Con esta fórmula vas a evitar la conjuntivitis en verano

En verano es más frecuente contraer esta infección en los ojos debido a la exposición al sol o la irritación en los ojos que puede provocar el contacto con el cloro de las piscinas y la sal marina. Además, en esta época, hay una mayor exposición a gérmenes y bacterias.

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Evitar la conjuntivitis
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La conjutivitis provoca enrojecimiento ocular, picores, molestias, secreciones e incluso fotofobia.

Dr. Julio Ortega Usobiaga
Dr. Julio Ortega Usobiaga

Médico especialista en Oftalmología

La conjuntivitis es una inflamación o infección de la membrana transparente que hay entre el globo ocular y el párpado. Sus síntomas son enrojecimiento ocular, picores, molestias que no se van en un par de días, secreciones e incluso fotofobia.

En verano, muchas personas disfrutan de actividades acuáticas, como nadar en piscinas, lagos o el mar. El contacto con el agua puede aumentar el riesgo de contraer conjuntivitis bacteriana o viral si el agua no está adecuadamente tratada o si hay una mayor exposición a gérmenes y bacterias presentes en estos entornos.

Además, en los meses de calor se sufren más alergias. Durante el verano, hay una mayor presencia de alérgenos en el ambiente, como polen, pasto, moho y ácaros del polvo. Esto puede desencadenar la conjuntivitis alérgica en las personas sensibles, lo que resulta en un mayor número de casos durante esta época del año.

Para prevenir la propagación de la conjuntivitis y proteger tus ojos, es importante seguir buenas prácticas de higiene, evitar compartir objetos personales y consultar a un médico si experimentas síntomas de conjuntivitis para recibir un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.

Causas de la conjuntivitis

Muchas conjuntivitis veraniegas las causa el contacto con el cloro de las piscinas y también la sal del mar, aunque en menor medida.

También puede ser una conjuntivitis bacteriana, que está provocada por contacto con microorganismos, que abundan en los ambientes húmedos.

Los siguiente consejos te ayudarán a prevenir el riesgo de sufrir conjuntivitis.

Los párpados protegen a tus ojos de conjuntivitis

Como las pestañas, protegen el ojo de lesiones y sustancias contaminantes (microorganismos, cloro, cosméticos...). Pero estas mismas sustancias, si se depositan en exceso sobre las pestañas pueden acabar provocando infecciones.

Para evitarlo, limpia bien los párpados con un algodón, gasa o bastoncillo y una solución jabonosa específica de la zona ocular. También hay toallitas específicas para esto, pregunta en la farmacia. Procura no usar manzanilla ni otras infusiones.

Las lentillas pueden provocar infección de ojos

Está demostrado que la falta de limpieza adecuada o dormir con las lentillas puestas favorece la proliferación de bacterias y puede llegar a dañar la córnea.

No conviene llevarlas a la piscina ni a la playa porque pueden contaminarse de bacterias y provocar afecciones oculares.

Usa gafas en el agua para evitar conjuntivitis

Utilizar gafas de natación que aíslen el ojo herméticamente ayuda a prevenir estos procesos.

Ten en en cuenta que el cloro del agua no solo provoca irritación ocular y conjuntivitis: también es un hábitat favorable para el desarrollo de la queratitis (inflamación de la córnea) por acanthamoeba, un organismo celular frecuente en agua dulce que afecta sobre todo a las personas que tienen los ojos sensibles.

Utiliza cosmética especial de ojos

Los productos para maquillar los ojos (lápices, máscaras, sombras...) pueden provocar desde alergias hasta irritación, conjuntivitis, orzuelos o sequedad (dificulta el drenaje de lágrima).

Asegúrate de que sean hipoalergénicos y procura comprarlos en tiendas especializadas.

Evita contagios de ojo a ojo

La conjuntivitis bacteriana es muy contagiosa. Evita compartir toallas, pañuelos, almohadas, lentes de contacto... ya que estos objetos pueden ser portadores de las bacterias o virus que causan la conjuntivitis.

Limpia y desinfecta regularmente las superficies que entran en contacto con tus ojos, como anteojos, gafas de sol, estuches de lentes de contacto y maquillaje de ojos.

Lávate las manos con agua y jabón regularmente, especialmente después de entrar en contacto con alguien que tenga conjuntivitis o después de tocarte los ojos si tu sufres esta infección.

Además, deshazte de los cosméticos de ojos que has usado mientras tuviste conjuntivitis.

Cuándo acudir al oftalmólogo

Si hay muchas secreciones, costras, fuerte picor, sensación de arenilla, párpados pegados y consiguiente dificultad para abrir el ojo, dolor ocular, fotofobia e hinchazón evita aplicar gotas por tu cuenta y acude al médico.

La conjuntivitis puede llegar a causar inflamación de la córnea y afectar la visión, por eso es importante seguir el tratamiento adecuado para reducir el riesgo de complicaciones.

Por otro lado, hay enfermedades oculares graves que pueden provocar enrojecimiento en el ojo, dolor y sensibilidad a la luz, por lo que debes acudir enseguida al médico para descartar que no se trate de una afección más grave.

Obviamente, si usas lentillas debes dejar de utilizarlas ante los primeros síntomas de conjuntivitis. Si no mejora en un par de días, acude al oftalmólogo para descartar otros trastornos relacionados con el uso de lentes de contacto.

Cómo aliviar la conjuntivitis

Estas medidas, combinadas con el tratamiento que decida el médico según el origen de la infección, te ayudarán a aliviar los síntomas y evitarán que se complique:

  • Higiene profunda: Limpia cuidadosamente el ojo varias veces al día para eliminar las secreciones y despegar los párpados. Usa toallas limpias o gasas estériles humedecidas en agua previamente hervida.
  • Calma molestias: Sobre cada ojo, alterna la aplicación de compresas de agua fría (alivian la inflamación) y tibia (calman la irritación) durante 5 minutos cada una. Repite 3 o 4 veces al día.
  • Baño de eufrasia: Para bajar la inflamación hierve 50 g en un litro de agua durante 10 minutos. Empapa una gasa y haz toques sobre el ojo cerrado.