumimos. Sin embargo, la mayor fuente natural de vitamina D es la que produce nuestra piel por el efecto de la radiación solar.
- Al exponerse al sol la piel sintetiza colecalciferol, que se transforma en el hígado en calcifediol y, por último y gracias principalmente a la acción el riñón, se forma el calcitriol o vitamina D activa.
- El calcitriol es, entre otras cosas, el encargado de mantener la homeostasis mineral ósea (el equilibrio entre el calcio y el fósforo) e inhibir la síntesis de hormona paratiroidea.
Por tanto, riñón y vitamina D están íntimamente relacionados, al ser el principal motor de la producción de calcitriol.
Déficit de vitamina D en enfermos renales
La enfermedad renal crónica se produce porque hay una lesión en el riñón o anomalías, ya sean en su función o en su estructura, que implican graves consecuencias para la salud o que reducen su capacidad de filtrado glomerular por debajo de los índices establecidos (60 ml/min/1,73m2), siempre con una duración mínima de tres meses.
En personas con enfermedad renal, la capacidad del riñón para sintetizar calcitriol también se ve reducida. Por eso se está observando en los últimos años un aumento del déficit de vitamina D en estos enfermos.
Y si en una persona sana la hormona o vitamina D es de gran importancia para mantener una buena salud ósea en la población general, en el caso de la enfermedad renal puede empeorar seriamente el pronóstico.
No hay que olvidar que el 80% de la utilización diaria de la vitamina D tiene que ver con funciones esenciales para el organismo como la regulación del sistema inmunitario o de la secreción de hormonas.
Así pues, el déficit de vitamina D en estos enfermos se relaciona con más riesgo de:
- Alteraciones del metabolismo óseo y mineral (calcificaciones).
- Hiperparatiroidismo.
- Resistencia a la insulina.
- Hipertensión arterial.
- Aumento de la mortalidad de origen cardiovascular.
Para evitar ese riesgo, la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante recomienda a los pacientes renales mantener unos niveles de calcitriol no inferiores a 20 ng/ml en todos los estadios de la enfermedad.
Aumenta la Enfermedad Renal Crónica en España
La enfermedad renal crónica constituye una de las principales causas de mortalidad en los países occidentales.
Solo en España, los casos han aumentado un 30% en los últimos años. Según la Sociedad Española de Nefrología, este aumento se relaciona directamente con los siguientes factores de riesgo:
- La diabetes y la enfermedad cardiovascular, que son responsables del 50% de los casos de enfermedad renal crónica. Corazón y riñón son órganos íntimamente relacionados.
- La obesidad. Es factor de riesgo de muchas patologías, también de la enfermedad renal crónica.
- La hipertensión arterial. Un mal funcionamiento de los riñones favorece la hipertensión, pero esta también aumenta el daño renal. Es el pez que se muerde la cola.
- El tabaquismo, que afecta directamente a la salud de estos órganos.
Se trata de factores que amenazan la salud de los riñones y que podrían prevenirse con la adopción de unos hábitos de vida saludables.