Ni la báscula ni la medición del índice de masa corporal hace distinciones entre tipos de grasa. Pero en términos de salud, es muy diferente la grasa que se acumula bajo la piel que la de alrededor de los órganos.
De hecho, hay suficiente evidencia científica como para afirmar que una mayor cantidad de grasa alrededor de los órganos aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El problema es que esta grasa, a diferencia de la que se acumula bajo la piel, es difícil de medir. Ahora, científicos de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) ha dado un gran paso en este sentido al desarrollar una nueva herramienta de inteligencia artificial capaz de medir automáticamente la cantidad de grasa alrededor del corazón a partir de imágenes de resonancia magnética.
Y con esta nueva herramienta han podido comprobar que una mayor cantidad de grasa alrededor del corazón se relaciona con más riesgo de diabetes al margen de la edad, el sexo o el índice de masa corporal de la persona.
La distribución de la grasa importa
La llamada grasa visceral es la que se acumula alrededor de los órganos como el hígado o los intestinos y es diferente de la que se encuentra bajo la piel porque tiene unas características metabólicas bien distintas.
Así lo explicaba a Saber Vivir el Dr. Francisco López-Jiménez, jefe de la División de Prevención Cardiovascular y Profesor de Cardiología y Medicina Interna de la Clínica Mayo de Rochester (EE. UU.):
- La grasa visceral aumenta el colesterol malo y disminuye el bueno.
- Provoca cambios en el hígado que desencadenan inflamación en el cuerpo y sustancias que son tóxicas para las arterias.
- Aumenta la presión arterial y por tanto el riesgo de hipertensión.
- Afecta el metabolismo del azúcar favoreciendo la diabetes.
Y aunque esa grasa visceral no provoque ni hipertensión ni colesterol alto, también hay riesgo cardiovascular porque, según señala el Dr. López-Jiménez, "origina una serie de cambios metabólicos que hace que se liberen a la sangre sustancias como los ácidos grasos libres, que son difíciles de medir en analítica pero perjudican el corazón".
De hecho, un estudio liderado por este especialista ya demostró que las personas con obesidad central y peso normal tienen incluso más riesgo de morir de enfermedades del corazón que las personas con sobrepeso pero que no acumulan tanta grasa abdominal.
Medir la grasa alrededor del corazón: un reto
Queda claro que la distribución de la grasa corporal es clave a la hora de determinar el riesgo cardiaco.
De hecho, se sabe que la acumulación de grasa alrededor del corazón es un factor predictivo de enfermedades cardiacas y se relaciona con el riesgo de fibrilación auricular, enfermedad arterial coronaria y diabetes.
El problema es que, como señalábamos, no es fácil de medir esta grasa. El índice de masa corporal (IMC) que se utiliza habitualmente revela sobre todo la acumulación de grasa bajo la piel y no alrededor de los órganos internos.
"Por desgracia, la medición manual de la cantidad de grasa alrededor del corazón es un reto y requiere mucho tiempo. Por este motivo, hasta la fecha nadie ha podido investigarlo a fondo en estudios de grandes grupos de personas", señala Zahra Raisi-Estabragh, autora del estudio de la Universidad Queen Mary de Londres.
Inteligencia artificial
El equipo de investigadores que lidera Zahra Raisi-Estabragh ha dado con la solución para medir de forma precisa la grasa que rodea al corazón.
- "Hemos desarrollado una herramienta de inteligencia artificial que puede aplicarse a las exploraciones estándar de resonancia magnética del corazón para obtener una medida de la grasa alrededor del corazón de forma automática y rápida, en menos de tres segundos".
- "Esta herramienta puede ser utilizada por investigadores para estudiar la relación entre la grasa alrededor del corazón y el riesgo de enfermedad, pero también potencialmente en el futuro como parte de la atención estándar de un paciente en el hospital", explica.
Los investigadores probaron la capacidad de su algoritmo de inteligencia artificial para interpretar las imágenes de las resonancias magnéticas del corazón de más de 45.000 personas.
Y descubrieron que la herramienta de inteligencia artificial era capaz de determinar con precisión la cantidad de grasa alrededor del corazón y también de calcular el riesgo de diabetes. Los resultados del estudio se han publicado en Frontiers in Cardiovascular Medicine.