Los ataques de gota pueden ocurrir por tomar un exceso de alimentos ricos en purinas, que al descomponerse se convierten en ácido úrico.
Notar un dolor repentino e intenso en una articulación puede indicar que tienes un ataque de gota, en especial si lo que te duele es el dedo gordo del pie.
De acuerdo con la Sociedad Española de Reumatología (SER), se estima que la gota afecta al 2,4% de la población adulta. Se trata de un tipo de artritis que provoca ataques súbitos de un fuerte dolor e hinchazón en una articulación debido a la formación de pequeños cristales dentro y alrededor de esta.
La gota ocurre cuando hay hiperuricemia, es decir, demasiado ácido úrico en el cuerpo. Nuestro cuerpo produce ácido úrico cuando descompone las purinas, que se encuentran en el cuerpo y en determinados alimentos. Puede deberse a una dieta con un exceso de estos alimentos ricos en purinas o bien porque los riñones no logran eliminar bien el ácido úrico.
¿Qué síntomas provoca un ataque de gota?
Estos son los síntomas de un ataque de gota según la SER:
- Inflamación de la primera articulación metatarsofalángica, la que une el dedo gordo al resto del pie, sobre todo en su cara externa.
- Dolor intenso en la articulación afectada que empieza por la noche o a primera hora de la mañana. El dolor y la hinchazón pueden ser tan intensos que el mínimo roce puede molestar y provocar que te despiertes de noche.
- Enrojecimiento de la piel que rodea a esa articulación.
- Al principio, los ataques pueden ser leves y durar poco, pero si no se trata pueden ser más intensos y duraderos.
¿Los ataques de gota solo aparecen en el dedo gordo del pie?
La gota suele notarse en el dedo gordo del pie por primera vez, y luego afecta a otras articulaciones en ataques posteriores (rodillas, muñecas, codos y tobillos).
Aunque el dedo gordo del pie es la articulación más afectada, la gota también puede inflamar el empeine del pie o el tobillo, lo que puede llevar a confusión y pensar que es un esguince.
La gota también pude afectar a otras articulaciones como la rodilla, el codo, la muñeca, etc.
Cómo aliviar el dolor intenso por ataque de gota
El dolor no suele durar más de 10 días y desaparece solo. Sigue estos consejos para disminuirlo.
- Mantén la articulación en alto. Cuanto menos la muevas, menos te dolerá.
- Aplica frío durante 20 minutos, 3 o 4 veces al día, para bajar la hinchazón.
- Bebe infusiones drenantes como la de cola de caballo. Ayuda a eliminar el exceso de ácido úrico por la orina.
- Toma cítricos para favorecer el drenaje. Por su efecto antiinflamatorio, la piña es otra de las frutas aconsejadas, junto con el plátano y la manzana.
- Los masajes con aceites esenciales, como el de lavanda, alivian.
- El bicarbonato sódico, por su efecto alcalinizante, es de gran ayuda. Toma una cucharada al día con agua mientras haya dolor.
¿Un ataque de gota Puede ser grave?
La enfermedad puede evolucionar y afectar a órganos importantes como el riñón o el corazón. De hecho, sufrir gota es tan perjudicial para el corazón como padecer diabetes.
Unos niveles altos de ácido úrico en sangre aumentan el riesgo de arteriosclerosis prematura y, en consecuencia, de sufrir enfermedades cardiovasculares, desde infarto hasta ictus.
Según datos de la Sociedad Española de Reumatología, se estima que padecer gota aumenta un 40% el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Afortunadamente, la gota se puede controlar con buenos hábitos y tratamiento médico. Y es importante hacerlo porque el riesgo para el corazón, insistimos, es equiparable al de un diabético.
Claves para prevenir el ácido úrico alto y la gota
Si tienes un exceso de ácido úrico en sangre eso puede provocar dolor en las articulaciones del dedo del pie (gota). Pero puedes controlarlo con una buena dieta.
Toma nota de nuestros consejos, te ayudarán a espaciar y evitar los molestos ataques de gota:
Alimentación contra la gota
- Sigue una dieta rica en frutas y verduras de temporada (a excepción del tomate). Y come cerezas, disminuyen el riesgo de gota.
- Reduce las carnes grasas, las vísceras, los embutidos y los quesos curados.
- Limita las carnes rojas (como el cerdo, el cordero, el buey y el hígado), así como el pescado y los mariscos porque son muy ricos en purinas.
- Por esa misma razón, modera el consumo de legumbres, coliflor, espinacas, espárragos y setas.
- Además, cuida el consumo de alcohol (incluida la cerveza) pues predispone a la gota. Los refrescos azucarados y el exceso de café tampoco se aconsejan.
Hábitos para evitar la gota
- Haz 5 comidas diarias y no dejes pasar más de 3 horas sin tomar nada.
- Sé cauto con las cenas. Los ataques suelen producirse de noche.
- Y no olvides beber dos litros de agua al día.
- Los kilos de más y el estrés aumentan el riesgo. Mantén estos dos factores a raya.
- Los suplementos de vitamina B3 empeoran la gota, pero los de vitamina C podrían reducirla. Estos productos deben tomarse bajo control médico.